Ayuda litúrgica para el Quinto Domingo en el Tiempo de Cuaresma

1. Quinto Domingo en el Tiempo de Cuaresma - C - Marzo 21, 2010
Dejando caer la Piedra
¿Cuántas segundas oportunidades has recibido en tu vida?. Yo he tenido muchas, tantas que he
perdido la cuenta. Supongo que la verdadera pregunta que deberíamos hacer es: ¿Cuántas
segundas oportunidades he dado otros? La voluntad de retener el juicio para dar una segunda
oportunidad, para dejar caer la piedra (por así decirlo), puede ser una verdadera prueba de
nuestro compromiso Cristiano.
PRIMERA LECTURA – ISAÍAS 43: 16-21: Isaías proclamaba la nueva actividad de Dios, un
cambio novedoso en la vida de las personas que requerían confianza.
SALMO 126: El Salmo 126 es una celebración de días buenos, un tiempo para regresar a
Jerusalén y de buenas cosechas.
SEGUNDA LECTURA – FILIPENSES 3:8-14: En su carta a los Filipenses, Pablo admite que
vivía una vida dura, pero que valía la pena el esfuerzo. Su enfoque estaba en el premio, el
llamado del Padre por medio de su Hijo Jesucristo.
EVANGELIO – JUAN 8:1-11: En el Evangelio de Juan 8, Jesús fue confrontado con el caso
de la mujer adúltera y la élite religiosa. Sin embargo, él había retornado la pregunta a los líderes
y le dio a la mujer una segunda oportunidad. ¿Cómo lo hizo él? El declaró a la mujer "sin
culpa".
TEMA DE CATECISMO: En esta semana exploramos la Comunión de los Santos. El Sexto
Mandamiento y la Castidad.
Primera Lectura: Isaías 43:16-21
Mira al futuro
16 Así habla el Señor: el que abrió un camino a través del mar y un sendero entre las
aguas impetuosas; 17 el que hizo salir carros de guerra y caballos, todo un ejército de
hombres aguerridos; ellos quedaron tendidos, no se levantarán, se extinguieron, se
consumieron como una mecha. 18 No se acuerden de las cosas pasadas, no piensen en las
cosas antiguas; 19 yo estoy por hacer algo nuevo: ya está germinando, ¿no se dan cuenta?
Sí, pondré un camino en el desierto y ríos en la estepa. 20 Me glorificarán las fieras
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salvajes, los chacales y los avestruces; porque haré brotar agua en el desierto y ríos en la
estepa, para dar de beber a mi Pueblo, mi elegido, 21 el pueblo que yo me formé para que
pregonara mi alabanza.”
La tradición es importante. Proclama nuestro pasado y define nuestras raíces. Pero la tradición
por el bien de la tradición es tan problemática como un cambio para bien del cambio mismo. La
fe exige que nos aferremos a la sabiduría de la tradición, estando abiertos a las posibilidades que
el cambio trae.
Al pueblo de Israel, que se definía a sí mismo por los acontecimientos del éxodo [16-17], Dios
lo llamó a una nueva apertura. "Olviden el pasado," Dios amonestó a la gente, "Miren lo que
estoy por hacer".
¿Por qué el salvador del éxodo le dice a la gente que olvide el pasado y mire hacia el futuro? A
través de la profecía de Segundo Isaías Dios habló a los exiliados en Babilonia, los
descendientes de aquellos que fueron llevados antes de la destrucción de Jerusalén. Los
exiliados se aferraban a las historias de poder de Dios con el fin de mantener su fe y su identidad
nacional; pero, sin un capitolio o una nación o un templo para su Dios, los Judíos en el exilio
estaban sin esperanza. Sólo la tradición les daba un sentido de lo que eran.
Pero Dios recuerda a sus fieles que la tradición por sí sola no hace que la fe cobre vida. Fe
significa confianza en Dios. Dios crearía un camino a casa a través del desierto con todas las
disposiciones necesarias (es decir, el agua de un río); el retorno sería Pacífico (es decir, los
animales salvajes honrarían al Señor) [19-21]. Al igual que Dios actuó en el éxodo, actuaría en
la vida de los exiliados. Lo que parecía imposible vendría; los exiliados podrían regresar a casa.
La Fe sin esperanza se aferra a una religión atascada en el pasado. La fe que trata de ser
"relevante" para el presente rechazando el pasado es arrastrada lejos sin raíces. Ambas necesitan
centrarse en Dios, en su voluntad y en su poder. La confianza en Dios trae el pasado a la vida,
da significado al presente y esperanza al futuro.
¿Cómo tratas de hacer que tradición cobre vida en tu vida? ¿Cómo has intentado pasar una
tradición viva a otros?
Salmo 126
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3. Quinto Domingo en el Tiempo de Cuaresma - C - Marzo 21, 2010
Buenos Días
Un Cántico de Ascenso Gradual
1 Cuando el SEÑOR hizo volver a los cautivos de Sion, Éramos como los que sueñan. 2
Entonces nuestra boca se llenó de risa, Y nuestra lengua de gritos de alegría; Entonces
dijeron entre las naciones: "Grandes cosas ha hecho el SEÑOR con ellos." 3 Grandes
cosas ha hecho el SEÑOR con nosotros; Estamos alegres. 4 Haz volver, SEÑOR, a
nuestros cautivos, Como las corrientes en el sur. 5 Los que siembran con lágrimas,
segarán con gritos de júbilo. 6 El que con lágrimas anda, llevando la semilla de la
siembra, En verdad volverá con gritos de alegría, trayendo sus gavillas.
¿Cuando fue tu último, "día realmente bueno?" ¿Qué hizo ese día tan memorable?
Algunos días son mejores que otros. Algunas veces nos despertamos y nuestros cuerpos truenan
o nuestro espíritu parece bajo. Sin embargo, hay días cuando el Sol nos calienta y nuestros
corazones están llenos de alegría. Estos son los días cuando levantamos nuestros corazones y las
manos a Dios y decimos, "gracias!"
El Salmo 126 es uno de los salmos de "buen día". Alaba a Dios por dirigir a los fieles a través de
tiempos difíciles y magros. Hay dos temas de agradecimiento entretejidos en el Salmo: 1) la
restauración de la nación (126:1b) y 2) la celebración que espera la lluvia y una cosecha
abundante (126:4, 6). En conjunto, el Salmo pudo haber sido escrito después del regreso de los
exiliados de Babilonia y la restauración del Templo; también podría haber sido un Salmo escrito
para la fiesta de los tabernáculos, una alegre fiesta a principios del otoño que celebraba la
cosecha. La analogía agrícola en 126:4-6 no se podría perder; 126:4 era una oración implícita por
lluvia (la restauración del desierto con una lluvia), mientras 126:5-6 comparaba la recuperación
del lamento (la espiritualidad del exilio de Babilonia?) con la de los agricultores que habían
tenido una gran cosecha.
En la medida que envejecemos, nuestros días malos podrían superar a nuestros días buenos, pero
siempre debemos recordar que los buenos tiempos están por delante. En el espíritu del Salmo
126, nosotros debemos dar gracias a Dios por los buenos días y mirar adelante por días mejores.
Esta es la esencia de la segunda virtud teológica: la esperanza.
¿Cómo mantienes tu esperanza, incluso en los tiempos difíciles? ¿Cómo tus buenos tiempos
fortalecen tu esperanza?
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4. Quinto Domingo en el Tiempo de Cuaresma - C - Marzo 21, 2010
Segunda Lectura: Filipenses 3:8-14
Un Asunto de Niveles de Comodidad
8 Y aún más, yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de
conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por El lo he perdido todo, y lo considero como basura a fin
de ganar a Cristo, 9 y ser hallado en El, no teniendo mi propia justicia derivada de la Ley,
sino la que es por la fe en Cristo (el Mesías), la justicia que procede de Dios sobre la base de
la fe, 10 y conocerlo a Él, el poder de Su resurrección y la participación en Sus
padecimientos, llegando a ser como Él en Su muerte, 11 a fin de llegar a la resurrección de
entre los muertos. 12 No es que ya lo haya alcanzado o que ya haya llegado a ser perfecto,
sino que sigo adelante, a fin de poder alcanzar aquello para lo cual también fui alcanzado
por Cristo Jesús. 13 Hermanos, yo mismo no considero haberlo ya alcanzado. Pero una cosa
hago: olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, 14 prosigo hacia
la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
3: 8 “... incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor, en este sentido, el
conocimiento no era el dominio sobre hechos de fe, sino un conocimiento que provenía de la
intimidad con Cristo. Pablo hizo hincapié en la relación, no en la doctrina.
3:3-11 Esta larga oración en realidad tiene dos cláusulas principales que se reflejan una a otra: 1)
“Por El lo he perdido todo...", y 2) lo considero como basura...”..." Las frases explicativas
también son un reflejo entre sí: 2) "debido al superior conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor" y
2) " a fin de ganar a Cristo y ser hallado en El. En otras palabras, Pablo había subestimado su
vida presente y sus placeres y enfatizaba su relación con Cristo. Para Pablo, no hubo ninguna
comparación entre los dos.
¿Cuál fue el beneficio de Pablo en su relación con Cristo? Tres cosas: En primer lugar, un sentido
de la correcta relación con Dios (es decir, la "justicia" o la "justificación"). En segundo lugar, una
esperanza trascendente que le daba sentido a su vida de trabajo y al odio de sus enemigos (la
asociación con los sufrimientos de Cristo); esta esperanza se basa en una relación íntima,
dinámica con Cristo (conociendo a Cristo y el poder de su resurrección). Tercer lugar, una meta:
la participación en la resurrección de los muertos.
¿3:10, " llegando a ser como Él en Su muerte " qué estaba haciendo Pablo igual para que fuese
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conforme a la muerte de Jesús? Hay dos respuestas posibles: el sufrimiento que Pablo conocía, o
Dios mismo. Como declaraba la nota anterior, Pablo utiliza los sufrimientos de Cristo como una
analogía con la oposición y la persecución que encontró en su Ministerio. Lo que Pablo sufrió,
identificaba los sufrimientos de Cristo. De hecho, Pablo podría haber pensado que sus
sufrimientos por el Evangelio era parte del precio que tenía que pagar para predicar el Evangelio,
igual que la Resurrección representaba la promesa de la resurrección general al fin de los tiempos.
Sin embargo, ¿la voluntad de quién cumplía Pablo predicando el Evangelio y aguantando
persecución? La de Dios, por supuesto.
¿Cómo definimos "predicando el Evangelio"? Una definición cínica, pero popular es "confortar a
los afligidos y hacer sufrir a los que están cómodos". Si alguna vez estuvieras en el extremo de tu
cuerda y necesitaras de las Buenas Nuevas, sabrías que la definición es cierta. Si alguna vez
estuvieras cómodo en tu estilo de vida y las palabras del predicador te resultaran molestas, incluso
hasta el enojo, tú sabrías que la definición es cierta.
Pablo ciertamente sabía que la frase era verdadera. De hecho, vivía molesto como predicador. La
molestia puso su vida en perspectiva. Sus circunstancias presentes era nada en comparación con
su compromiso con el Señor. Los beneficios de la fe obligaban a una distancia con los beneficios
de los placeres momentáneos. En estos versos él enlistaba tres ventajas: sentirse justificado
delante de Dios, una relación personal (es decir, el conocimiento) del Señor Resucitado y una
experiencia del poder que lo resucitó de entre los muertos (el Espíritu).
Pero, mientras Pablo predicó el Evangelio, su promesa no fue plenamente completada en su vida.
Esa podría esperar hasta el final de la vida o el fin de los tiempos. No obstante, Pablo anhelaba
por su cumplimiento. El final de la misión de Pablo conduciría finalmente a su muerte, y su gloria,
Dios llamándolo al hogar en Cristo.
Cuando leemos las Buena Nuevas o escuchamos lo que nos predicó, debería confortarnos en la
necesidad de solaz y de movernos cuando nos sentimos muy cómodos. Sin embargo, las Buenas
Nuevas deben motivarnos a mirar más allá de nuestra existencia actual. Nuestro lugar de interés
debería centrarse en la llamada de Dios hacia arriba, a él mismo.
Si no lo hace, entonces tenemos corazones aletargados o corazones endurecidos. Esto debería ser
una señal de que estamos en necesidad real del Evangelio.
¿Consideras que tu vida es buena? ¿O anhelas por más? ¿Cuál es el contenido de "más?"
¿Dónde se enmarca Dios en tus anhelos?
Evangelio: Juan 8:1-11
Sin pecado a los ojos de Dios
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¿Quién es la persona más honorable que conoces? ¿Por qué es tan honorable esa persona?
¿Qué hace honorable a una persona? ¿Las grandes acciones y los grandes compromisos?
¿Sabiduría y humildad? ¿Confiabilidad y compasión? ¿Una gran reputación? Existen estas y
muchas otras formas para definir a una persona honorable. La lucha por el derecho, la forma
correcta de actuar, la manera correcta de vivir. Esta persona es lo contrario de la pecadora.
¿Qué convierte a un pecador en una persona de honor? Presentado con una pecadora, Jesús
devuelve la pregunta de condena a los honorables líderes de su comunidad, y le dio a la
pecadora la posibilidad de cambio con un simple giro en su punto de vista.
Desafiado con una prueba, Jesús activa la lógica popular en su cabeza. Aquellos que
condenaban eran deshonorables, mientras que a la pecadora se le ofreció un cambio en el honor.
(Después que Jesús enseñó a la multitud, todos se fueron a casa.)
1 Pero Jesús se fue al Monte de los Olivos. 2 Y al amanecer, vino otra vez al templo, y
todo el pueblo venía a Él; y sentándose, les enseñaba. 3 Los escribas y los fariseos
trajeron* a una mujer sorprendida en adulterio, y poniéndola en medio, 4 le dijeron*:
Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo del adulterio. 5 Y en la ley,
Moisés nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres; ¿tú, pues, qué dices? 6 Decían esto,
probándole, para tener de qué acusarle. Pero Jesús se inclinó y con el dedo escribía en la
tierra. 7 Pero como insistían en preguntarle, Jesús se enderezó y les dijo: El que de
vosotros esté sin pecado, sea el primero en tirarle una piedra. 8 E inclinándose de nuevo,
escribía en la tierra. 9 Pero al oír ellos esto, se fueron retirando uno a uno comenzando
por los de mayor edad, y dejaron solo a Jesús y a la mujer que estaba en medio. 10
Enderezándose Jesús, le dijo: Mujer, ¿dónde están ellos? ¿Ninguno te ha condenado? 11
Y ella respondió: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Yo tampoco te condeno. Vete;
desde ahora no peques más."
8:3-4. La mujer en el relato era casada, pero tuvo relaciones con otro hombre. Podemos hacer
esta suposición por dos motivos. En primer lugar, el Torá sólo muestra adulterio mientras una de
las personas casadas tiene relaciones con otra, que no es el cónyuge. La persona no-casada no
viola estos principios de la Ley. En segundo lugar, una esposa era considerada propiedad de su
esposo sin derechos de sí misma. Las relaciones con otro hombre, incluso si la mujer es violada,
avergüenza al marido. Para reivindicar su honor, el hombre tendría que presentar a su esposa
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para ser lapidada en público. El Griego sugiere que la mujer voluntariamente cometió el acto.
Por lo tanto, a los ojos de los acusadores, ella merece el castigo en virtud de la Ley.
8:7. De conformidad con Deuteronomio 17: 6-7, los testigos del crimen tenían que tirar las
primeras piedras, como un medio para terminar sus acusaciones. La Ley requiere dos o más
testigos para apoyar una acusación. Jesús añade una condición a la Ley, los acusadores sin
pecados podrían tirar la primera piedra. Por supuesto, era imposible, puesto que nadie podría
cumplir la Ley perfectamente, nadie podría ser el testigo (sin pecado) perfecto. Los pecadores
acusando a otros de pecado era la cima de la hipocresía.
8:10 "Mujer" es un título de respeto en la cultura Semítica.
En esta hermosa historia, los fariseos retan a Jesús con un dilema moral. Los líderes Judíos
enfrentan el cumplimiento de la Ley de Dios (tradición) contra la compasión (la necesidad
presente). Si Jesús elegía el cumplimiento de la Ley, él podía ser visto como de corazón frío a
los ojos de quienes él asiste: los pecadores. Pero, si elegía compasión, él podría ser visto como
uno de los que irrespetaban la Ley y era "suave" sobre la inmoralidad; la población general
renunciaría a Ley y los dirigentes tendrían motivos suficientes para enjuiciarle. Se trata de un
estrecho caso de "abre y dispara" para los fariseos y una situación de perder para Jesús.
Pero Jesús elige una inesperada ruta central; actuó apático al ponerse a dibujar en el suelo y
devolver la pregunta sobre ellos. Lo escrito puede referirse a un texto Griego de Jeremías 17:13:
"… Los que se apartan de ti serán escritos en el polvo…" Los nombres de los salvados, como
creían los antiguos, se podían escribir en el cielo. [6]
Al darle permiso a la pecadora para cumplir la Ley, Jesús atrapó a los Fariseos en su propio
juego. Tirar una piedra a esas alturas sería un pecado de orgullo. Los perseguidores tendría la
audacia para actuar en el lugar de Dios; esto sería una blasfema en los ojos de la gente, ya que
nadie estaba sin pecado. No es de extrañar entonces porqué los ancianos fueron los primeros en
retirarse avergonzados.! [7-9]
Posiblemente, la mayor ironía de la historia se ha encontrado en la mujer adúltera. La mujer,
atrapada en el acto, se encontraba ante Jesús sin ser juzgada; sería la manera en que Jesús
dejaría a la mujer. Sin juicio, la acusación de pecado no podría ser levantada en su contra, ella
estaba realmente "sin pecado" a los ojos del Señor. Jesús simplemente le dijo que no pecara de
nuevo. [10-11]
(Esta historia ha sido polémica, no en contenido, pero en el lugar. Quitamos estos pasajes y Juan
7:14 - 8:57 fluye sin problemas. Algunos manuscritos colocan esta narración del final de Lucas.
Sin importar donde se coloca la narrativa, la Iglesia siempre la ha reconocido como canónico.
La belleza del pasaje y el mensaje son exclusivamente Cristianos incluso desde los primeros
tiempos).
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Tema de Catecismo: El Sexto Mandamiento y la Castidad
En lugar de condenar a la mujer, Jesús la invitó a regresar a una vida sin pecado, una vida de
honor. Su pecado era adulterio. Su obligación de no pecar otra vez era más que evitar una
situación de la tentación. Ella tenía que convertirse en una mujer casta.
La mujer pecó contra el Sexto Mandamiento. ¿Qué nos enseña el sexto mandamiento? El sexto
mandamiento nos enseña que el amor es la obligación básica para todos. Jesús nos dice que hay
que amar a Dios por encima de todo lo demás y a amar a otros como a nosotros mismos, ya sean
hombres o mujeres. La igualdad del amor nos llama a respetar la dignidad de los demás y a
nosotros mismos, a aceptar especialmente nuestra propia identidad sexual. (2392, 2393)
Jesús invitó a la mujer a volver a una vida casta. ¿Qué es la "castidad? La Castidad es la virtud
de autocontrol en asuntos sexuales. Porque la sexualidad incluye nuestros mundos psicológico,
físico, moral y social, la castidad nos ayuda a integrar estas áreas de una forma saludable. La
Castidad es algo más que decir "no" a los pensamientos o los deseos sexuales; la castidad se
enfoca en la meta de la expresión sexual, el compromiso permanente del matrimonio. Todo el
mundo está llamado a vivir una vida casta, casados o no. (2394, 2395, 2394)
¿Has conocido alguna vez a alguien que cambió su vida totalmente? ¿Desde ser un pecador a
volverse una persona honorable? ¿Qué causó el cambio?
¿Cuántas veces hemos estado "sin pecado" ante el Señor? ¿Cuántas veces podríamos afirmar
honor ante los ojos de Dios? ¿Nunca? Nuestro pasado podría condenarnos, pero delante de Dios
somos inocentes. Como la mujer en el pasaje, estamos sin pecado si estamos dispuestos a recibir
el Don de la Gracia. Porque, sólo la fe en la Gracia de Dios nos convence de que el Padre nos
permitirá estar libres de pecado. Tenemos honor ante él, pero sólo como sus hijos. Deleitémonos
en ese lugar de honor que amablemente nos ha otorgado.
¿Qué ámbitos de tu vida son demasiado críticos? ¿Cómo puedes ver estas áreas a través de los
ojos de Dios? ¿Cómo afecta este cambio de vista a tu visión de la vida?
La comunión de los Santos
Qué es la Comunión de los Santos?
31 Entonces llegaron* su madre y sus hermanos, y quedándose afuera, mandaron llamarle.
32 Y había una multitud sentada alrededor de Él, y le dijeron*: He aquí, tu madre y tus
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hermanos están afuera y te buscan.
33 Respondiéndoles El, dijo*: ¿Quiénes son mi madre y mis hermanos? 34 Y mirando en
torno a los que estaban sentados en círculo, a su alrededor, dijo*: He aquí mi madre y mis
hermanos. 35 Porque cualquiera que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano y
hermana y madre.”
Basado en Marcos 3:31-35
¿Quién es la familia de Jesús? Los verdaderos hermanos y hermanas de Jesús son aquellos que lo
escuchan y hacen la voluntad de Dios. Llamamos a esas personas "Santos". Reunidos, los Santos
forman una comunidad llamada "la comunión de los Santos". Otro nombre para esta comunidad
es la Iglesia.
La Comunión de los Santos mantiene lo que se comparte en común: los Sacramentos
(especialmente la Eucaristía), la obra del Espíritu en la Iglesia y los Actos de Caridad. Los
sacramentos nos juntan de una manera muy especial. Cuando recibimos la comunión, por
ejemplo, compartimos el cuerpo y la sangre de Cristo no sólo con el Señor, sino también unos con
otros. Nos convertimos en uno con Dios y con otros en la Iglesia.
El Espíritu de Dios también nos acerca a otros cristianos. Nos damos cuenta de que el Espíritu de
Dios está trabajando en nosotros, cuando actuamos por el bien de los demás. Ya no actuamos de
manera egoísta. Y, el Espíritu nos ayuda a reconocer a quienes comparten nuestros valores y
creencias. Compartimos la oración y los actos de caridad con los demás. Trabajamos como un
equipo, para servir a las necesidades de todos.
Como miembros de la comunión de los Santos, no estamos solos. Estamos orgullosamente con
otros. Oramos y trabajamos juntos como una manera de invitar a otros a conocer a Dios como
todos lo sabemos.
14 Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad situada sobre un monte no se puede ocultar;
15 ni se enciende una lámpara y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y
alumbra a todos los que están en la casa. 16 Así brille vuestra luz delante de los hombres,
para que vean vuestras buenas acciones y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
Basado en Mateo 5:14-16
Quién pertenece a la Comunión de los Santos?
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10. Quinto Domingo en el Tiempo de Cuaresma - C - Marzo 21, 2010
Temprano en la mañana siguiente, llegó Jesús al Templo. Las personas se hacinaban alrededor de
él. Así que, él se sentó y comenzó a enseñarles. De repente, los líderes religiosos trajeron a una
mujer pecadora. La pusieron frente a todo el mundo. Luego, le dijeron a Jesús, "Maestro,
atrapamos a esta mujer haciendo algo que violó la Ley de Dios. Moisés nos dijo que apedreáramos
a esas mujeres a muerte. Dinos lo que deberíamos hacer!" Dijeron esto para obligar a Jesús a
decir algo que podrían utilizar contra él.
2 Y al amanecer, vino otra vez al templo, y todo el pueblo venía a Él; y sentándose, les
enseñaba.
3 Los escribas y los fariseos trajeron* a una mujer sorprendida en adulterio, y poniéndola
en medio, 4 le dijeron*: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo del
adulterio. 5 Y en la ley, Moisés nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres; ¿tú, pues, qué
dices? 6 Decían esto, probándole, para tener de qué acusarle. Pero Jesús se inclinó y con el
dedo escribía en la tierra.
7 Pero como insistían en preguntarle, Jesús se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté
sin pecado, sea el primero en tirarle una piedra. 8 E inclinándose de nuevo, escribía en la
tierra.
9 Pero al oír ellos esto, se fueron retirando uno a uno comenzando por los de mayor edad, y
dejaron solo a Jesús y a la mujer que estaba en medio. Enderezándose Jesús, le dijo: Mujer,
¿dónde están ellos? ¿Ninguno te ha condenado?
11 Y ella respondió: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Yo tampoco te condeno. Vete;
desde ahora no peques más.”
Basado en Juan 8:2-11
¿Quién pertenece a la Comunión de los Santos? La historia de la esposa infiel nos da una
respuesta. Es la comunidad de los pecadores a quienes Jesús perdona. Esa definición abarca a
muchas personas. La gente en el cielo ya disfruta el perdón de Jesús y la vida con Dios. La gente
en el Purgatorio está lentamente esperando la finalización del perdón de Jesús. Y, en la tierra
nosotros decimos "sí" al perdón mismo que Jesús ofreció a la mujer pecadora.
La gente en la Comunión de los Santos comparte lo que tienen entre sí: sus oraciones y sus actos
de caridad. Esto significa que los Santos en el cielo pueden rogar por nosotros. Y podemos orar y
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11. Quinto Domingo en el Tiempo de Cuaresma - C - Marzo 21, 2010
dedicar los actos de caridad por aquellos en el Purgatorio.
La muerte no separa a aquellos que están en el cielo de nosotros. Y no bloquea nuestras oraciones
de ayuda por aquellos en el Purgatorio. Cuando Jesús se levantó de entre los muertos, había
destruido la muerte y nos daba su vida eterna. Cuando estamos con Jesús, compartimos en su
vida. La misma vida que nos junta con la gente en el cielo y el Purgatorio. Cuando somos uno con
Jesús, somos uno con otros seguidores, sin importar donde se encuentren.
Cuando estamos con Jesús, somos su familia. Somos la Comunión de los Santos. Somos su iglesia
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