El documento discute tres conceptos clave. Primero, la deconstrucción somete conceptos como la identidad a "borradura" para pensar en el intervalo entre su inversión y surgimiento. Segundo, Foucault argumenta que no necesitamos una teoría del sujeto cognosciente sino una teoría de la práctica discursiva. Tercero, la identificación es un proceso contingente de articulación y sutura en construcción constante, no esencialista sino estratégico y posicional.