Santa Luisa de Marillac nos muestra: Los escollos a evitar
Reflexión Pastoral 2 - En Honor a la Verdad - Año 2015 - Vol. 1 - Nº 2
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¡No todo es éxito es nuestra vida! Muchas veces recibimos golpes, moretones emocionales y entramos por callejones sin salida,
de los cuales nos toca retroceder. Retrocesos. Nuestra travesía por este mundo está llena de ellos. Y uno llega a
preguntarse. ¿Por qué es así, si estamos en el camino de Yahweh?
Cuando tratamos de buscarle la razón a las cosas adversas que nos suceden, la mayoría de las veces se nos hace difícil
comprender el por qué, y solo nos queda aceptar que hay una voluntad suprema que rige los designios de nuestras vidas.
Muchos suelen llamarle a eso "el destino", pero nosotros tenemos claro que no es otra cosa más que la voluntad de ese ser
supremo y misterioso que la gente acostumbra a llamar "Dios".
Así como la creación se mantiene y sustenta solo por el poder de Yahweh, sin la intervención del hombre, con la misma
soberanía Yahweh rige el destino de la humanidad. Solo así podemos explicarnos todo lo que nos ha tocado vivir en el camino
de Yahweh. La verdad es que en este camino es natural y necesario que atravesemos por tribulaciones y fracasos temporales.
Así lo dice en Hch. 14:22 “Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de YHWH”. Y
también Pablo dijo: "...nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce perseverancia, y la perseverancia
produce aprobación, y la aprobación produce esperanza. (Rom 5:3-4).
Moisés le habló a los israelitas cuando estos se encontraban a las puertas de Kenaan, donde disfrutarían de territorios
altamente productivos, y les explicó el propósito que habían tenido aquellos largos años caminando por el desierto. Él les
dijo: "Acuérdense de todo el camino que Yahweh su Elohim les hizo recorrer en el desierto durante cuarenta años, para
humillarlos y ponerlos a prueba, a fin de conocer sus pensamientos y saber si iban a cumplir o no sus mandamientos". (Deu
8:2). Las aflicciones, que tal vez les llevaron a pensar que nada tenía sentido, eran para probar sus corazones, su visión de lo
que acontecía y su fe. Si confiamos en Yahweh podremos soportar las pruebas y se irá formando en nosotros un carácter de
madurez espiritual.
Así que, por todo lo antes dicho, cuando las cosas se ponen difíciles, cuando siento que el camino se hace duro y que el
espacio se hace estrecho como si me encontrara cercado; entonces regularmente recurro a los recuerdos, y trato de traer a
memoria los buenos momentos vividos. He podido en ocasiones retrotraer y revivir momentos que quedaron grabados en mi
mente y escritos en los registros que de nuestra historia hay. Y en una de esas ocasiones especiales pude ver y escuchar a
muchos de mis hermanos de Casa de Restauración expresar palabras que a mí me llenaron de mucha fuerza,
alegría y motivación para esforzarme y seguir adelante en aquellos momentos. Pude ver a mis hermanos con mucha
disposición de corazón, seguridad y convicción en sí mismos. Tenían decisión, claridad, espiritualidad. Había estabilidad... Y me
volví a sentir orgulloso de ser el pastor de ellos.
Volví a soñar, aunque lo que estaba viendo fue una realidad antes vivida; pero nuevamente se acercó a mí la realidad del
presente, y me gritó al oído con voz ensordecedora: "despierta"... Y lloré al ver aquellas imágenes borrarse lentamente, como
agonizantes. Nuevamente el aguijón del desaliento vino a herir mi vida al notar la triste realidad; pero sin embargo, me dije:
"Si eso pudo ser antes ¿Por qué no puede ser ahora nuevamente? Ya que, aunque la mayoría de los que vi en esas
imágenes, hoy no están aquí, todavía queda un remanente que mantiene con vida esta casa y mantiene viva la esperanza".
Mientras haya vida hay esperanza. Además, Yahweh es el mismo; él dijo en Mal. 3:6 "Yo Yahweh, no cambio..." Por lo
tanto todavía es posible resurgir de entre los escombros y consolidar nuestro ministerio.
Hemos llorado y reído muchas veces; pero por encima de todo está ese sentimiento que nos une mediante un fuerte vínculo
del espíritu y nos hace tercos en seguir adelante creyendo en el propósito de Yahweh para con nosotros. Y es que, en honor
a la verdad, Abba Yahweh debe tener un propósito con nosotros para que todavía, a pesar de las tribulaciones y
fracasos momentáneos, sigamos aquí juntos, existiendo como familia espiritual. De pie y con nuevas ganas de continuar
¡Bendito sea Yahweh!
Leogomez
Año 2015 - Volumen 1 - Nº 2 Caracas, 30 de Marzo