2. Un año más os traemos la revista del C.E.P.A de
Torres de la Alameda.
En este número podréis disfrutar de los relatos
ganadores del Certamen Literario celebrado con
motivo del Día del Libro, cuyo tema ha sido “Lo
inesperado”.
Tema con el cual una de nuestras alumnas ha sido
galardonada con un merecido 2º premio en el XIII
Certamen Literario Intercepas de Madrid.
Tampoco nos podemos olvidar de los carteles
ganadores de este año y la recopilación de
excursiones realizadas en este curso.
No os hacemos esperar más y os invitamos a
disfrutar de la lectura de esta revista que con
tanto cariño se realiza cada año.
¡No dejéis de escribir y seguid creando historias tan
maravillosas como las que llegan a continuación!
¡Bienvenidos!
3. EL DESTINO DE UNA HOJA
Un poco de compañía, eso era lo que le
faltaba a Molly. Esa tarde de invierno
había preparado su bizcocho favorito y
sentía que llevaba mucho tiempo sola
le gustaba quedarse en casa, prefería
salir a pasear. Para ella era un pequeño
aliento de fuerza para su incapacitante
soledad. Un reflejo de algo que algún día
tuvo.
En su juventud fue una chica risueña,
sencilla y apasionada. De finos cabellos
ondulados y un brillo tan especial que
iluminaba todo a su alrededor. Estudió
biología porque le apasionaba cada
pequeña obra de arte de la propia
naturaleza. Se graduó joven y no tuvo
problema para encontrar su primer
empleo. En esa misma línea, un día en
una reunión
de trabajo,
encontró al
amor de su
vida. Lucas,
que la
cautivó desde el primer día, no tardó
mucho en declararle su amor. Se
casaron en pocos meses y su feliz
matrimonio continuó durante años.
En esos años nació Liam, el único hijo de
la pareja. Molly nunca imaginó que
existiera tanto amor. Esa carita
redonda, esa piel tan blanca y
aterciopelada, esos ojos como luceros.
Era un ángel nacido para llenar de gloria
su vida.
Lo crio con un amor y paciencia infinitos.
Todos los fines de semana paseaba
un parque, donde Liam recogía las hojas
más peculiares que se hubiesen caído de
los árboles y Molly se las guardaba con
EL DESTINO DE UNA HOJA
Un poco de compañía, eso era lo que le
faltaba a Molly. Esa tarde de invierno
había preparado su bizcocho favorito y
sentía que llevaba mucho tiempo sola. No
le gustaba quedarse en casa, prefería
Para ella era un pequeño
aliento de fuerza para su incapacitante
soledad. Un reflejo de algo que algún día
En su juventud fue una chica risueña,
sencilla y apasionada. De finos cabellos
dulados y un brillo tan especial que
iluminaba todo a su alrededor. Estudió
biología porque le apasionaba cada
pequeña obra de arte de la propia
naturaleza. Se graduó joven y no tuvo
problema para encontrar su primer
empleo. En esa misma línea, un día en
na reunión
de trabajo,
encontró al
amor de su
vida. Lucas,
que la
cautivó desde el primer día, no tardó
mucho en declararle su amor. Se
casaron en pocos meses y su feliz
matrimonio continuó durante años.
En esos años nació Liam, el único hijo de
Molly nunca imaginó que
existiera tanto amor. Esa carita
redonda, esa piel tan blanca y
aterciopelada, esos ojos como luceros.
Era un ángel nacido para llenar de gloria
Lo crio con un amor y paciencia infinitos.
Todos los fines de semana paseaban por
un parque, donde Liam recogía las hojas
más peculiares que se hubiesen caído de
los árboles y Molly se las guardaba con
mucho cariño en un tarro vacío de
galletas.
no era el hombre que
conocer. Molly le perdonó más de una
infidelidad para salvaguardar el vínculo
familiar. Eran constantes sus
discusiones en casa y estaba decidida a
divorciarse, aunque no daba el paso para
que no lo sufriera su hijo.
Liam tenía ya seis años y
empezado la Educación Primaria. Ese día
le tocaba a Lucas recogerlo del colegio,
se iban alternando según su horario
laboral. Molly llegó a casa pero ellos aún
no. Pensó que se entretuvieron en el
parque, a veces lo hacían. Se relajó un
poco en el sofá, casi se duerme, aunque
advirtió que ya era de noche y de un
saltó se levantó a por el móvil para
llamar a Lucas. Lo llamó y su móvil
estaba desconectado, como veinte veces
más lo llamó sin ninguna suerte. Ya,
bastante preocupada y muy adentrada la
noche, llamó a la Policía.
Las noticias a la mañana siguiente no
fueron muy alentadoras. Le comunican
que su marido cogió un vuelo a Kenia y
que viajaba con su hijo. No podían hacer
nada, la policía no puede actuar en
países donde no se reconocen las Leyes
Internacionales.
Desolada, buscó ayuda, buscó apoyo, no
comprendía que había pasado, porque
Lucas le había destrozado la vida de esa
forma.
mucho cariño en un tarro vacío de
En algún
momento, su
relación con
Lucas se
empezó a
deteriorar,
no era el hombre que ella pensaba
conocer. Molly le perdonó más de una
infidelidad para salvaguardar el vínculo
familiar. Eran constantes sus
discusiones en casa y estaba decidida a
divorciarse, aunque no daba el paso para
que no lo sufriera su hijo.
Liam tenía ya seis años y había
empezado la Educación Primaria. Ese día
le tocaba a Lucas recogerlo del colegio,
se iban alternando según su horario
laboral. Molly llegó a casa pero ellos aún
no. Pensó que se entretuvieron en el
parque, a veces lo hacían. Se relajó un
fá, casi se duerme, aunque
advirtió que ya era de noche y de un
saltó se levantó a por el móvil para
llamar a Lucas. Lo llamó y su móvil
estaba desconectado, como veinte veces
más lo llamó sin ninguna suerte. Ya,
bastante preocupada y muy adentrada la
e, llamó a la Policía.
Las noticias a la mañana siguiente no
fueron muy alentadoras. Le comunican
que su marido cogió un vuelo a Kenia y
que viajaba con su hijo. No podían hacer
nada, la policía no puede actuar en
países donde no se reconocen las Leyes
Desolada, buscó ayuda, buscó apoyo, no
comprendía que había pasado, porque
Lucas le había destrozado la vida de esa
4. Armada de valor y coraje, cogió un vuelo
directo a Kenia. Ya habían pasado varios
días y no estaba dispuesta a quedars
de brazos cruzados. Pasó varias semanas
allí, con sus fotos buscó y preguntó a
cada persona de cada rincón, sufrió
mucho y casi enloqueció. Devastada y
hundida volvió a casa con la frágil
certeza de que no estaba allí y con el
vacío más eterno en su débi
Carente de vitalidad poco a poco se
resignó a no dejar de ver su rostro en
cada niño que pasaba, a seguir viviendo
por inercia, a sentir que su pequeño
estaba entre la gente. Guardaba como
un tesoro su
tarro lleno de
hojas secas,
como pequeños
trofeos de su
amor.
Los años pasaron y ella seguía en su
soledad. Su brilló de apagó como una
llama sin oxígeno, su pelo ondulado
quedó lacio blanquecino, sus ojos tristes
y arrugados de tanta salina en ellos.
Sólo la mantenía con vida agarrarse al
fino hilo de esperanza de volver a ver su
rostro, de decirle todo lo que lo quería.
Así siguió preparando ese bizcocho que
tanto le gustaba y con ternura dibujó
una hoja en él: “- Feliz Cumpleaños mi
niño”, dijo. Hoy cumplía dieciocho años.
Todos los años lo celebraba como si
estuviese junto a él.
Salió de casa y paseó afligida por un
precioso parque donde solía ir con Liam,
el cual, se había convertido en su
refugio rutinario. Recordaba y anhelaba,
sabía que debía pasar página y rehacer
su vida. Lo sabía pero no lo quería. Se
Armada de valor y coraje, cogió un vuelo
directo a Kenia. Ya habían pasado varios
días y no estaba dispuesta a quedarse
de brazos cruzados. Pasó varias semanas
allí, con sus fotos buscó y preguntó a
cada persona de cada rincón, sufrió
mucho y casi enloqueció. Devastada y
hundida volvió a casa con la frágil
certeza de que no estaba allí y con el
vacío más eterno en su débil corazón.
Carente de vitalidad poco a poco se
resignó a no dejar de ver su rostro en
cada niño que pasaba, a seguir viviendo
por inercia, a sentir que su pequeño
estaba entre la gente. Guardaba como
un tesoro su
tarro lleno de
hojas secas,
como pequeños
trofeos de su
amor.
Los años pasaron y ella seguía en su
soledad. Su brilló de apagó como una
llama sin oxígeno, su pelo ondulado
quedó lacio blanquecino, sus ojos tristes
y arrugados de tanta salina en ellos.
Sólo la mantenía con vida agarrarse al
lo de esperanza de volver a ver su
rostro, de decirle todo lo que lo quería.
Así siguió preparando ese bizcocho que
tanto le gustaba y con ternura dibujó
Feliz Cumpleaños mi
niño”, dijo. Hoy cumplía dieciocho años.
Todos los años lo celebraba como si
Salió de casa y paseó afligida por un
ecioso parque donde solía ir con Liam,
el cual, se había convertido en su
refugio rutinario. Recordaba y anhelaba,
sabía que debía pasar página y rehacer
su vida. Lo sabía pero no lo quería. Se
acostumbró a vivir en la añoranza, a sólo
ser un alma en pena,
en el mar que nada sin aliento en busca
de su barco perdido.
Una gota cayó en su nariz y miró hacia el
cielo, estaba muy nublado. “
paraguas…”, lamentó. Corrió para
refugiarse debajo de un árbol.
Detrás de ella alguien abrió c
un paraguas lo cual hizo que una pequeña
y delicada hoja cayese sobre su hombro.
Un chico joven cogió la hoja con
delicadeza, la sostuvo entre sus dedos y
sonriendo le dijo: ¡Podemos guardarla en
el tarro con las demás!
María Jesús Sola Ruiz – Ac
(2º PREMIO CERTAMEN INTERCEPA)
LA VIEJA CHAQUETA
Julián y Amelia vivían en un pueblo muy
tranquilo. Todos los sábados Julián
bajaba al pueblo a echar la partida,
mientras lo que a Amelia le gustaba era
leer. Cuando Amelia se
su novela favorita, unas voces la
hicieron mirar por la ventana: era su
marido. Venía corriendo por la calle.
Cuando llegó, apenas se le entendía, solo
sabía preguntar por su chaqueta de los
domingos. Amelia le preguntaba qué
chaqueta y él seguía insistiendo: “
los domingos”. –
¡Hace mucho
tiempo que en
esta casa no
existen los
domingos! Se nos ha olvidado lo que es
salir juntos a dar una vuelta
Amelia. Él seguía preguntando cada vez
más nervioso. Amelia le explicó que
hacía tiempo que se la dio a un gitano
que vino a por chatarra y aprovechó
acostumbró a vivir en la añoranza, a sólo
ser un alma en pena, como un náufrago
en el mar que nada sin aliento en busca
de su barco perdido.
Una gota cayó en su nariz y miró hacia el
cielo, estaba muy nublado. “- Olvidé el
paraguas…”, lamentó. Corrió para
refugiarse debajo de un árbol.
Detrás de ella alguien abrió con fuerza
un paraguas lo cual hizo que una pequeña
y delicada hoja cayese sobre su hombro.
Un chico joven cogió la hoja con
delicadeza, la sostuvo entre sus dedos y
sonriendo le dijo: ¡Podemos guardarla en
el tarro con las demás!
Acceso a la Universidad.
(2º PREMIO CERTAMEN INTERCEPA)
LA VIEJA CHAQUETA
Julián y Amelia vivían en un pueblo muy
tranquilo. Todos los sábados Julián
bajaba al pueblo a echar la partida,
mientras lo que a Amelia le gustaba era
leer. Cuando Amelia se disponía a abrir
su novela favorita, unas voces la
hicieron mirar por la ventana: era su
marido. Venía corriendo por la calle.
Cuando llegó, apenas se le entendía, solo
sabía preguntar por su chaqueta de los
domingos. Amelia le preguntaba qué
seguía insistiendo: “la de
domingos! Se nos ha olvidado lo que es
salir juntos a dar una vuelta –contestó
seguía preguntando cada vez
más nervioso. Amelia le explicó que
tiempo que se la dio a un gitano
que vino a por chatarra y aprovechó
5. para hacer algo de limpieza. Al escuchar
eso, Julián se desplomó en la silla con las
manos tapándose la cara, a la vez que
decía toda clase de improperios.
Amelia, al verlo tan abatido,
Pero ¡por qué te pones así por una
chaqueta vieja! –La chaqueta llevaba en
el bolsillo un décimo de lotería premiado
–contestó Julián. Amelia no sabía que
decir, pero todo
hubiera sido inútil, él
no la escuchaba. Solo
se quejaba de su mala
suerte.
Amelia llegó a casa
tan cansada como
desmoralizada, pero
eso no la impidió salir
de nuevo otra mañana. No hizo más que
girar la calle cuando alguien la llamó por
su nombre: era una vieja amiga que hacía
muchos años que no se veían. Se
lamentaron las dos amigas de no verse
más a menudo, a lo que Amelia contestó
que la granja la ocupaba todo el tiempo.
Antes de despedirse Amelia preguntó si
sabía de algún chatarrero, le dijo que el
único que conocía vivía a las afueras del
pueblo.
Amelia giró dos veces el camino como le
habían indicado y pronto se encontró
con dos grandes montañas de chatarra.
La casa se hallaba en una pequeña colina.
Siguió caminando unos metros más, pero
dos enormes perros mastines le
cortaron el paso. Amelia se quedó
parada y aterrada de miedo. Alguien los
llamó y los perros obedecieron. Caminó
hacia la casa, en la puerta una mujer la
estaba esperando. Pronto dejó saber
que ella era la dueña de la casa. Amelia
para hacer algo de limpieza. Al escuchar
eso, Julián se desplomó en la silla con las
manos tapándose la cara, a la vez que
decía toda clase de improperios.
Amelia, al verlo tan abatido, exclamó: –
Pero ¡por qué te pones así por una
La chaqueta llevaba en
el bolsillo un décimo de lotería premiado
contestó Julián. Amelia no sabía que
decir, pero todo
hubiera sido inútil, él
no la escuchaba. Solo
se quejaba de su mala
Amelia llegó a casa
tan cansada como
desmoralizada, pero
eso no la impidió salir
de nuevo otra mañana. No hizo más que
girar la calle cuando alguien la llamó por
su nombre: era una vieja amiga que hacía
muchos años que no se veían. Se
amigas de no verse
más a menudo, a lo que Amelia contestó
que la granja la ocupaba todo el tiempo.
Antes de despedirse Amelia preguntó si
sabía de algún chatarrero, le dijo que el
único que conocía vivía a las afueras del
camino como le
habían indicado y pronto se encontró
con dos grandes montañas de chatarra.
La casa se hallaba en una pequeña colina.
Siguió caminando unos metros más, pero
dos enormes perros mastines le
cortaron el paso. Amelia se quedó
miedo. Alguien los
llamó y los perros obedecieron. Caminó
hacia la casa, en la puerta una mujer la
estaba esperando. Pronto dejó saber
que ella era la dueña de la casa. Amelia
le preguntó si su marido se dedicaba a la
chatarra. La mujer lo negó y dijo que
ellos se dedicaban a la venta ambulante,
pero que si le valía de algo, la casa se la
compraron a un señor que se dedicaba a
la chatarra.
De vuelta a casa se dijo que era una
locura seguir buscando, era como buscar
una aguja en un pajar. Las cosas en casa
iban de mal en peor. Julián se levantaba
cuando le parecía. Dejó de trabajar, le
dio por la bebida, hablaba solo y tenía un
humor de perros. Todo lo que pasaba era
culpa de ella.
Viendo que la finca estaba desatendida
y ella no podía hacer ciertos trabajos
Amelia decidió contratar a un hombre,
que le ayudara en las faenas del campo.
Como había mucho trabajo por hacer, le
dejaron una pequeña casa cerca de la
granja.
Era un hombre muy trabajador. Él se
hacía todo, menos coser, por eso un día
le pidió a Amelia que si le podía coser el
forro de un bolsillo de una chaqueta, que
desde que se la compró en un mercadillo
estaba roto. Amelia se ofreció
gustosamente. Cuando tuvo la chaqueta
en sus manos no lo podía creer: era la
chaqueta de su marido. Lo primero que
hizo fue buscar por todos los bolsillos,
pero no había nada. Pensó que era
ingenuo pensar que el décimo podía
estar allí.
Se dispuso a coser el bolsillo, pero a la
tercera puntada la aguja se resistía a
pasar. Amelia cogió las tijeras y empezó
a descoser el bolsillo ¡sí, allí estaba!
Ante sus ojos, salió corriendo en busca
de su marido y le contó lo sucedido. Al
le preguntó si su marido se dedicaba a la
chatarra. La mujer lo negó y dijo que
ellos se dedicaban a la venta ambulante,
pero que si le valía de algo, la casa se la
compraron a un señor que se dedicaba a
De vuelta a casa se dijo que era una
locura seguir buscando, era como buscar
una aguja en un pajar. Las cosas en casa
iban de mal en peor. Julián se levantaba
cuando le parecía. Dejó de trabajar, le
dio por la bebida, hablaba solo y tenía un
humor de perros. Todo lo que pasaba era
Viendo que la finca estaba desatendida
y ella no podía hacer ciertos trabajos,
Amelia decidió contratar a un hombre,
que le ayudara en las faenas del campo.
Como había mucho trabajo por hacer, le
dejaron una pequeña casa cerca de la
Era un hombre muy trabajador. Él se
hacía todo, menos coser, por eso un día
a que si le podía coser el
forro de un bolsillo de una chaqueta, que
desde que se la compró en un mercadillo
estaba roto. Amelia se ofreció
gustosamente. Cuando tuvo la chaqueta
en sus manos no lo podía creer: era la
chaqueta de su marido. Lo primero que
izo fue buscar por todos los bolsillos,
pero no había nada. Pensó que era
ingenuo pensar que el décimo podía
Se dispuso a coser el bolsillo, pero a la
tercera puntada la aguja se resistía a
pasar. Amelia cogió las tijeras y empezó
a descoser el bolsillo ¡sí, allí estaba!
Ante sus ojos, salió corriendo en busca
de su marido y le contó lo sucedido. Al
6. principio no se lo creía pero
evidentemente el décimo era real.
Al día siguiente por la mañana, Julián se
dirigió a la ciudad en busca de una
administración de lotería. Había pasado
tanto tiempo que sería imposible cobrar
el décimo, pero él seguía teniendo
esperanza. Cuando le explicó al lotero su
historia este le dijo que él no podía
hacer nada, pero que lo consultaría con
la administración de loterías, que se
pasara dentro
de unos días.
Al cuarto día
se presentó
en la
administración de loterías. Las piernas
le temblaban. Había puesto tantas
esperanzas... Al verle, el hombre se
colocó las gafas, le miró y sacó del cajón
el décimo. –Jamás ha estado premiado
este décimo –dijo el lotero.
No reaccionó hasta que el aire fresco le
dio en la cara. Cruzó el parque de camino
a casa, tiró el décimo en una papelera.
Con aquel gesto se fueron todas sus
ilusiones. Ya no se podría jubilar, ni
comprarse el coche que siempre había
soñado. Entonces, una voz sonó a su
lado: –Deja de pensar en la gallina de los
huevos de oro y ponte a currar. Amelia,
sin quejarse, es la que ha llevado toda la
carga.
Miró a un lado y a otro esperando ver a
la persona que le conocía tan bien, pero
no había nadie, estaba completamente
solo.
Matilde Ansino Pérez – Enseñanzas Iniciales
Peñas Albas. Villalbilla. (4º PREMIO
CERTAMEN INTERCEPA)
se lo creía pero
evidentemente el décimo era real.
Al día siguiente por la mañana, Julián se
dirigió a la ciudad en busca de una
administración de lotería. Había pasado
tanto tiempo que sería imposible cobrar
pero él seguía teniendo
Cuando le explicó al lotero su
historia este le dijo que él no podía
hacer nada, pero que lo consultaría con
la administración de loterías, que se
administración de loterías. Las piernas
laban. Había puesto tantas
esperanzas... Al verle, el hombre se
colocó las gafas, le miró y sacó del cajón
Jamás ha estado premiado
No reaccionó hasta que el aire fresco le
dio en la cara. Cruzó el parque de camino
décimo en una papelera.
Con aquel gesto se fueron todas sus
ilusiones. Ya no se podría jubilar, ni
comprarse el coche que siempre había
soñado. Entonces, una voz sonó a su
Deja de pensar en la gallina de los
currar. Amelia,
sin quejarse, es la que ha llevado toda la
Miró a un lado y a otro esperando ver a
la persona que le conocía tan bien, pero
no había nadie, estaba completamente
Enseñanzas Iniciales.
4º PREMIO
EL DESTINO YA ESTABA ESCRITO
Los niños estaban jugando en la calle,
cuando vieron llegar un camión de
mudanzas y dos coches, de ellos
bajaron, los padres y los ocho hermanos
de Fernando. Eran los
del edificio de nueve plantas. Justo al
lado vivía Eva. Fernando era el menor y
muy pronto hizo amistad con los niños
del barrio incluida Eva.
Pasaron unos años y esos niños pronto se
convirtieron en adolescentes, del grupo
de amigos empezaron a surgir parejas,
entre ellas la de Eva y Fernando. De
momento como eran muy jóvenes iban en
pandilla, pero cuando cumplieron 16 y 18
años, quisieron formalizar su relación y
como era costumbre en esos años,
Fernando fue a pedir la mano de Eva a
sus padres, pero no dieron permiso, para
gran disgusto de los muchachos. Pero
ellos se dieron palabra que siempre se
querrían.
Por entonces al padre de Eva le
ofrecieron un cambio en el trabajo iban
a abrir una fábrica en Lyon (Francia),
querían que fuera el di
sustancioso aumento de sueldo
Con gran pesar y pena la pareja tuvo que
separarse,
prometieron
escribirse y
llamarse por
teléfono.
Durante un
tiempo así fue, pero la distancia empezó
a enfriar la relación y cortaron.
Fernando continuó con s
hizo arquitecto y más tarde, se fue a su
tierra Hellín (Albacete). Allí conoció a
DESTINO YA ESTABA ESCRITO
Los niños estaban jugando en la calle,
cuando vieron llegar un camión de
mudanzas y dos coches, de ellos
bajaron, los padres y los ocho hermanos
de Fernando. Eran los nuevos porteros
del edificio de nueve plantas. Justo al
lado vivía Eva. Fernando era el menor y
muy pronto hizo amistad con los niños
del barrio incluida Eva.
Pasaron unos años y esos niños pronto se
convirtieron en adolescentes, del grupo
aron a surgir parejas,
entre ellas la de Eva y Fernando. De
momento como eran muy jóvenes iban en
pandilla, pero cuando cumplieron 16 y 18
años, quisieron formalizar su relación y
como era costumbre en esos años,
Fernando fue a pedir la mano de Eva a
adres, pero no dieron permiso, para
gran disgusto de los muchachos. Pero
ellos se dieron palabra que siempre se
Por entonces al padre de Eva le
ofrecieron un cambio en el trabajo iban
a abrir una fábrica en Lyon (Francia),
querían que fuera el director, con un
sustancioso aumento de sueldo.
Con gran pesar y pena la pareja tuvo que
tiempo así fue, pero la distancia empezó
a enfriar la relación y cortaron.
Fernando continuó con sus estudios y se
hizo arquitecto y más tarde, se fue a su
tierra Hellín (Albacete). Allí conoció a
7. una chica y a su debido tiempo se
casaron y tuvieron hijos.
Eva no llegó a casarse, dedicaba su
tiempo al trabajo, sus padres y sus
amistades. Era peluquera
prestigiosa peluquería de Lyon.
Durante esos años nunca coincidieron
cuando iban de vacaciones a Valencia
que era donde vivían sus familias.
Aunque sí sabían de sus vidas a través
de ellas.
Cuando al padre le llegó la jubilación,
volvieron a Valencia tenían unos ahorros
y dio la casualidad que la vivienda que
vendieron cuando se fueron
venta y la compraron.
Eva se dedicó a buscar trabajo y una
vez que entro en una peluquería a buscar
uno, la dueña le dijo que la traspasaba y
no lo pensó, era su ilusión tener su
propia peluquería y en cuanto llegaron a
un acuerdo la compró. Pronto tuvo éxito
por sus bonitos cortes y peinados tan
modernos y consiguió una gran clientela.
Por su parte a Fernando las cosas no le
iban bien, había enviudado po
desgraciado accidente de coche, que
mató a su esposa y a él le había dejado
graves secuelas. Esto le estaba
sumiendo en una profunda depresión,
sus hijos le animaron a que hiciera un
viaje, y eso hizo se fue un tiempo a
Valencia donde vivían sus padre
poco mayores.
Y pasó lo inesperado cuando un día, Eva
echando el
cierre a su
negocio y se
dio la vuelta
se topó de bruces con un señor que
una chica y a su debido tiempo se
Eva no llegó a casarse, dedicaba su
tiempo al trabajo, sus padres y sus
amistades. Era peluquera de una
prestigiosa peluquería de Lyon.
Durante esos años nunca coincidieron
cuando iban de vacaciones a Valencia
que era donde vivían sus familias.
e sus vidas a través
Cuando al padre le llegó la jubilación,
cia tenían unos ahorros
y dio la casualidad que la vivienda que
vendieron cuando se fueron estaba en
Eva se dedicó a buscar trabajo y una
vez que entro en una peluquería a buscar
uno, la dueña le dijo que la traspasaba y
ó, era su ilusión tener su
propia peluquería y en cuanto llegaron a
un acuerdo la compró. Pronto tuvo éxito
por sus bonitos cortes y peinados tan
modernos y consiguió una gran clientela.
Por su parte a Fernando las cosas no le
iban bien, había enviudado por un
desgraciado accidente de coche, que
mató a su esposa y a él le había dejado
graves secuelas. Esto le estaba
sumiendo en una profunda depresión,
sus hijos le animaron a que hiciera un
viaje, y eso hizo se fue un tiempo a
sus padres ya un
Y pasó lo inesperado cuando un día, Eva
estaba
echando el
cierre a su
negocio y se
dio la vuelta
se topó de bruces con un señor que
pasaba, enseguida se reconocieron, era
Fernando.
¡Qué alegría! Después de tanto tiempo,
se fueron a dar un largo paseo y
quedaron para volver al día siguiente. Y
pasaron tres semanas que se pasaron
volando. Pero el trabajo de Fernando le
reclamaba. Desde entonces se llamaban
y en cuanto podían uno u otro viajaba
para verse. Fernando no sabía si hacía
bien pues solo hacía un año y medio que
había enviudado, pero sus hijos lo veían
tan a gusto con Eva que les parecía
estupendo que rehiciera su vida.
Cuando pasó un tiempo prudente
decidieron casarse, unas de las cosas
que más ilusión la hacía a Eva era que el
párroco que la bautizó y con el que tomó
la primera comunión es que la
consintió en ello.
La boda fue el día más feliz de su vida,
cogida del brazo de su padre, entró
radiante de felicidad, donde la esperaba
Fernando. La vida
continuó, Eva con la
peluquería y a
Fernando no le
faltaban proyectos.
El matrimonio
quería un hijo
propio pero Eva tenía problemas y
decidieron adoptar. En ello estaban
cuando un día encontraron en el portal
un recién nacido abandonado,
llevaron a un centro, per
arreglaron los papeles y en poco tiempo
tenían al pequeño en su casa. Y para su
sorpresa la historia volvió a repetirse
esta vez con una niña a los dos años,
salió hasta en los periódicos de la época,
pero pronto se olvidó y formaron una
se reconocieron, era
¡Qué alegría! Después de tanto tiempo,
ar un largo paseo y
quedaron para volver al día siguiente. Y
pasaron tres semanas que se pasaron
volando. Pero el trabajo de Fernando le
reclamaba. Desde entonces se llamaban
y en cuanto podían uno u otro viajaba
para verse. Fernando no sabía si hacía
pues solo hacía un año y medio que
había enviudado, pero sus hijos lo veían
tan a gusto con Eva que les parecía
estupendo que rehiciera su vida.
Cuando pasó un tiempo prudente
decidieron casarse, unas de las cosas
que más ilusión la hacía a Eva era que el
párroco que la bautizó y con el que tomó
la primera comunión es que la casara y él
La boda fue el día más feliz de su vida,
cogida del brazo de su padre, entró
radiante de felicidad, donde la esperaba
Fernando. La vida
con la
peluquería y a
Fernando no le
faltaban proyectos.
El matrimonio
quería un hijo
propio pero Eva tenía problemas y
decidieron adoptar. En ello estaban
cuando un día encontraron en el portal
un recién nacido abandonado, se lo
llevaron a un centro, pero ellos
arreglaron los papeles y en poco tiempo
tenían al pequeño en su casa. Y para su
sorpresa la historia volvió a repetirse
esta vez con una niña a los dos años,
salió hasta en los periódicos de la época,
pero pronto se olvidó y formaron una
8. bonita familia. Al tiempo se supo que
eran hermanos. Fueron 36 años divinos y
felices rodeados de sus hijos y nietos.
Hasta que un infarto se llevó a
Fernando. Una tarde de verano
estábamos sentadas unas vecinas
tomando el fresco, cuando pasó Eva, se
paró a hablar con nosotras, hablamos de
muchas cosas, hasta que salió el tema de
los destinos que nos esperaba en la vida
y ella dijo que su destino ya había sido
escrito.
Amparo García Montañana. Enseñanzas Iniciales.
Los Santos de la Humosa. (Premio Certamen
Literario 2019)
AYUDAR SIEMPRE ES BONITO
Empiezo este relato para resaltar una
de las causas que a mi más feliz me
hacen sentir en mi existencia, que es el
trato que tengo con las mujeres. Pues
cuando estoy con ellas me siento a
y feliz y me gustaría que
sintieran igual conmigo, por eso no
comprendo que haya tantas mujeres que
reciban malos tratos, pues me hace
pensar que esos hombres no pueden
estar bien psíquicamente, pues en mi
vida a la persona que más he querido ha
sido a una mujer que era mi madre. Sé y
creo que ella me quería a mi más. Creo
que las leyes deberían apoyar más a las
mujeres, porque son muchos los casos
que están
pasando, como
el caso de la
manada.
Mirándolo bien
la conclusión
que yo saco es que no es necesario,
porque hoy tener a una mujer creo que
vale treinta euros. Pienso que a la
lia. Al tiempo se supo que
Fueron 36 años divinos y
felices rodeados de sus hijos y nietos.
Hasta que un infarto se llevó a
Fernando. Una tarde de verano
estábamos sentadas unas vecinas
tomando el fresco, cuando pasó Eva, se
con nosotras, hablamos de
muchas cosas, hasta que salió el tema de
los destinos que nos esperaba en la vida
y ella dijo que su destino ya había sido
Amparo García Montañana. Enseñanzas Iniciales.
Premio Certamen
AYUDAR SIEMPRE ES BONITO
Empiezo este relato para resaltar una
de las causas que a mi más feliz me
hacen sentir en mi existencia, que es el
trato que tengo con las mujeres. Pues
cuando estoy con ellas me siento a gusto
y feliz y me gustaría que ellas se
sintieran igual conmigo, por eso no
comprendo que haya tantas mujeres que
reciban malos tratos, pues me hace
pensar que esos hombres no pueden
estar bien psíquicamente, pues en mi
vida a la persona que más he querido ha
madre. Sé y
creo que ella me quería a mi más. Creo
que las leyes deberían apoyar más a las
mujeres, porque son muchos los casos
que yo saco es que no es necesario,
a una mujer creo que
vale treinta euros. Pienso que a la
“Manada” les hubiera salido mucho más a
cuenta comprar a una prostituta que el
viaje desde Sevilla a Pamplona, pues los
gastos en alcohol y drogas son los
causantes de este caso. Al tomar estas
mezclas se pierde la serenidad y
paciencia.
Dice un
refrán que
la paciencia
es la
compañera
de la
sabiduría, así que muchas cosas no ven
con buenos ojos que a la hora de juzgar
a los causantes haya algunos jueces que
no vean culpabilidad en los hechos que
muchos otros vimos. Por lo tanto
mientras no cambien la justicia seguiré
estando a favor de ellas porque además
de ser justo es agradable, y ellas te lo
agradecen al saber que también hay
hombres que piensan como ellas.
No sé si será porque yo tengo un hijo y
cuatro hijas, pero creo que no, porque si
fuese al contrario seguiría pensando lo
mismo. Porque amarlas a ellas es como
amarse a sí mismo y es el comienzo de
una aventura que dura toda la vida.
Si mis hijos leen esto, tanto él como
ellas, creo que me darán la razón. Porque
no podemos cambiar y no podemos dejar
de ser como somos en tanto no nos
aceptemos tal como somos. Por lo tanto
seguiremos luchando por una causa justa
tanto ellas como muchos h
conseguir una sociedad más unitaria.
Cuando eso se consiga
seguiremos apoyando a otros países que
se encuentren en una situación parecida.
Si no acaban con este planeta llegará el
les hubiera salido mucho más a
cuenta comprar a una prostituta que el
viaje desde Sevilla a Pamplona, pues los
gastos en alcohol y drogas son los
causantes de este caso. Al tomar estas
las se pierde la serenidad y
así que muchas cosas no ven
con buenos ojos que a la hora de juzgar
a los causantes haya algunos jueces que
no vean culpabilidad en los hechos que
hos otros vimos. Por lo tanto
mientras no cambien la justicia seguiré
estando a favor de ellas porque además
de ser justo es agradable, y ellas te lo
agradecen al saber que también hay
hombres que piensan como ellas.
No sé si será porque yo tengo un hijo y
cuatro hijas, pero creo que no, porque si
fuese al contrario seguiría pensando lo
mismo. Porque amarlas a ellas es como
amarse a sí mismo y es el comienzo de
una aventura que dura toda la vida.
Si mis hijos leen esto, tanto él como
ellas, creo que me darán la razón. Porque
no podemos cambiar y no podemos dejar
de ser como somos en tanto no nos
aceptemos tal como somos. Por lo tanto
seguiremos luchando por una causa justa
tanto ellas como muchos hombres, hasta
conseguir una sociedad más unitaria.
Cuando eso se consiga en este país
seguiremos apoyando a otros países que
se encuentren en una situación parecida.
Si no acaban con este planeta llegará el
9. día en que no habrá fronteras, y todos
estaremos con todos para juntarnos y
no separarnos. Si algún día esto llega a
ser verdad no tendremos miedo al
fracaso, porque el que tiene miedo al
fracaso empieza a fracasar. Para
terminar diré que una vez dijo un sabio
“que el niño que fuiste no se avergüence
del adulto que eres ahora”.
Justo Hurtado. Enseñanzas Iniciales. Peñas
Albas. Villalbilla. (Premio Certamen Literario
2019)
LOS LIBROS
Cuando era pequeña, y mis padres me
contaban esas historias que están en los
cuentos, esas historias que me narraban
una y otra vez, y que me las leían tantas
veces que, sin haber aprendido a leer
aún, ya sabía en el momento exacto que
había que pasar de página, porque ya me
las sabía de memoria.
Esas historias que me transportaban a
mundos imaginarios y con las que
quedaba dormida
pensando…. ¿
yo fuera la
princesa de ese
cuento?
Desde esos
comencé a amar los libros, y según fui
creciendo, mi interés por ellos también
crecía.
Pensaba… ¿Qué sería de los palacios, de
las casa señoriales, de los lug
hubiera detrás un libro que nos contara
todas las historias que vivieron, de lo
que allí ocurrió, de las batallas, con sus
victorias y sus derrotas, de las
conspiraciones para poder derrotar al
día en que no habrá fronteras, y todos
con todos para juntarnos y
no separarnos. Si algún día esto llega a
ser verdad no tendremos miedo al
fracaso, porque el que tiene miedo al
fracaso empieza a fracasar. Para
terminar diré que una vez dijo un sabio
que el niño que fuiste no se avergüence
Justo Hurtado. Enseñanzas Iniciales. Peñas
Premio Certamen Literario
Cuando era pequeña, y mis padres me
contaban esas historias que están en los
cuentos, esas historias que me narraban
leían tantas
veces que, sin haber aprendido a leer
aún, ya sabía en el momento exacto que
había que pasar de página, porque ya me
Esas historias que me transportaban a
mundos imaginarios y con las que me
quedaba dormida
pensando…. ¿Y si
yo fuera la
princesa de ese
cuento?
Desde esos
primeros
momentos
comencé a amar los libros, y según fui
creciendo, mi interés por ellos también
Qué sería de los palacios, de
las casa señoriales, de los lugares? Si no
hubiera detrás un libro que nos contara
todas las historias que vivieron, de lo
que allí ocurrió, de las batallas, con sus
victorias y sus derrotas, de las
conspiraciones para poder derrotar al
enemigo, de los amores prohibidos que
vivieron aquellas paredes…
Y llegó la adolescencia, y con ella, una
rebeldía que no entendía ni yo misma.
¿Por qué tenía que estar todo el mundo
equivocado? Pero los libros fueron uno
de mis principales apoyos para entender
lo que me pasaba.
A esos objetos tan frági
significados y que no hay pueblo o
familia que no posea en mayor o menor
medida y que forman parte de su
tesoro cultural, son la primera
aportación al conocimiento, analizando el
valor de sus relatos, de los juegos, de
los oficios que se
lenguas que cada día desaparecen
empobreciendo nuestro legado cultural y
de los planes para educar a las futuras
generaciones.
Los libros me han acompañado a lo largo
de mi vida, ayudándome siempre a salvar
una situación, ya fuera la so
interminables horas de hospital, las
fórmulas variadas de cocinar y
transformar alimentos, o simplemente
volviendo a leer a mi hija una y otra vez
los cuentos que la hacen re
quedarse dormidita. ¡Ojalá
mismo amor que yo por ellos.
En estos últimos años, con el acceso a
Internet, el uso de muchos libros, como
enciclopedias, diccionarios o guías de
viaje, se han quedado obsoletos, pero
enemigo, de los amores prohibidos que
ellas paredes…
Y llegó la adolescencia, y con ella, una
rebeldía que no entendía ni yo misma.
¿Por qué tenía que estar todo el mundo
equivocado? Pero los libros fueron uno
de mis principales apoyos para entender
A esos objetos tan frágiles, tan ricos en
significados y que no hay pueblo o
familia que no posea en mayor o menor
y que forman parte de su
tesoro cultural, son la primera
aportación al conocimiento, analizando el
valor de sus relatos, de los juegos, de
extinguen, de las
lenguas que cada día desaparecen
empobreciendo nuestro legado cultural y
de los planes para educar a las futuras
Los libros me han acompañado a lo largo
de mi vida, ayudándome siempre a salvar
una situación, ya fuera la soledad, las
interminables horas de hospital, las
fórmulas variadas de cocinar y
transformar alimentos, o simplemente
volviendo a leer a mi hija una y otra vez
los cuentos que la hacen relajarse y
quedarse dormidita. ¡Ojalá¡ ella sienta el
por ellos.
En estos últimos años, con el acceso a
Internet, el uso de muchos libros, como
enciclopedias, diccionarios o guías de
viaje, se han quedado obsoletos, pero
10. para mí particularmente el tener en las
manos un buen libro y sumergirme en sus
páginas, esperando sin esperar lo
inesperado, es uno de los mayores
placeres que una persona puede
experimentar.
María Ángeles Llorente González. Torres de la
Alameda. Nivel II Secundaria
Certamen Literario 2019)
EL RELOJ
Hace más de mil años, una señora de
ciudad que estaba casada y tenía dos
hijos gemelos, se quedó viuda porque su
marido murió en un accidente y cuando
esto sucedió la señora dejó su ciudad y
su familia, porque estaba enfadado con
la ciudad.
Se marchó con sus hijos a un pueblo
pequeño, muy lejos. Allí vivía en una casa
baja, cerca del mar. No conocía a nadie,
pero le gustaba mucho la casa porque
era muy antigua y estaba amueblada con
cosas de madera. También tenía un reloj
de madera, que ya no funcionaba.
vivía feliz con sus hijos, lejos de sus
padres, que no sabían nada de ella. Ellos
siempre estaban
preocupados por ella.
Un día el Reloj viejo
comenzó a funcionar.
Ella pensó:
que este reloj funcione
si no creo que va a
pasar algo. Después de dos días llegó su
hermano de turismo. Él estaba dando un
paseo cerca del mar cuando vio a su
hermana y a sus sobrinos. Los dos se
quedaran sorprendidos, con los ojos
llenos de lágrimas. Se abrazaron muy
contentos y emocionados. A él también
le gustaría mucho vivir allí. Los niños
para mí particularmente el tener en las
manos un buen libro y sumergirme en sus
esperando sin esperar lo
inesperado, es uno de los mayores
placeres que una persona puede
. Torres de la
Nivel II Secundaria. (Premio
una señora de
ciudad que estaba casada y tenía dos
hijos gemelos, se quedó viuda porque su
marido murió en un accidente y cuando
esto sucedió la señora dejó su ciudad y
su familia, porque estaba enfadado con
sus hijos a un pueblo
pequeño, muy lejos. Allí vivía en una casa
baja, cerca del mar. No conocía a nadie,
pero le gustaba mucho la casa porque
era muy antigua y estaba amueblada con
cosas de madera. También tenía un reloj
de madera, que ya no funcionaba. Allí
vivía feliz con sus hijos, lejos de sus
padres, que no sabían nada de ella. Ellos
siempre estaban
preocupados por ella.
Un día el Reloj viejo
comenzó a funcionar.
Ella pensó: qué raro
que este reloj funcione
si no creo que va a
Después de dos días llegó su
hermano de turismo. Él estaba dando un
paseo cerca del mar cuando vio a su
hermana y a sus sobrinos. Los dos se
quedaran sorprendidos, con los ojos
llenos de lágrimas. Se abrazaron muy
emocionados. A él también
gustaría mucho vivir allí. Los niños
estaban muy felices porque su tío se
quedaría con ellos y los abuelos también
irían a vivir allí. Así podrían vivir todos
juntos de nuevo. Serían muy felices en
ese lugar tan bonito.
Y el cuento colorado ya se ha acaba
Nassima el Faddali Torres de la Alameda.
Enseñanzas Iniciales.
Literario 2019)
CAPERUCITA DEL SIGLO XXI
Caperucita Roja cumplió
deseados para ella.
Ya era mayor de edad. Había terminado
de estudiar. Sus amiga
y ella planearon una
fiesta. Cuando ya por la
noche se marchaba a la
fiesta cogió su abrigo
rojo que era lo que a
ella la caracterizaba y
se dispuso a salir.
Cuando iba a salir su abuela se acercó a
ella y le dio una bufanda y le dijo que no
volviera muy tarde, que al día siguiente
tenía que hacer unas magdalenas.
También le dijo que lo pasara bien.
dio un beso en la frente y la volvió
felicitar.
Lo inesperado para ella fue que su
abuelita no le dijera que tuviese cuidado
otra vez y que tuviese
“lobos”, que la acompañase alguna amiga
o que cogiera un taxi.
En el restaurante, cenaron, bailaron, se
rieron… Miró al reloj y vio que era
demasiado tarde.
Salió corriendo sin decir nada a sus
amigas. Cogió su abrigo
para su casa. Tenía que atravesar un
bulevar que cruzaba toda la calle.
estaban muy felices porque su tío se
quedaría con ellos y los abuelos también
irían a vivir allí. Así podrían vivir todos
juntos de nuevo. Serían muy felices en
Y el cuento colorado ya se ha acabado.
Torres de la Alameda.
Enseñanzas Iniciales. (Premio Certamen
DEL SIGLO XXI
cumplió 18 años, tan
Ya era mayor de edad. Había terminado
Sus amigas
y ella planearon una
Cuando ya por la
noche se marchaba a la
fiesta cogió su abrigo
rojo que era lo que a
ella la caracterizaba y
Cuando iba a salir su abuela se acercó a
ella y le dio una bufanda y le dijo que no
y tarde, que al día siguiente
tenía que hacer unas magdalenas.
También le dijo que lo pasara bien. Le
dio un beso en la frente y la volvió a
Lo inesperado para ella fue que su
abuelita no le dijera que tuviese cuidado
y que tuviese cuidado con los
“lobos”, que la acompañase alguna amiga
o que cogiera un taxi.
En el restaurante, cenaron, bailaron, se
Miró al reloj y vio que era
do sin decir nada a sus
Cogió su abrigo rojo y marchó
su casa. Tenía que atravesar un
r que cruzaba toda la calle. Con la
11. mirada fija en su dirección,
vez en cuando para atrás.
Corría y corría, pero los nervios se
apoderaban de ella.
El miedo no la dejaba correr.
momento no se había encontrado con
ningún “lobo” de los que pululaban por
allí, que atacaban y hasta te mataban.
Esto lo sabía por las noticias y los
periódicos. Cuando giró para su calle,
Caperucita ya estaba contenta. Le
quedaban escasos metros para su casa y
no creía que en ese pequeño trayecto la
fueran a atacar.
Introdujo la llave en la cerradura de la
puerta y empujó la puerta.
¡Inesperadamente sintió que tenía a
alguien detrás!
Se asustó mucho y cerró los ojos.
una voz dulce y un gracias la hizo
volverse.
Era su vecino que se había dejado la
llave en casa y no quería despertar a sus
padres.
Por la mañana su abuela le preguntó que
qué tal lo había pasado y si no se habí
encontrado con algún “lobo”. Caperucita
dijo que no. Su abuela le dijo que ella
luchó mucho hace años para que no
hubiese “lobos”.
Carmen Vicente Juarranz. Santorcaz.
Enseñanzas Iniciales. (Premio Certamen
Literario 2019)
mirada fija en su dirección, miraba de
Corría y corría, pero los nervios se
correr. De
encontrado con
ululaban por
que atacaban y hasta te mataban.
las noticias y los
Cuando giró para su calle,
Caperucita ya estaba contenta. Le
quedaban escasos metros para su casa y
en ese pequeño trayecto la
ntrodujo la llave en la cerradura de la
sintió que tenía a
Se asustó mucho y cerró los ojos. Pero
una voz dulce y un gracias la hizo
su vecino que se había dejado la
llave en casa y no quería despertar a sus
Por la mañana su abuela le preguntó que
qué tal lo había pasado y si no se había
encontrado con algún “lobo”. Caperucita
Su abuela le dijo que ella
hace años para que no
. Santorcaz.
Premio Certamen
FANTASÍA
Queridos lectores,
Soy de una aldea y dependemos del
campo para subsistir, así que en las
cosechas del pueblo
tanto hombres como mujeres y
mozalbetes. En el camp
todo, tanto desmoch
escardar, azufrar y
para luego venderlas.
Lo último del año es coger olivas. Un año
lo estábamos pasando muy bien.
Recuerdo cuando se ponían de broma en
los almuerzos o comidas, daba gusto de
verlos con esa armonía que tenían todos
y nada les sentaba mal.
Nos separaron a Milagros y a mí a coger
suelos. Estábamos ya casi terminando de
coger todas las
aceitunas con los
cubos llenos cuando
sentimos un gran
estruendo y ¡madre
mía! ¡tierra,
trágame! y nunca
mejor dicho, caímos
unos diez metros por
un boquete que se
abrió en el suelo. Caímos con olivo y
todo.
Estábamos un poco asustadas y con las
rodillas doloridas, pero como el s
estaba encima de nosotras, pudimos ver
lo que nos rodeaba. Había un arroyo por
el que no se apreciaba para dónde iba el
agua, y allí vimos unas piedras que había
alrededor del agua que brillaban cuando
el sol se reflejaba en ellas.
Los compañeros al no
de reír se acercaron a ver qué pasaba y
se llevaron un gran susto, cuando
Soy de una aldea y dependemos del
campo para subsistir, así que en las
cosechas del pueblo participamos todos,
tanto hombres como mujeres y
mozalbetes. En el campo he hecho de
todo, tanto desmochar maíz, como
escardar, azufrar y desmatar patatas
para luego venderlas.
Lo último del año es coger olivas. Un año
lo estábamos pasando muy bien.
rdo cuando se ponían de broma en
los almuerzos o comidas, daba gusto de
verlos con esa armonía que tenían todos
y nada les sentaba mal.
Nos separaron a Milagros y a mí a coger
suelos. Estábamos ya casi terminando de
coger todas las
aceitunas con los
llenos cuando
sentimos un gran
estruendo y ¡madre
mía! ¡tierra,
trágame! y nunca
mejor dicho, caímos
unos diez metros por
un boquete que se
abrió en el suelo. Caímos con olivo y
Estábamos un poco asustadas y con las
rodillas doloridas, pero como el sol
estaba encima de nosotras, pudimos ver
lo que nos rodeaba. Había un arroyo por
el que no se apreciaba para dónde iba el
agua, y allí vimos unas piedras que había
alrededor del agua que brillaban cuando
el sol se reflejaba en ellas.
Los compañeros al no oírnos de cantar ni
de reír se acercaron a ver qué pasaba y
se llevaron un gran susto, cuando
12. apreciaron los daños que había.
Enseguida se organizaron y con unas
cuerdas y los tendales hicieron una
especie de silla para subirnos.
Milagros tenía ansiedad y fue la primera
en subir. Yo mientras tanto, era tal la
curiosidad que tenía por las piedras que
allí había, y me llamaban tanto la
atención que…me llene la faldiquera
los bolsillos del mandil, pero no
quedando satisfecha… vacié los cubos de
las aceitunas y los llene también de
piedras. Después eché unas aceitunas
por encima para que no deslumbraran
tanto cuando los subieran.
- ¡Estas chicas han subido hasta las
aceitunas! – decían los compañeros.
Cuando subí y descubrí lo que había en
los cubos, se quedaron todos
sorprendidos y diciendo que esas
piedras eran diamantes. Así que en
honor a nosotras por no habernos
pasado nada celebraron una gran fiesta
con fuegos artificiales, bailes, toros y
grandes comilonas para todos los que
quisieran asistir.
A los bailes
acudían chicos
y chicas de los
cercanos, y en
uno de los
bailes conocí a
unos cuantos chicos entre los que
estaba Felipe, un morenazo con ojos
verdes, alto y bien plantao, el cual es
hoy mi marido y con el que soy muy feliz.
Y todo gracias a lo inesperado.
Teresa Moreno Bonilla. Torres de la Alameda
Enseñanzas Iniciales. (Premio Certamen
Literario 2019)
apreciaron los daños que había.
Enseguida se organizaron y con unas
cuerdas y los tendales hicieron una
especie de silla para subirnos.
fue la primera
en subir. Yo mientras tanto, era tal la
curiosidad que tenía por las piedras que
allí había, y me llamaban tanto la
atención que…me llene la faldiquera y
los bolsillos del mandil, pero no
quedando satisfecha… vacié los cubos de
s y los llene también de
piedras. Después eché unas aceitunas
por encima para que no deslumbraran
¡Estas chicas han subido hasta las
decían los compañeros.
Cuando subí y descubrí lo que había en
los cubos, se quedaron todos
sorprendidos y diciendo que esas
piedras eran diamantes. Así que en
honor a nosotras por no habernos
pasado nada celebraron una gran fiesta
con fuegos artificiales, bailes, toros y
s comilonas para todos los que
A los bailes
acudían chicos
y chicas de los
pueblos
cercanos, y en
uno de los
bailes conocí a
unos cuantos chicos entre los que
estaba Felipe, un morenazo con ojos
verdes, alto y bien plantao, el cual es
oy mi marido y con el que soy muy feliz.
Y todo gracias a lo inesperado.
Torres de la Alameda.
Premio Certamen
CARTELES CERTAMEN LITERARIO
José Armijo. Torres. Enseñanzas
Mercedes López. Torres.
CARTELES CERTAMEN LITERARIO
José Armijo. Torres. Enseñanzas Iniciales.
Mercedes López. Torres. Informática.
18. EXCURSIÓN GUISANDO/ CUEVAS DEL ÁGUILA
Copyright CEPA TORRES. C/ Amapola, 6. Torres
de la Alameda. (Madrid). Junio 2019.
Ana Chueca.
Gema Díaz.
José Luis León.
EXCURSIÓN GUISANDO/ CUEVAS DEL ÁGUILA
Copyright CEPA TORRES. C/ Amapola, 6. Torres
Junio 2019.