Después de perderse en una fiesta en Namibia, África, el autor encontró varias pistas que lo llevaron a descubrir la cultura de los Topnaar. La primera pista fue una melodía musical que indicaba que estaba cerca de una cultura conectada a la naturaleza. La segunda pista fue una foto que mostró que se encontraba en una ciudad fantasma en Namibia. La tercera pista lo llevó a un hotel costero, acercándolo a la costa de Namibia. La cuarta pista, un papel