El documento describe la relación entre abogados y clientes, destacando que debe basarse en la confianza, el respeto y la comunicación. El abogado debe respetar las instrucciones del cliente y hacer todo lo posible para representarlo, aunque no esté obligado a ganar el caso. La comunicación es clave para reforzar la confianza entre ambas partes, y el abogado debe informar periódicamente al cliente sobre el progreso del trabajo.