El documento describe el movimiento "Soy Yo 132" en México, que surgió a través de las redes sociales donde los estudiantes compartieron su indignación. Utilizaron las redes sociales como una herramienta de organización y difusión, convirtiendo una protesta local en un movimiento nacional que exigió la democratización de los medios de comunicación y la libertad de expresión. Las redes sociales funcionaron como nuevos medios para conectar a la gente y organizar el movimiento tanto en línea como cara a cara.