7. Escucha activamente las intervenciones de sus hijos y valorar su importancia y su prioridad ante otras tareas.
8. Si estás demasiado ocupada para razonar con él en ese momento, intenta aplazar el momento para más tarde; pídele diez minutos y luego no te olvides de darle las gracias por su paciencia.
9. Evita darle siempre las mismas respuestas para evitar que tu hijo piense que le quitas importancia a las cosas o que le das sermones.
10.
11.
12. No le des tanta importancia a tus versiones de cosas que pasaron hace tiempo. Lo pasado, pasado está y no es necesario que le des tanta importancia a hechos que pueden causar malestar en casa.
13. Elegir el momento y el lugar adecuado para tratar temas importantes, para que no se queden a medias.
14. Y, sobre todo, no abuséis de estructuras como: “Yo tendría que”, “tú tendrías que hacer”…Es preferible un: “qué te parece si…” o un “quizás convenga que…”
15.
16.
17. ¿Qué no deben hacer los padres? que No se puede echar la culpa a los niños, ni a los jóvenes, por algunos de sus malos comportamientos, hay que buscar su origen, para corregirlo. La familia educa dando ejemplo y exigiendo a todos sus miembros Y sobre todo, reconociendo los esfuerzos que hacen todos los componentes por ser mejores.
19. Pensemos..?? ¿Cuál es el problema más grande que tiene la familia Es su descomposición, principalmente motivada por el divorcio de los padres. Los hijos que se han educado frente a esto, tienen muchas probabilidades de continuar con las mismas actitudes de descomposición familiar, pues lo que han visto y sufrido.
20. RCUERDEN. Que la forma fundamental de expresión en la familia es el diálogo pero no es el único. Este diálogo, tanto por exceso como por defecto, produce un distanciamiento entre padres e hijos. Hay padres que intentan crear un clima de diálogo y verbalizar todo, convirtiéndose en interrogadores, a lo que los hijos responden con una actitud evasiva. Tienes que saber diferenciar entre diálogo y monólogo; no le agobies y deja que entienda lo que le dices.