El documento discute la problemática de juzgar a delincuentes con enfermedades mentales en México, mencionando trastornos como la esquizofrenia y el trastorno bipolar. Propone que para considerar a un delincuente como enfermo mental se requiera la opinión de 4 especialistas, para evitar que personas sanas se hagan pasar por enfermas y reciban una pena menor.