El documento describe el protocolo eclesiástico, incluyendo los tratamientos y precedencias de las autoridades eclesiásticas como el Papa, cardenales, obispos y sacerdotes. También menciona que las ceremonias litúrgicas como los sacramentos, bendiciones y la misa tienen protocolos establecidos y que los símbolos e indumentarias de la iglesia se adaptan a las costumbres regionales.