Jorge tiene 10 años y sufre de parálisis cerebral profunda y retraso mental, lo que significa que no puede realizar ninguna tarea por sí mismo y requiere ayuda para comer, moverse y bañarse. Su familia tuvo que adaptar su casa para satisfacer sus necesidades médicas, incluida la instalación de una cama y bañera especiales. A pesar de sus limitaciones, Jorge asiste a la escuela para aprender lentamente vocales, letras y formas de comunicarse.