Este proyecto ecológico enseñó a niños de 3 años a cuidar el medio ambiente a través del juego. Se observó que a los niños les gustaba más recoger basura cuando se convirtió en un juego de carreras. Plantar también les interesó porque les gustó explorar la tierra. A través de estas actividades lúdicas, los niños aprendieron a trabajar en equipo y la importancia de proteger el mundo en que viven.