2. 1. - La revolución del 54
La actitud del gobierno moderado logra la oposición de todos: moderados, progresistas y
pueblo, configurándose así una triple revolución que se traduce en un golpe de estado contra los
moderados: pronunciamiento militar de O'Donnell en la Vicalvarada, oposición política con
Manifiesto del Manzanares y revuelta popular en julio, que fuerzan el nombramiento de un viejo
progresista, Espartero.
La oposición moderada era el resultado del agotamiento del régimen: Las élites
económicas, políticas y militares querían una apertura más liberal. Optaron por el
pronunciamiento dirigido por generales moderados, la” Vicalvarada”: O'Donnell fracasa frente a
las tropas del gobierno en Vicálvaro. El fracaso supone el apoyo civil a la conspiración con la
publicación del Manifiesto del Manzanares en julio de 1854, que ampliaba los objetivos
iniciales de los moderados para incorporar a progresistas y demócratas.
O'Donnell, Serrano y un comité civil en el que participa activamente Cánovas del
Castillo establecen como objetivo no solo el cambio del gobierno, sino la modificación del
régimen: conservación del trono pero sin las camarillas que lo desvirtúan, el gobierno con las
leyes, la rebaja de impuestos,elcambio en la ley electoral y de imprenta, la descentralización
del poder, y la milicia nacional, llamamiento a la formación de Juntas, instrumento típico de la
revolución liberal. Era por tanto un llamamiento a la colaboración progresista.
La conspiración progresista se une al pronunciamiento moderado, después de diez años
de marginación del poder. Incorporaban la conspiración civil, con apoyo popular (Juntas,
barricadas y milicia) con el objetivo de cambiar el régimen: acentuación de las libertades, Cortes
constituyentes y cambio de la legislación económica.
La revolución popular se suma a la revuelta. En ella calan los mensajes radicales del
ideario demócrata y republicano: sufragio universal, soberanía popular y cambio del modelo de
estado, mezclado con mensajes de protesta social que tenían mucho que ver con el alza de precios
del 53 y algunos conflictos obreros. La revuelta se expreso en las revueltas del 17 y 19 de julio,
reconducida por el progresista cuando la reina llama a Espartero para gobernar.
Se ponía en marcha el programa progresista de gobierno, fruto del consenso entre liberales, esta
vez a favor de los progresistas. Quedarían excluidos los moderados más conservadores y los
demócratas de las barricadas marginados del proyecto.
2. - La legislación del Bienio
Los progresistas capitalizan la revolución de julio, constituyendo una isla en la larga
trayectoria del moderantismo. Sin embargo el Bienio tuvo más de continuidad que de ruptura, en
el sentido que no se alteraron los fundamentos básicos del doctrinarismo ni del funcionamiento
del Estado liberal: fue más un cambio de gobierno, con ingredientes del progresismo, que de
régimen. Sí se puso en marcha una nueva orientación de la economía que perduraría
posteriormente.
Medidas encaminadas a recuperar la legislación, instituciones y normas de la
anterior etapa progresista: ley de imprenta, ley Municipal, ley electoral, convocatoria de Cortes
Constituyentes, lo que suponía restablecer la legalidad del 37. En general los moderados
aceptaron la situación, ya que el papel de la Corona, la naturaleza y funcionamiento del régimen
no se modificaron. Demócratas y republicanos, que habían planteado la responsabilidad de la
Corona, radicalizan sus posturas.
La Constitución de 1856. No llego a promulgarse (conocida como la non nata) pero es la
expresión mas acabada del liberalismo progresista: establecía el principio básico era la soberanía
nacional, de la que se derivaban todos los poderes; proponía una declaración de derechos
ampliada en sentido político, incluida la libertad religiosa; limitaba el poder de la Corona y del
poder ejecutivo, tratando de potenciar el control y la preeminencia de las Cortes; se ampliaba el
sufragio y se volvía a los ayuntamientos y diputaciones electivos.
Las medidas económicas, una amplia legislación encaminada a la modernización
económica y a la creación del mercado nacional. Supuso un importante esfuerzo para reorientar el
rumbo del capitalismo español y en ello estuvieron de acuerdo tanto moderado como progresistas,
ya que beneficiaba a las élites económicas burguesas. Destacan las siguientes medidas:
• Lev de desamortización municipal de Madoz de 1855. ponía en venta todos los
bienes de "manos muertas", lo que significo acabar con el cambio de propiedad en
sentido capitalista, a la vez que fue un elemento más de frustración para el
campesinado sin tierra contribuyendo al incremento de la conflictividad social.
• La lev de Bancos y Sociedades de Crédito de 1856. pieza básica en la creación del
sistema financiero español que impulso los negocios y la industrialización.
3. • La lev de ferrocarriles de 1855. que organizo la red ferroviaria española poniendo
las bases para la circulación de mercancías.
3. - Los problemas v la derrota de los progresistas:
La conflictividad social. Los progresistas actuaron fundamentalmente en defensa de los
intereses de la burguesía urbana y de las clases medias ascendentes. Partidarios de reformas
limitadas acabaron chocando con las clases populares, en cumpliendo las promesas hechas en la
revolución del 54. La epidemia del cólera, la crisis económica motivada por el alza de los precios,
las tensiones entre patronos y obreros configuran un clima de conflicto social permanente: la
huelga general en Barcelona en 1855(expresión del conflicto obrero-patrono), motines en el
campo y en las ciudades(destrucción de fabricas de harinas y depósitos de grano), siempre
reprimidos con dureza por la guardia civil y el ejército.
Las diferencias internas dentro del progresismo. El progresismo estuvo en permanente
provisionalidad, tanto por la presión de los moderados unionistas, como por la presión de las
clases populares y demócratas. Unos y otros les habían ayudado a llegar al poder. Esto provoco la
división entre los progresistas puros de Espartero y los unionistas de O'Donnell. La escisión se
hizo patente cuando la Reina sustituye a Espartero por O'Donnell, lo que significaba el cambio de
tendencia entre las élites y la Corte para cambiar el rumbo del liberalismo.