Este documento critica el taylorismo, un sistema de gestión que ve a los trabajadores como recursos y prioriza procesos e indicadores sobre las personas. A pesar de que Taylor murió, sus ideas de centralismo, control, desconfianza y rivalidad interna siguen vigentes en muchas empresas, lo que hace que tanto el personal como las propias empresas pierdan. Ha llegado el momento de adoptar un nuevo modelo de gestión.