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Problemas Afectivos Y Trastornos del Comportamiento.pptx
1. UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES IZTACALA
PSICOLOGÍA A DISTANCIA
0304- EL CAMPO APLICADO DE LOS PROCESOS
EN NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES
DOCENTE: MTRO. Miguel Ángel Hernández Balderas
Unidad III. Problemas afectivos y trastornos del
comportamiento.
Alumno: Rubén Aguilar Teran
Grupo 9327
2. TRASTORNOS DE LA
CONDUCTA
La categorización del «trastorno
del comportamiento perturbador
en la infancia y adolescencia»
hace referencia a la presencia de
un patrón de conducta persistente,
repetitivo e inadecuado a la edad
del menor.
Se caracteriza por el
incumplimiento de las normas
sociales básicas de convivencia y
por la oposición a los
requerimientos de las figuras de
autoridad, generando un deterioro
en las relaciones familiares o
sociales (Fernández y Olmedo,
1999).
3. CONCEPTUALIZACIÓN
Los trastornos del comportamiento
perturbador –trastornos de la
conducta– en la infancia y en la
adolescencia comprende:
Un conjunto de conductas que
implican OPOSICIÓN A LAS
NORMAS SOCIALES y a los
AVISOS DE LAS FIGURAS DE
AUTORIDAD, cuya consecuencia
más destacada es el fastidio o la
PERTURBACIÓN, más o menos
crónica, de la convivencia con
otras personas:
• Compañeros
• Padres
• Profesores y
• Personas desconocidas.
4. CARACTERÍSTICAS
• Incumplimiento de las normas
sociales básicas de convivencia.
• Oposición a los requerimientos
de las figuras de autoridad.
• Deterioro en las relaciones
familiares o sociales.
• Las conductas englobadas en
estas categorías son muy
dispares: agresión física o
verbal, desobediencia,
absentismo escolar, consumo de
drogas o robos.
• Existe un continuo en cuanto a
intensidad, severidad, frecuencia
y cronicidad de las conductas
incluidas dentro del trastorno del
comportamiento perturbador.
5. FACTORES QUE INFLUYEN
EDAD Y NIVEL DE DESARROLLO COGNITIVO:
Las conductas valoradas como síntomas de un trastorno en
una determinada edad pueden ser evaluadas como
normales en otra. Así mismo, las conductas problemáticas
suelen presentarse en distinto grado a lo largo del tiempo y
su manifestación varía en función de la edad.
AMBIENTE FAMILIAR:
Por lo regular, el niño no suele tener conciencia del
problema ni experimentar problema alguno. Los niños que
acuden a una consulta especializada lo hacen porque sus
padres, profesores o un médico han mostrado algún tipo de
preocupación por ellos. Por lo tanto, la tolerancia de los
padres, su estilo educativo y sus habilidades para hacer
frente a estas situaciones desempeñan un papel relevante
en la propia definición de los problemas infantiles.
6. Problemas Paterno-
Filiales
Los problemas de relación entre padres e hijos se incluyen en
la categoría de “Otros problemas que pueden ser objeto de
atención clínica” dentro del apartado “Problemas de relación”
en el DSM-V.
Los problemas de relación incluyen patrones de interacción
entre miembros de una unidad relacional que están asociados a
un deterioro de la actividad clínicamente significativo, o a
síntomas de uno o más miembros de una unidad relacional, o a
deterioro de la unidad relacional misma.
Estos problemas pueden exacerbar o complicar el tratamiento
de un trastorno mental en uno o más miembros de la unidad
relacional, pueden ser el resultado de un trastorno mental o
pueden aparecer en ausencia de cualquier otro trastorno.
7. Problemas Paterno-Filiales
El objeto de atención clínica es el patrón de
interacción entre padres e hijos (p. ej., deterioro
de la comunicación, sobreprotección, disciplina
inadecuada) que está asociado a un deterioro
clínicamente significativo de la actividad
individual o familiar o a la aparición de síntomas
clínicamente significativos en los padres o hijos.
Nota de codificación: Especificar Z63.1 si el
objeto de atención clínica es el niño.
8. Comportamiento
Antisocial en la Niñez o
Adolescencia
Este concepto se engloba dentro del apartado de
“Problemas que pueden ser objeto de atención
clínica”.
El comportamiento antisocial en la niñez o adolescencia
se refiere a un comportamiento que NO es producido por
un trastorno mental; incluye COMPORTAMIENTOS
ANTISOCIALES AISLADOS, no como patrón de
comportamiento.
Se calcula que el comportamiento antisocial afecta al 5-15% de
la población general, con cifras algo menores entre niños y
adolescentes. Es más frecuente en áreas urbanas que rurales.
9. Características del
Comportamiento Antisocial en
la Niñez o Adolescencia
Esta categoría abarca comportamientos de muchos
niños y adolescentes que violan derechos de otros.
Los comportamientos más asociados a conducta
antisocial son:
• Actos de agresión y violencia.
• Robos, Mentiras.
• Faltar a clase, fugas de la escuela, problemas
escolares.
• Fugas del hogar, permanencia fuera del hogar
hasta muy avanzada la noche.
• Incorregibilidad, arrestos.
• Intentos de suicidio, abuso de sustancias.
10. Factores de riesgo del
Comportamiento Antisocial en
la Niñez o Adolescencia
Entre los factores de riesgo más frecuentes están:
• El maltrato físico por parte de los padres
• Criminalidad de los padres
• Tendencia del niño a hacia la impulsividad o
conductas hiperactivas
• Fracaso escolar, CI bajo y bajos niveles de
supervisión de adultos.
En cuanto a los factores psicológicos cabe destacar los
niños que sufren privación emocional generan una
autoestima baja e ira inconsciente. Si a los niños no se
les ponen límites, su conciencia es deficiente.
11. Trastorno Negativista
Desafiante
El Trastorno Negativista Desafiante (TND), también
llamado Trastorno Oposicional Desafiante (TOD), se
caracteriza por presentar un patrón recurrente de
conducta hostil, desafiante y desobediente ante
padres y figuras de autoridad.
El inicio del trastorno se da durante la infancia entre
los 4 y 8 años de edad y con más frecuencia en niños
que en niñas, y está caracterizado por la dificultad en
el desarrollo social, emocional y académico, al igual
que en el ámbito familiar.
El TND es objeto de intervención clínica, y junto con
el trastorno disocial, son los trastornos que mayor
repercusión social tienen.
12. Clasificación del Trastorno
Negativista Desafiante
El Manual Diagnóstico y Estadístico de los
Trastornos Mentales (DSM-V) explica el trastorno
negativista desafiante dentro de los trastornos
destructivos del control de los impulsos y de la
conducta, el cual se caracteriza por presentar un
patrón de enfado, actitud desafiante o vengativa,
que dura por lo menos seis meses.
Por otra parte, la Clasificación Internacional de
Enfermedades (CIE-10) lo menciona como el
trastorno disocial desafiante y oposicionista
que refleja comportamientos desobedientes,
provocadores y agresivos ante figuras de
autoridad.
13. Trastorno Disocial o
Trastorno de la
Conducta
El Trastorno Disocial, ahora denominado Trastorno de la
Conducta (DSM-5), es un conjunto persistente de
comportamientos que evolucionan con el tiempo; se
caracteriza por comportamientos en contra de la
sociedad (antisociales) que violan los derechos
básicos de otras personas, las normas sociales y
reglas adecuadas para la edad, más de lo que sería
aceptable para la edad del individuo afectado y las
características de la sociedad en que vive.
Estas manifestaciones van unidas a una serie de
situaciones familiares, sociales y escolares que las
pueden iniciar o mantener: aunque aparecen en etapas
infantiles, pueden continuar en la adolescencia y se
extienden a la edad adulta (en esta etapa se le denomina
trastorno antisocial de la personalidad).
14. Clasificación del Trastorno
Disocial
La CIE 10 considera el trastorno disocial como
una categoría diagnóstica única. Incluye
distintos subtipos de trastorno disocial que
dependerán de la gravedad, del ámbito donde
se producen dichos comportamientos y de la
presencia de relaciones de amistad que la
persona mantiene con sus compañeros. Estos
subtipos son:
a) TD limitado al ámbito familiar
b) TD en niños no socializados
c) TD en niños socializados
d) TD desafiante y oposicionista
e) Otros trastornos disociales y
f) TD sin especificación
15. Factores de riesgo del
Trastorno Disocial
Los factores que contribuyen al desarrollo del TD son los
siguientes:
FACTORES PARENTALES
Se ha encontrado que hay ciertas
características de los padres que
favorecen que sus hijos desarrollen un TD.
(Educación rígida y punitiva, agresión
física o verbal, toxicomanías, trastornos
psiquiatricos, divorcio, etc.).
FACTORES SOCIOCULTURALES
Bajos recursos económicos, Zonas
marginadas, consumo de drogas, falta de
red de apoyo social.
FACTORES PSICOLÓGICOS
Crianza en condiciones caóticas y
negligentes. Los niños suelen ser
malhumorados, agresivos, destructivos e
incapaces de desarrollar la tolerancia a la
frustración, necesaria para las relaciones
maduras.
•FACTORES NEUROPSICOLÓGICOS
•Dificultades en el funcionamiento del
lóbulo frontal del cerebro, lo cual interfiere
con su capacidad de planificar, evitar los
riesgos y aprender de sus experiencias
negativas. Se considera que el
temperamento de los niños tiene origen
genético.
16. MODELOS DE ATENCIÓN
MODELOS EXPLICATIVOS DE
ADQUISICIÓN, DESARROLLO Y
MANTENIMIENTO DE LOS
PROBLEMAS DE CONDUCTA
Las hipótesis actuales sobre la
etiología de los trastornos del
comportamiento perturbador
postulan un origen multicausal.
Los modelos explicativos recientes
dan cuenta de la heterogeneidad
de estos trastornos integrando
aspectos biológicos, psicológicos,
familiares y sociales.
17. Modelo Piramidal de
Desarrollo de Lahey y Loeber
Según el modelo piramidal de Lahey y Loeber (1994) no es
posible comprender un patrón conductual desadaptativo sin
tener en cuenta su evolución que, según ellos, no es aleatoria.
Posteriormente, Loeber y Hay (1997) analizan las secuencias
evolutivas indicando que la edad media en que aparecen los
problemas leves es de siete años, la conducta problemática
moderada tiene lugar sobre los nueve años y medio y los
problemas graves sobre los doce años.
Las relaciones entre estos comportamientos las describen a
través de lo que denominan la “PIRÁMIDE EVOLUTIVA”.
La dimensión horizontal de esta pirámide representa la
prevalencia y la vertical, de abajo a arriba, se refiere a la edad
de inicio de las conductas.
18. Modelo del Procesamiento de la
Información Social de Dodge
El modelo del procesamiento de la información de Dodge
(1993), destaca el papel de los aspectos cognitivos en la
psicopatología infantil y, en concreto, en los trastornos de la
conducta.
Según este modelo, se responde al ambiente con base a las
representaciones cognitivas y experiencias mantenidas con
ese ambiente.
Afirma que las experiencias infantiles interactúan en la
memoria con las estructuras de conocimiento. Estas
estructuras son esquemas derivados de experiencias
tempranas, expectativas sobre sucesos futuros y
vulnerabilidad afectiva.
19. MODELO DEL PROCESAMIENTO DE LA
INFORMACIÓN SOCIAL DE DODGE.
La repetición de estas experiencias
fortalece las estructuras de conocimiento
previas haciendo estos patrones más
automatizados, lo que conduce a un
trastorno de la conducta.
20. Modelo de Patterson
de Interacción
Coercitiva
El modelo de interacción coercitiva propuesto por
Patterson (1982), defiende que las secuencias de
interacción familiar de conductas relativamente poco
importantes (desobediencia, quejas, burlas o gritos:
consideradas en una categoría leve del trastorno
perturbador), proporcionan una base de aprendizaje
para conductas agresivas más graves.
Esta evolución viene determinada por los
reforzamientos proporcionados por los miembros de
la familia en distintas secuencias de interacción que
se repiten una y otra vez a diario.
21. La evolución hacia el comportamiento antisocial
se acentúa por el rechazo de los compañeros de
clase y, en general, por el entorno social del niño.
A esto suele unirse el bajo rendimiento académico
y la baja autoestima.
Estos factores pueden coadyuvar la inclusión en
grupos de compañeros a él, lo que puede
desembocar en el mantenimiento, e incluso
aumento, de conductas antisociales.
22. Modelo de Lynam basado en
el patrón comórbido de
conductas e hiperactividad.
Este modelo se centra en la necesidad de predecir qué niños
con problemas de conducta seguirán desarrollándolos con
mayor gravedad en la edad adulta. Lynam (1996) trata de
identificar a los niños que pueden desarrollar conductas
antisociales.
Específicamente propone que el niño que es hiperactivo y
antisocial tiene un alto riesgo de perseverar en su conducta
antisocial y convertirse en un adulto antisocial desarrollando
una psicopatía.
Propone un modelo que sugiere que la concurrencia de la
hiperactividad y los problemas de conducta pueden representar
un subtipo de trastorno de la conducta perturbadora que puede
describirse como «psicopatía incipiente».
23. Existen estudios que han relacionado psicopatía
en adultos y niños con hiperactividad-
impulsividad-falta de atención. Los psicópatas
del mañana podrían encontrarse entre un
subgrupo de estos niños, y que además,
presentan un trastorno de conducta.
Una de las consecuencias relevantes de este
modelo es la puesta en marcha de estrategias
eficaces de intervención, e implicaría una
revisión en profundidad del tratamiento que
actualmente se ofrece para incluir el tratamiento
farmacológico y una intervención temprana,
sobre todo en lo referente al autocontrol de
impulsos.
24. REFERENCIAS
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escuela. España: Gobierno de Aragón. Recuperado de:
http://www.psie.cop.es/uploads/aragon/Arag%C3%B3n-trastornos-de-conducta-una-guia-
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• Hernández, P. R., & Alonso, V. B. (2010). Trastornos del comportamiento.
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• Monsalve Robayo, A., Mora Caro, L. F., Ramírez López, L. C., Rozo Hernández, V., & Rojas
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