MAYO 1 PROYECTO día de la madre el amor más grande
Presentación Dios Padre en la religión católica 2024.pdf
1.
2. Las primeras palabras que decimos en el Credo son: "Creo
en Dios, Padre todopoderoso" (Símbolo de los Apóstoles)
o "Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso" (Símbolo
de Nicea-Constantinopla). Nuestra profesión de fe
cristiana comienza por Dios, porque Dios es el Primero y
el Ultimo, el Principio y el Fin de todas las cosas. Y
comienza por Dios Padre, porque Dios es la Primera
Persona de la Santísima Trinidad.
Dios cuida con su Providencia de todas las cosas, pero
especialmente del hombre. Es nuestro Padre del cielo; en
consecuencia, somos sus hijos: somos ¡hijos de Dios! Para
que lo recordáramos constantemente, Jesús nos enseñó a
rezar: "Padre nuestro, que estás en el cielo" (Mateo 6,9).
Esta maravillosa verdad cristiana nos tiene que
entusiasmar.
Veamos quién es Dios, este Padre que está en el cielo.
Introducción
3. Esta es la gran verdad, la verdad absoluta: Dios es
uno y único, no hay más que un solo Dios. Yahvé se
lo había manifestado al pueblo de Israel: "Escucha
Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor.
Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con
toda tu alma y con toda tu fuerza" (Deuteronomio
6,4-5), siendo la estrella que preside toda la
historia.
También para nosotros, la fe en el único Dios nos
mueve a volvernos a Él como a nuestro primer
origen y nuestro fin último; y a preferirle por
encima de todas las cosas. La Revelación de
Jesucristo completará la del Antiguo Testamento, y
por la enseñanza del Hijo de Dios sabemos que el
Dios único en esencia existe en tres Personas
divinas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
1. Creo en un solo Dios
4. 2. El nombre de Dios
Dios reveló su nombre a Moisés:
"Yo soy el que soy" (Éxodo 3,14),
Yahvé. Es decir,
Dios es. Dios es el que es por sí
mismo sin depender de nadie,
principio sin principio, razón de ser
de todo lo que es, origen de todo,
causa de todo, fuente de todo, ser
soberano, ser supremo, Dios.
En otras ocasiones Dios se revela
como rico en amor y fidelidad:
Dios es un ser espiritual, eterno,
misericordioso y clemente,
infinitamente sabio y bueno,
omnipotente y justo, el ser por
excelencia y el sumo amor.
5. 3. Dios Trino
• Primer artículo del Símbolo.
Inicia la confesión de fe en el
misterio trinitario:
• Dios Padre, Dios Hijo, Dios
Espíritu Santo, único Dios,
única esencia, en tres personas
realmente distintas.
• Al hilo de la confesión de Dios
uno y trino se proclaman
también
• el misterio de la Encarnación,
que realiza el Hijo de Dios para
redimir a los hombres,
• y el misterio de la
santificación, que se atribuye
al Espíritu Santo.
6. 4. Dios Padre Todopoderoso
Omnipotencia: la creación se
atribuye al Padre. Pero también
el Hijo y el Espíritu Santo son
omnipotentes como el Padre:
la esencia divina es única
todas las personas son iguales
en perfección.
Es muy necesaria la confesión
de la omnipotencia de Dios:
pruebas de la fe por el dolor y
el mal, que no entendemos y
cuesta aceptar.
Dios es omnipotente y
clemente: está cerca de
nosotros con su Providencia
para ayudarnos.
7. 5. Dios Padre Nuestro
• "Vosotros orad así: Padre
nuestro" (Mateo 6,9).
• La filiación del Hijo de Dios y
la nuestra son distintas:
• Jesús es el Hijo de Dios por
naturaleza, de la misma
naturaleza del Padre;
• nuestra filiación respecto a
Dios es por adopción,
mediante el don sobrenatural
de la gracia que se nos infunde
en el bautismo.
• La dignidad de la gracia, que
nos hace hijos adoptivos de
Dios, es mucho mayor que
nuestra dignidad natural.
9. 6.1 Dios Crea el cielo y la tierra «En el principio, Dios creó el cielo y la tierra»: tres cosas
se afirman en estas primeras palabras de la Escritura: el
Dios eterno ha dado principio a todo lo que existe fuera
de El. Sólo Él es creador (el verbo «crear» -en hebreo
«bara»- tiene siempre por sujeto a Dios). La totalidad de
lo que existe (expresada por la fórmula «el cielo y la
tierra») depende de Aquel que le da el ser (Cat. Nº 290).
El relato de los primeros capítulos del Génesis es claro
en rechazar el politeísmo –multitud de dioses, según las
creencias de pueblos antiguos–. Existe un solo Dios
poderoso que crea el universo. También niega
claramente el panteísmo –creer que todo lo creado es
parte de Dios–.
El Génesis nos presenta a Dios «distinto» de sus
creaturas que un día comenzaron a existir. Es, pues, un
rechazo contra la adoración que se rinde a las criaturas
–personas, animales, cosas, astros–, puesto que sólo
existe un Dios que es el Señor del mundo y de la
historia.
10. 6.2 ¿Por qué Dios crea el
mundo? Dios creó el mundo para
manifestar y comunicar su gloria.
La gloria para la que Dios creó a
sus criaturas consiste en que
tengan parte en su verdad, su
bondad y su belleza(Cat. Nº 310;
ver también Nº 295).
Dios no es un dios egoísta, que
crea al hombre y al mundo para su
deleite personal, sino un Dios
bondadoso que les fabrica un bello
escenario a sus hijos para que
sean felices; por eso les dice:
«Dominen la tierra».
11. 6.3 Dios mantiene y conduce la
creación.
Realizada la creación, Dios no abandona su
criatura a ella misma. No sólo le da el ser y el
existir, sino que la mantiene a cada instante
en el ser, le da el obrar y la lleva a su término.
Reconocer esta dependencia completa con
respecto al Creador es fuente de sabiduría y
de libertad, de gozo y de confianza (Cat. Nº
301).
Dios no sólo realizó su actividad creadora en
los dos primeros capítulos del Génesis y
luego ésta se detuvo. Dios, como Creador
que es, siempre está creando,
incesantemente, siempre está haciendo
«cosas nuevas». Va renovando su creación,
la cual se rige por las leyes que Él le dio en
su infinita sabiduría. Y la naturaleza sí que
sabe respetar esas leyes.
Nosotros, que somos la obra máxima de la
creación de Dios, ¿respetamos esas leyes?
12. 6.4 El Hombre, Creación de Dios.
El hombre es la cumbre de la obra de la creación. El relato
inspirado lo expresa distinguiendo netamente la creación del
hombre y la de las otras criaturas (Cf. Gn 1,26). (Cat. Nº
343).
La Biblia no pretende informarnos detalladamente, desde un
punto de vista científico, acerca del origen del ser humano.
El autor del libro del Génesis, simplemente, con rica
abundancia de imágenes, nos está transmitiendo un
«mensaje religioso»: Dios es el creador del hombre.
El hombre fue formado «de la tierra». El origen del hombre
viene de Dios, quien pudo servirse de la materia para
formarlo. Nada entonces de intentar «divinizar» al hombre.
Sólo Dios es divino. Es el «Alfarero» quien va dando figura
al barro. No es el hombre el que «crea» a Dios.
El Génesis también nos narra que Dios «sopló su aliento de
vida en las narices del hombre» (2, 7). En determinado
momento, Dios infunde vida al hombre –a la materia–.Dios,
por tanto, es el autor de la vida.
13. 6.5 A su «imagen y semejanza»
El hombre es descrito como imagen de Dios.
Dios es Espíritu; no se trata aquí de una
«imagen física» de Dios. Se refiere el autor a la
«personalidad» que Dios le concede al hombre,
distinto de los animales, el cosmos y las plantas.
El hombre, como imagen de Dios, no es una
simple metáfora, sino una realidad de largo
alcance. Quiere decir que todo hombre lleva
«algo de Dios» dentro de sí. También el
borracho, el drogadicto y el asesino. También
nuestro enemigo más acérrimo. Dios no creó al
hombre para que fuese su «esclavo», sino su
hijo. Le entregó un bello escenario para que
pudiera realizarse en plenitud aquí en la tierra y
llegara a la eternidad dichosa.
Como muestra de que somos hijos de Dios, se
nos ha dado la experiencia del Espíritu Santo. El
Espíritu mismo se une a nuestro espíritu para dar
testimonio de que somos hijos de Dios (Rm 8,
15–16).
14. 6.6 El Hombre, Cuerpo y Alma
La persona humana, creada a imagen de Dios, es un
ser a la vez corporal y espiritual. El relato bíblico
expresa esta realidad con un lenguaje simbólico
cuando afirma que« Dios formó al hombre con polvo
del suelo e insufló en sus narices aliento de vida y
resultó el hombre un ser viviente» (Gn 2, 7). Por
tanto, el hombre en su totalidad es querido por Dios
(Cat. Nº 362).
A veces se acostumbra a distinguir entre alma y
espíritu. Así S. Pablo ruega para que nuestro «ser
entero, el espíritu, el alma y el cuerpo» sea
conservado sin mancha hasta la venida del Señor (1
Ts 5, 23). La Iglesia enseña que esta distinción no
introduce una dualidad en el alma. «Espíritu»
significa que el hombre está ordenado desde su
creación a su fin sobrenatural, y que su alma es
capaz de ser elevada gratuitamente a la comunión
con Dios (Cat. Nº 367).
15. A lo largo de su historia, Israel pudo descubrir y comprobar
que Dios sólo tenía una razón para haberlo escogido entre
todos los pueblos y revelárselas: un amor totalmente gratuito
(Dt.4,37). Fue por amor que Dios los salvó en múltiples
ocasiones y aún por amor los castigó duramente.
El amor de Dios por Israel es comparado al amor de un padre
a su hijo (Os. 11, 1) y es más fuerte que el amor de una
madre: "¿Puede una mujer olvidarse del niño que cría o dejar
de querer al hijo de sus entrañas? Pues bien, aunque alguna lo
olvidase, ¡Yo nunca me olvidaría de ti!" (Is. 49,15).
No solamente ama Dios al pueblo de Israel sino que ama a la
humanidad entera: "¡Tanto amó Dios al mundo que le dio a su
Hijo Único!" (Jn.3,16).
Pero San Juan irá todavía más lejos al afirmar "Dios es Amor"
(1 Jn. 4,8). El ser mismo de Dios es Amor.
A diferencia de los amores humanos, el amor de Dios es
eterno: "Los montes se correrán y las colinas se moverán,
mas mi amor de tu lado no se apartará" (Is.54,10)"'Con amor
eterno te he amado" (Jr.31,3).
16. 7. Herejías contra Dios
7.1 Definición de Herejía
Etimológicamente la palabra herejía proviene del griego
"háiresis" (αἵρεσις), que significa "elección" o "grupo de
creyentes" que forman una escuela del pensamiento o
una opinión particular sobre un punto de doctrina
determinado.
Desde el punto de vista religioso, el concepto herejía es
utilizado para expresar la doctrina que entra en conflicto
con el dogma establecido en un sistema de creencias.
En este sentido, la herejía se entiende como una
desviación sobre el contenido de la fe, y puede producir
un cisma o división al interior de la comunidad religiosa,
o conducir a una condena de carácter disciplinario por la
insumisión a la autoridad eclesiástica, considerada
legítima.
17. 7. Herejías contra Dios
7.2 Doctor de la Iglesia (1 Timoteo 6,2b-6; Tito 2,1)
Ser Doctor de la Iglesia es un carisma, fruto del Espíritu
Santo, concedido solo a unos cuantos cristianos para conocer,
discernir, clarificar, comprender y enseñar correcta y
sistemáticamente la Revelación divina, y todo para mantener
unidad en los asuntos de fe y orden en la doctrina cristiana.
Por lo que este carisma fundamenta la sana y recta doctrina de
la Iglesia cristiana católica.
La función que han tenido los Doctores de la Iglesia, quienes
se han distinguido por su sabiduría o erudición y su santidad de
vida, es luchar contra las contra las herejías del
Cristianismo y sentar las bases para una doctrina
auténtica, la cual se ha resumido en los dogmas de fe en los
cuales nosotros creemos. Es importante mencionar que hay
una lista de solo treinta y cinco personas (tres de ellas mujeres)
que han sido reconocidas con la dignidad de Doctor de la
Iglesia.
18. 7. Herejías contra Dios
7.3 El Monarquismo: Surge en el siglo II y constituye un grupo de corrientes
doctrinales, totalmente opuestas entre sí, que tenían como única característica
relacionada la creencia de que Dios era un sólo Rey (monarca) y que no era una
pluralidad de personas (contra la doctrina del Dios uno y trino).
De acuerdo con la concepción trinitaria, Padre, Hijo y Espíritu Santo, son cada
una de las tres personas de la Trinidad, en esta herejía se pretende no hacer
distinciones de tres personas eternas dentro de la naturaleza de Dios, sino que
simplemente se referían a modos o manifestaciones de Dios. En otras palabras,
Dios es un ser individual y único y los diversos términos usados para describirle
(tales como Padre, Hijo y Espíritu Santo) son designaciones aplicadas a sus
diferentes formas de actuar o a las diferentes relaciones que Él tiene para con
el hombre (por ejemplo, afirmaban que el mismo Dios Padre baja a la tierra y
sufrió en la cruz bajo la apariencia del Hijo).
Por ser contrarias a la posición trinitaria de Dios fueron consideradas heréticas
en el Concilio de Alejandría y tuvo como opositores a San Efrén de Siria y San
Hilario de Poitiers. Estas doctrinas fueron resucitadas por las sectas cristianas
del siglo XIX, entre quienes sobresalen los Mormones y los Testigos de Jehová.
19. 7. Herejías contra Dios
7.4 El Arrianismo: Es el conjunto de doctrinas cristianas expuestas por Arrio, un
presbítero de Alejandría, probablemente de origen libio. Esta doctrina sostenía que
Jesús era hijo de Dios, pero no Dios sino creatura suya; por lo tanto, negaba la
eternidad del Verbo, lo cual equivalía a negar su divinidad.
Uno de los primeros y acaso el más importante punto del debate entre los cristianos de
esa época fue el tema de la divinidad de Cristo, que tuvo su origen cuando el
emperador Constantino reconoció el cristianismo como la religión oficial y concedió
libertad de culto para la población romana.
El arrianismo fue condenado como herejía, inicialmente, en el Primer Concilio de Nicea
(325) y, tras varias alternativas en las que era sucesivamente admitido y rechazado, fue
definitivamente declarado como herejía en el Primer Concilio de Constantinopla (381).
No obstante las luchas entre católicos y arrianos, se mantuvo como religión oficial de
algunos de los reinos establecidos por los godos en Europa tras la caída del Imperio
romano de Occidente.
El Arrianismo tuvo como principales opositores a San Ambrosio de Milán, San Atanasio
de Alejandría, San Cirilo de Jerusalén, San Hilario de Poitiers, los Padres Capadocios,
entre otros. Hoy día los Testigos de Jehová sostienen la doctrina arriana sobre
Jesucristo, negando sea Dios mismo (hijo de Dios sí, pero no Dios).
23. CONSECUENCIAS PARA TODA NUESTRA VIDA DE CREER EN
DIOS
1. Es reconocer la grandeza y la
majestad de Dios (Cat. Nº 223).
2. Es vivir en acción de gracias (Cat.
Nº 224).
3. Es reconocer la unidad y la
verdadera dignidad de todos los
hombres (Cat. Nº225).
4. Es usar bien de las cosas creadas
(Cat. Nº 226).
5. Es confiar en Dios en todas las
circunstancias, incluso en la
adversidad (Cat. Nº227).
24. SIGNIFICADO DE LA PATERNIDAD DE DIOS
El mensaje de la paternidad de Dios abre ante el
cristiano las posibilidades de:
1. Vivir ante Dios en actitud de niños: «Yo os
aseguro: el que no reciba el Reino de Dios como
niño, no entrará en él» (Mc 10, 15).
2. Confiar ante el futuro incierto, apoyado en el
cuidado de Dios: «Así que no os preocupéis del
mañana: el mañana se preocupará de sí mismo.
Cada día tiene bastante con su propio agobio»
(Mt 6, 34).
3. Vivir como hermanos con los demás, pues Dios
es Padre de todos: «... Vosotros sois todos
hermanos... uno solo es vuestro Padre: el del
cielo» (Mt 23, 8–9).
25. CUESTIONARIO
1. ¿Qué significa para mi vida decir: «Creo en Dios Padre»?
2. Comparte un breve testimonio en el que hayas experimentado el sentir a Dios como
todopoderoso
3. ¿De qué forma Dios se ha manifestado en tu vida como Creador?
4. ¿Qué acciones del hombre lo convierten más en «esclavo» que en «hijo de Dios»?