La realidad virtual crea entornos virtuales inmersivos que permiten aprender habilidades, entrenar en situaciones peligrosas y simular experiencias. Aunque es cara, los videojuegos y dispositivos más sencillos han popularizado su uso. Se usa también para almacenar archivos de forma compartida y desarrollar plataformas móviles que combinan realidad aumentada y portales web para ofrecer servicios personalizados en ferias.