La dirección Nacional de Formación Continua - ESMA del Ministerio de Educación de El Salvador.
Ofrecemos en esta oportunidad el Cuaderno de Pedagogía y Educación N° 10, cuyos materiales esperamos sean de utilidad para los docentes del país. Nuestro propósito es animar a la reflexión y el debate con aportes que, aunque no estén ligados a la práctica docente en lo inmediato, abran el horizonte hacia temas que son relevantes para la educación.
Introducción:Los objetivos de Desarrollo Sostenible
Cultura dignificación magisterio
1. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
1
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Quezaltepec, Santa Tecla, La Libertad,
República de El Salvador. >>
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2228-4890 y 2228-4266>>
CUADERNO DE
PEDAGOGIA Y
EDUCACIÓN
DIRECCIÓN NACIONAL
DE FORMACIÓN
CONTINUA - ESMA
“HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
JULIO –
SEPTIEMBRE
2013
2. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
2
ÍNDICE PÁG.
PRESENTACIÓN 3
EDITORIAL 5
Lo público y lo privado.
ARTÍCULOS 8
“TRENES”
de Miguel Ángel Espino.
Álvaro Darío Lara.
Condiciones de vida de la juventud latinoamericana en la actualidad:
el caso de El Salvador.
Luis Armando González.
Una breve historia del poder.
Fernando Guerrero.
Rutas de atención para víctimas.
Comité consultivo interinstitucional
Educación Integral de la Sexualidad (EIS)
Luchar contra el trabajo infantil cuidar el presente,
asegurar el futuro.
Elba Cecilia Hernández.
RESEÑAS 60
¿Derechos Humanos, Izquierdos Humanos o Delincuentes
Inhumanos?
Eduardo Salvador Cárcamo.
Letras Libres No. 175
La frontera de la vergüenza.
Francisco Mora, Cómo funciona el cerebro. Madrid, Alianza, 2009.
3. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
3
Presentación
frecemos en esta oportunidad el Cuaderno de
Pedagogía y Educación N° 10, cuyos materiales
esperamos sean de utilidad para los docentes del
país. Nuestro propósito es animar a la reflexión y el
debate con aportes que, aunque no estén ligados a la
práctica docente en lo inmediato, abran el horizonte
hacia temas que son relevantes para la educación.
O
4. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
4
Comité Editorial
Las opiniones expresadas en esta publicación son de exclusiva responsabilidad de sus autores.
Los trabajos pueden ser utilizados siempre que se citen debidamente.
Julia Díaz (Cojutepeque, 23 de mayo de 1917 - San Salvador, 22 de octubre de 1999) fue una pintora y
fundadora de la primera galería de arte en El Salvador, en el año 1958 con el nombre de Galería Forma,
ubicada en la calle Rubén Darío de San Salvador. En 1982, Díaz, junto a varios admiradores de su obra,
dieron nacimiento a la «Fundación Julia Díaz», el 1 de marzo de 1983 se inauguró el Museo Forma, el
primero de su clase en El Salvador, que contenía su colección privada de pinturas de autores nacionales, la
más importante del país.
5. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
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Lo público y lo privado
uando se habla de lo “público”
se piensa, casi inmediatamente,
en aquello que no es de nadie en
particular y que, por tanto, está –o
tendría que estar— a disposición de
todos, es decir, “del” público. Así, se
habla de “espacio público” y también
de “bienes públicos”.
Por “privado” se suele entender aquello
que no es público, o sea, aquello que
está en manos privadas y que, por
consiguiente, no está a disposición de
cualquiera. Los “espacios privados” –
por ejemplo, los centros comerciales—,
y los “bienes privados” —por ejemplo
las residencias o los automóviles
particulares— son una manifestación
de lo privado, en el sentido apuntado.
Pero hay un significado tanto de lo
público y como de lo privado que suele
pasar desapercibido y que es de
enorme importancia antropológica. Nos
referimos a lo público como
exteriorización de dimensiones
personales: es decir, lo público como
“publicidad” de lo personal.
En este significado, en lo público se
“muestran” algunos rasgos, hábitos,
modos de ser de cada individuo. Hay
cosas que no se muestran, que quedan
–o deberían quedar— resguardadas en
la intimidad de la persona, en su
interioridad afectiva/subjetiva: este es
el ámbito privado del individuo.
En lo público –dando publicidad
a su vida— el individuo queda
expuesto ante los demás. Hay riesgos,
claro está. Pero la sociedad –por lo
menos tal como se ha constituido
hasta el día de hoy— es inviable sin
ese vínculo, real, cara a cara, mediante
el cual cada individuo queda expuesto,
públicamente, ante otros. Es como si,
para que la sociedad funcione y tenga
vigencia como sociedad, cada individuo
debe salir de sí, abandonar su
resguardo privado, para relacionarse
C
6. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
6
con los demás, para interaccionar con
ellos, para reconocerse como miembro
de una comunidad.
Parece ser, sin embargo, que
históricamente la vida comunitaria –el
todo social— era tan poderosa que
ahogaba al individuo, al punto de
hacer inviable la existencia de un
ámbito privado personal. Como han
apuntado autores de la talla de Mario
Vargas Llosa, en aquellos remotos
tiempos históricos, la tribu anulaba al
individuo y su vida interior.
No hay que irse muy atrás en el tiempo
para comprender esta arremetida tribal
en contra de la vida privada (interior)
de los individuos: en la edad media se
violentaba permanentemente esa vida
interior obligando a la gente a exponer
su interioridad afectivo/subjetiva –
sueños, pesadillas, amores,
desamores, pasiones, creencias,
temores, odios— a la autoridad eclesial
y civil, pues nada debían guardar los
individuos para sí. Cuesta creer que en
el siglo XXI esas inercias medievales
sigan presentes en distintos rincones
del planeta.
Como quiera que sea, el
reconocimiento de que los individuos
tenían una vida interior –un ámbito
personal privado-- que debía ser
resguardado llevó un largo tiempo, y
no sin intensas luchas políticas e
ideológicas. Las revoluciones inglesa,
norteamericana y francesa, así como el
Renacimiento y la Ilustración,
jalonaron los procesos históricos que
condujeron a proclamar, como un
derecho humano fundamental, la
libertad de conciencia de los individuos
y a obligar a los Estados a resguardar
y proteger la vida interior de las
personas como un espacio inviolable y
en el cual únicamente ellas podían
decidir.
En ese marco, hurgar en la
subjetividad de los individuos y
forzarlos a revelar sus pensamientos o
creencias se consideró una terrible
afrenta a su dignidad, lo mismo que
publicitar, en contra de su voluntad,
sus preferencias íntimas políticas,
sexuales o religiosas.
La globalización neoliberal y su cultura
están dando al traste con esa
conquista histórica y antropológica.
7. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
7
Eso que costó sacrificios a las
generaciones precedentes –la
reivindicación de un ámbito, en los
individuos, que no podía ser vulnerado
por nada ni nadie: el ámbito de su vida
íntima mental, sexual, ideológica o
religiosa— se está evaporando a la
vista de todos y con su complicidad y
participación activa.
En un mundo en el cual las relaciones
sociales reales se reemplazan pos las
“redes sociales” (o sea, redes virtuales
de comunicación), asistimos a una
publicitación creciente de lo privado
(personal, íntimo), que amenaza con su
desaparición. Y esa publicitación corre
por cuenta de terceros, que
impunemente hacen pública la vida
privada de determinados individuos
(cuya individualidad por cierto no
importa, pues se ha virtualizado), pero
también de estos últimos que parecen
realizarse cada vez que exponen a la
vista de todos –de cualquiera, pues las
“redes sociales” son públicas y
anónimas— sus vivencias y secretos
más íntimos.
De modo que el asunto no es ya, como
hace unas décadas atrás, proteger y
reivindicar un espacio personal
privado, sino de hacer público lo
privado de manera obsesiva. Y si uno
no lo hace, otros lo harán: lo privado
personal, en fin, se está difuminando…
Y lo privado empresarial, mientras
tanto, va extendiendo sus tentáculos
convirtiendo todo en bienes privados y
espacios privados. Así es esta
globalización neoliberal y su cultura.
Los bienes y el espacio público se
privatizan, y la vida privada se hace
pública. Como resultado de ello,
cualquiera puede conocer los secretos
más íntimos de alguien, pero no
cualquiera tiene acceso a los bienes y
los espacios privatizados.
8. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
8
“TRENES”
DE MIGUEL ANGEL ESPINO
“Fuiste como los trenes, que llegan, pasan, encienden una esperanza y se borran en
la ausencia cantando”. M. A. Espino.
ÁLVARO DARÍO LARA
El poeta y escritor Miguel Ángel Espino
(Santa Ana, El Salvador, 1903- México
D.F. 1967) publicó cuatro libros:
Mitología de Cuscatlán (Imprenta
Nacional, San Salvador, 1919); Cómo
Cantan Allá (Imprenta Cuscatlania,
San Salvador, 1926); Trenes (Editorial
Ercilla, Santiago de Chile, 1940) y
Hombres Contra la Muerte (Tipografía
Nacional, Guatemala, 1942). Ocupó
diversos cargos públicos, y sobre todo,
se dedicó a la labor periodística y
literaria con pasión. Dentro de su
breve corpus editado, destaca su
novela Trenes (Espino, Miguel Ángel,
Dirección de Publicaciones del
Ministerio de Educación, San Salvador,
9. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
9
El Salvador, 1976), de la cual nos
ocuparemos.
Trenes es la primera de las dos novelas
que dio a la imprenta el escritor. Su
divulgación en 1940 inaugura, a
nuestro modo de ver, una forma de
novelar muy distinta al a que se venía
produciendo, no muy
consistentemente, en el país. Y esto no
es una afirmación equívoca. El
Salvador no posee una sostenida
tradición en este género. No son
muchos los autores que -con acierto y
anterioridad a Miguel Ángel Espino-
incursionan en la novela. Recordamos
a Alfredo Alvarado con Las Ruinas
(1880); Adrián Meléndez Arévalo con el
Crimen de una Rábula (1899); Miguel
Escamilla con Cosas del Terruño
(1908); José Leiva con el Indio Juan
(1933); La Muerte de la Tórtola o
Malandanzas de un Corresponsal de
José María Peralta Lagos, T.P. Mechín
(1933); y Andanzas y Malandanzas de
Alberto Rivas Bonilla (1936). Muchas
de estas obras se caracterizan por el
tema vernacular, regionalista,
costumbrista. Algunas esbozarán un
tímido asomo a lo social.
La novedad de Trenes es su orientación
a la novela de penetración psicológica.
El autor lo define al inicio: “Esta novela
es el estudio de una emoción” (p.11).
Aunque carece del acostumbrado
protagonista (o protagonistas) concreto
de la novela tradicional. Tiene -en
nuestra valoración- un protagonista
simbólico, que el autor dibuja de forma
fantasmal: la mujer, como idealización
suprema del amor. No es la mujer
única, es la mujer plural: “Si la amada,
entonces, es un sentimiento y no una
limitación objetiva, no una
personificación rígida, nada de extraño
tiene que esa ilusión se encuentre
repartida en muchos cuerpos, y que en
cada uno de ellos sorprendamos
solamente una huella del gran sueño,
un vislumbre del tipo que
perseguimos, de la compañera
presentida” (p.148). Por ello son varias
mujeres: Doralia, María Bulane,
Señorita Brisa, Isa-Lu, Trini, Señorita
II y otras. Hay posiblemente rasgos,
historias que remiten a la propia
biografía del autor, vagos personajes
apenas nombrados. El narrador
10. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
10
corresponde a la primera persona. Ese
narrador puede ser Carlos.
Con Trenes nos enfrentamos a una
novela de fluidez. No encontramos aquí
el acostumbrado constructo
racionalizado y en esto tendemos
puente con las opiniones que sobre su
estructura narrativa, hace don Luis
Gallegos Valdés en su Panorama de la
Literatura Salvadoreña (Ver: Gallegos
Valdés, Luis. Panorama de la
Literatura Salvadoreña. UCA- Editores,
San Salvador, El Salvador, 1982, pp.
321-322).
La obra es el experimento de cierto
automatismo, pero automatismo que
descansa en la consciencia de saber
que se está dando cuenta de un orden
dentro del aparente caos.
La mujer discute, increpa al narrador,
lo sitia. Hay una voz que encarna al
anti-ángel, cuestiona, se burla.
Trenes ahonda, a través de varios
párrafos, en la técnica del novelar. El
novelista se autocritica, se justifica,
ofrece la historia de su propia tentativa
de creación. Pareciera a ratos un
diálogo dramático que de cuando en
cuando deja escapar luminarias de un
aparente absurdo.
Se cuestiona lo educativo, la escuela
que no libera, que ata, como decía
Camilo Campos, al dómine. Esa
escuela enemiga de la espontaneidad,
disecadora de la imaginación. Esa
escuela reproductora del sistema
injusto. Son párrafos duros los que
lanza Espino en esa dirección. Dice
sobre este apartado en particular: “En
Miguel Ángel Espino fue un
escritor, periodista y abogado
salvadoreño (Santa Ana 17 de
diciembre de 1902 - México, D.
F., el 1 de octubre de 1967).
11. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
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esa prisión de embustes nos
simplificaban las cosas de tal modo,
que era imposible llegar después a ser
un hombre de bien” (p. 28). Su
condena continúa: “La vida era frutal y
la tornaron esquemática (…). Todavía
perdura en mis maldades el beso de
aquella tormentosa deformación, de
aquella escuela creada contra la vida,
organizada contra el instinto y contra
la belleza. Escuela sin emoción, sin
amor, que atropelló nuestro arrobo a
dosis de odio, construida sobre el
peñón de la guerra, informada por el
espíritu zoológico de la lucha” (p.29).
Formalmente la obra presenta
diferentes matices, ismos artísticos.
Entre ellos, modernistas: la tendencia
a la invención de palabras, a la
excesiva adjetivación, a la rebeldía e
inconformidad ante el panorama que
ofrece la realidad; pero también
alucina con imágenes surrealistas, de
vanguardia, veamos un ejemplo: “Me
subí en un escritorio y le grité, todo
pálido: “De lo alto de esas pirámides,
cuarenta siglos os contemplan” La
arenga, dirigida a mí mismo, había
tenido por objeto darme valor. Pero ella
dispuso imprudentemente que le
hubiera querido decir “pantera
milenaria”, cosa distinta de mi
tentativa terrorista. Se tragó el espejo,
el agua de colonia y un gato. Y una
antología comparada. Ya intoxicada,
ojerosa, me suplicó. Por la
responsabilidad histórica que contraía,
yo sólo pude decirle “Carmen”. Y
expiró”. (p.98).
Existen, por otra parte, elementos
realistas, que bordean el realismo
mágico, por ejemplo: “Era en
Balsamaría, la ciudad de agua,
levantada sobre una canción. En la
“Muy Noble y Taimada Ciudad” de
Balsamaría, un alarmante
campamento de majaderos,
transformado en urbe por
correspondencia, gracias a la
filantropía de un viejo cafetalero que se
había echado distraídamente dos
generaciones de indios al bolsillo,
preocupado de su generoso afán de
purificarlos por el hambre y en cuyo
honor se había elevado un
monumento, con el maniquí del
estrangulador a horcajadas sobre un
camello terrible, con cara de arrabal, y
luciendo esta leyenda del pueblo
agradecido: SENCILLAMENTE” (p.98).
12. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
12
Asimismo, los infaltables aires de
fugacidad, de fatalidad, de nostalgia,
de pérdida, propios del romanticismo.
Veamos: “También la Señorita Brisa se
inclinó en la sombra – “Entonces me
amará usted. El amor es eso: ceniza y
sombra”. Y sangre sobre la copa
sagrada…” (p.146). Y de nuevo el
realismo, ahora más acusadoramente
social; irónico hacia el amor: “Mientras
el hambre aprieta millares de
gargantas, mientras el siglo asesino
rompe los últimos luceros en la calle
del pueblo, mientras la vida se
prostituye en juergas mendigas,
¿todavía podemos pensar en el amor?”
(pp. 146-147).
Trenes es una novela experimental.
Novela que se propone un modo
distinto de novelar, más cercano a las
vanguardias, que al esquematismo
clásico aristotélico, en cuanto
linealidad, sustentada en la
exposición, nudo y desenlace.
Trenes nos presenta un abundante
discurso sobre los múltiples caminos
del amor hacia la mujer. Hay además
pasajes que revelan un fino erotismo.
Un tema tabú en la tradición
novelística salvadoreña y en general en
la literatura nacional. Dice Espino: “El
lecho te contuvo con todo y brisa. Mi
boca descifraba en tu cuerpo los
jeroglíficos del viento, y perseguía en tu
piel las huellas húmedas, por donde se
había desanillado la fiebre eléctrica.
Sobre tu piel sabía, fuente de ardientes
alegrías, sobre tu piel de bíblica
fragancia, que reproducía el ámbito
trastornado en una imagen fresca,
como si hubiera sido el espejo en que
pacificara sus bucles la Fuerza, yo
vertí toda la devoción de mi alarido
(pp.59-60).
Y aún más: “En la feria de sus besos,
ya en la cumbre del temblor, arrollaba
sobre los pies encendidos la tela de
celajes que el sol le dejaba, y las
piernas imperiosas parecían como
acabadas de lavar en una estrella. Con
sus medias de sol y sus plantas de eco
disculpaba un cuerpo aburrido, en
camino de la desesperación (p.43).
Son singularmente impactantes las
páginas dedicadas al niño que no
nació: “….Como no vendrás nunca,
habrá que cantarte siempre, para que
13. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
13
puedas dormir a la sombra del dolor”
(p.103).
En Trenes hay, definitivamente, una
apuesta por la utopía personal y
colectiva que todos los seres humanos
poseemos: “Yo te dije: cincelemos un
mundo. Yo solamente te dije: todos
pueden cincelar un mundo” (p.68)
Sobre Trenes el escritor Ricardo
Trigueros De León dijo: “Trenes, obra
publicada en Ediciones Ercilla,
Santiago de Chile, 1940, la considera
su autor como una novela, en la que
hace “el estudio de una emoción”. Pero
en verdad no tienen las características
de novela, aun cuando se pretendiera
hacerla caber dentro del género como
una variante por razón de estructura y
estilo. Es más que todo, como apunta
la correspondiente nota editorial, un
alarde “del matiz de la elegancia verbal
y metafórica”. En Trenes figura más el
poeta que el novelista. Hay novedad,
síntesis poética, creación es una
palabra” (Guion Literario, Publicación
del Departamento Editorial del
Ministerio de Educación. Año VI. N°
65, Mayo de 1961, El Salvador. p.1.)
Luego en la sección de notas
bibliográficas de la misma publicación,
página 3, leemos esta reproducción de
la Revista Hispania: “Esta novela
irregular cabe dentro del viento” Con
esta advertencia el autor empieza un
libro lleno de deslumbrantes imágenes
y conceptos ingeniosos. Queremos
creerle cuando declara que su obra
“cabe dentro del viento”, porque nos
parece que cabe mejor allí que en otra
parte alguna. Su irregularidad es
también indiscutible, pero es algo
menos cierto que sea una novela”.
Prosigue más adelante: “El estilo de
esta “novela” es radicalmente ultraísta,
y su actitud ante la vida es una especie
de angustia existencialista que ha
sufrido los estragos de la siquiatría
moderna. En muchas partes el autor
insiste en que su obra no es una
“novela panorámica, sino una novela
intencionista” cuyo “encadenamiento
no es temporal, cronológico, sino
sorpresivo, subordinado a la elegancia
sicológica” y que su trama “obedece a
una lógica artística”. Por supuesto que
una subjetividad tan extrema impone a
libro los mismos límites de
accesibilidad que se notan en la obra
de muchos pintores y compositores
contemporáneos: ellos saben lo que
14. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
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sienten, pero su arte no les basta para
comunicar su sentir al mundo” (De:
Revista Hispania, N°3. Vol. XLVII.
Septiembre de 1961).
Pese a estos dos enfoques que niegan a
Trenes su carácter de novela, y que
ponen en entredicho su eficacia
estética y narrativa, en razón de su
estructura, leemos un juicio más
lúcido en la contraportada de la Cuarta
Edición de la novela realizada por la
Dirección de Publicaciones del
Ministerio de Educación de El Salvador
en 1976 : “Trenes significa una
avanzada narrativa no solamente en la
prosa escrita por salvadoreños sino a
nivel latinoamericano, sobre todo si
tomamos en cuenta que fue realizada
hacia 1940, cuando estructuras como
las de esta novela, no habían
desarrollado una corriente expresiva
que las señalase como un logro en la
novelística de nuestra América”.
Trenes es una novela ungida por la
poesía, una novela ensayo, un ensayo
novelado, un poema narrativo, o sea
una expresión integral de un creador
que tenía hondas preocupaciones
estéticas enmarcadas en la realidad
salvadoreña.
Y es que la novela contemporánea,
para sólo citar algunos autores como:
James Joyce, Samuel Beckett y entre
los latinoamericanos, Julio Cortázar,
José Lezama Lima y ya no digamos los
clásicos eternos como don Miguel de
Cervantes y Saavedra, han tenido
siempre una panorámica diferente.
Han sido autores de certera y
auténtica ruptura. Ruptura
potenciadora, reveladora –
literariamente- de ángulos distintos
sobre los mismos hilos de la
humanidad.
Creemos que Miguel Ángel Espino al
escribir Trenes buscaba sintonizar una
frecuencia que a lo mejor no era la que
se estaba estilando por estos lares.
Mala suerte para los críticos miopes de
su época, pero muy buena para la
literatura nacional y para los lectores
sensibles y dotados de buen olfato.
Trenes invita a un estudio a
profundidad, desde lo temático, lo
histórico-literario, lo técnico-
estructural. Pero es, en definitiva, una
sugestiva aventura al mundo
laberíntico de las pasiones humanas.
15. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
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La mujer-tren, el hombre-isla, el niño
que no vio la luz, la escuela-asesina, la
sociedad castrante, aquí cito
textualmente a Espino: “Hay que violar
la santidad artificial de una sociedad
formalista construida sobre el dolor,
bajo la dictadura del engaño. Debemos
organizar la libertad en sus aspectos
vitales y en sus resonancias subjetivas,
como principio de nuestra
recuperación integral” (p.94); el
hombre hablando desde los símbolos,
novelando, cito de nuevo al escritor:
“…Déjame que te hable ahora, en la
melodía límpida de los símbolos” (p.
103). Todos estos seres-personajes
están aquí, deambulando, hablando,
profiriendo maldiciones, VIVIENDO.
Trenes, esa novela de amores que va
de estación en estación, necesita
lectores: neo-lectores y re-lectores, que
comprendan que las obras literarias,
como las personas, como la mujer-
símbolo de Espino, siempre nos
ofrecen, si lo permitimos, un magnífico
regalo de trascendencia.
16. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
16
Condiciones de vida de la
juventud latinoamericana en la
actualidad: el caso de El
Salvador*
Luis Armando González
Lo que aquí se plantea debe verse
como ilustración somera de las
condiciones de vida de la juventud
latinoamericana en la actualidad. Y es
que El Salvador es un laboratorio para
comprender el problema de la violencia
juvenil organizada en maras y
pandillas. De aquí que referirse a este
país, como caso ilustrativo, de las
condiciones de vida de la juventud
latinoamericana en la actualidad sea
totalmente justificado. Obviamente,
hay variantes importantes en cada
nación respecto de las condiciones de
vida de su juventud, pero en lo que
atañe al tema de las maras y pandillas
El Salvador es, como se dijo, un
excelente laboratorio de exploración
económico social. Un laboratorio,
además, que guarda importante
semejanzas con los países del
Triángulo Norte y con el sur de México.
Dicho lo anterior, anotemos que para
comprender el problema de la violencia
juvenil, las maras y las pandillas es
necesario hacerse cargo de las
condiciones de vida la juventud
latinoamericana en la actualidad. Es
decir, la juventud de nuestros países
no vive en el aire, sino en contextos
socio-económicos y culturales bien
precisos, que son justamente los que
permiten a los jóvenes vivir y
comportarse de una cierta manera.
Frecuentemente esos contextos se
olvidan o se naturalizan, dando pie a
interpretaciones del comportamiento
juvenil que se centran en la
responsabilidad exclusiva (individual)
de los jóvenes o, peor aún, en factores
de carácter religioso –como cuando se
insiste en que los pandilleros se han
desviado del camino de la fe o que Dios
los ha abandonado no se sabe bien
porqué razones. No quiere decir lo
17. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
17
anterior que no haya responsabilidad
en los jóvenes que delinquen; lo sí se
quiere afirmar es que no se nace
siendo responsable, sino que la
conciencia de la responsabilidad se
adquiere social y culturalmente.
También se quiere decir que el ejercicio
de la responsabilidad es una opción
entre otras que se abren social,
económica y culturalmente a cada cual
para realizar su vida. El asunto es
cuando las opciones de realización
personal son limitadas o prácticamente
inexistentes, como le sucede a amplios
sectores de la juventud
latinoamericana.
Y es que, con una población en la que
mayoritariamente predominan los
niños, las niñas y los jóvenes, no todas
las sociedades latinoamericanas
ofrecen a estos últimos –y a sus
adultos— condiciones de vida
adecuadas para un desarrollo integral.
La exclusión, la marginación, el
desamparo y el desarraigo afectan a
amplios grupos sociales, entre los
cuales se encuentra la juventud. Son
varias las exclusiones que afectan a los
jóvenes latinoamericanos. Ante todo,
se tiene la exclusión educativa y
cultural:
“Aunque en las últimas
décadas ha habido un aumento
en la matrícula escolar y de
enseñanza secundaria en la
mayor parte de los países de
América Latina, y el número de
años de escolaridad ha
aumentado (en particular de las
mujeres, que en gran parte de los
países tienen hoy día mayor
escolaridad que los varones de la
misma edad), un alto porcentaje
de adolescentes abandonan sus
estudios precozmente, lo cual,
unido a los bajos niveles de
calidad y de adecuación a las
nuevas necesidades educativas
que existen en vista de los
rápidos cambios tecnológicos y
del mercado laboral, se
constituye en uno de los
importantes retos: la deprivación
educativo-cultural (‘desnutrición
educativa’), que conduce al
concepto de jóvenes con muy
bajo ‘capital cultural’ que reduce
sus opciones de goce personal de
la cultura y de las opciones
18. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
18
laborales mejor remuneradas que
quedan reservadas para los
grupos que logran continuar
estudios de más nivel,
incluyendo los universitarios
profesionales y la especialización
a través de maestrías y
doctorados.
Cabe destacar en el ámbito
cultural el poco acceso que
tienen los adolescentes y jóvenes
en general a actividades
culturales (cine, teatro, danza,
museos, etc.) en parte por su
escasa formación en el gusto y
apreciación del arte, como por el
costo de tener acceso a los
mismos, y por las distancias
geográficas que existen para un
alto porcentaje del grupo para ir
a los centros urbanos donde se
dan este tipo de manifestaciones.
El otro polo es el escaso acceso a
manifestarse culturalmente
nuevamente debido a la carencia
de opciones de centros de
enseñanza de artes y los escasos
recursos económicos para poder
expresar sus necesidades y
habilidades creativas en este
campo”.
En segundo lugar, la exclusión
económica:
“Los adolescentes y jóvenes
comparten con los otros
miembros de sus familias, los
perjuicios de los niveles de
pobreza relativa y absoluta que
han ido en aumento (en la
profundización de la pobreza y el
número de pobres) en las últimas
décadas en América Latina
(CEPAL). Este fenómeno se
agrava cuando el adolescente,
como parte de su proceso de
desarrollo autonómico, pretende
salir a vivir fuera de su hogar de
origen y no logra obtener un nivel
salarial que le permita cumplir
con esta tarea básica de los
jóvenes: formar una núcleo
familiar independiente. Esto
muchas veces le obliga a
continuar viviendo bajo el mismo
techo de sus progenitores
transformándose en lo que G.
Rama ha dado en llamar los
adolescentes independientes
19. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
19
dependientes. Este fenómeno es
particularmente grave para las
adolescentes y jóvenes mujeres
que migran de las áreas rurales a
las áreas urbanas en los países
que aún tienen altos niveles de
ruralidad”.
En tercer lugar, la exclusión
laboral y de la seguridad social:
“Si bien la adolescencia no es
un período en que el joven
debería buscar empleo, sino
continuar capacitándose desde el
punto educativo para poder
enfrentar con mejores opciones el
futuro como joven y adulto, la
realidad muestra que un fuerte
porcentaje (CEPAL) se ven
obligados por múltiples razones a
buscar empleo. Las cifras
muestran que el grupo
adolescente juvenil es el que
presenta mayores niveles de
desempleo, que los trabajos que
desempeñan son de muy baja
calidad, peligrosos (peones de
construcción, en la calle,
agropecuarios con gran
exposición no protegida a tóxicos,
etc.), de muy baja remuneración
y que no gozan de los beneficios
de la seguridad social ni de
protección contra accidentes de
trabajo o enfermedades
profesionales”.
En cuarto lugar, la exclusión
legal:
“Si bien la aprobación de las
leyes de protección del menor
(que incluyen en los países a los
adolescentes hasta los 18 años
de edad) trae nuevas esperanzas
legales para esta porción del
grupo, la implementación de
estas leyes se está realizando en
forma muy lenta en la mayoría de
los países y con grandes
restricciones por la
preponderancia de la visión
adulto céntrica. Para el grupo
mayor de 18 años las leyes que
han surgido son básicamente de
orden punitivo, en función de la
“necesaria protección social” ante
el auge de las tasas delictivas de
grupos juveniles”.
20. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
20
Finalmente, la exclusión recreativa y la
exclusión en salud:
“Los adolescentes y jóvenes, al
igual que el resto de la población,
necesitan para su salud física y
mental tener múltiples opciones
de recreación y poder disfrutar
del ‘placer en el uso del ocio’. Las
oportunidades que tienen los
jóvenes en el ámbito de la
recreación física, cultural y
espiritual, son escasas, en
especial para la población rural y
marginal. En general en la
mayoría de nuestros países no
existen políticas, ni programas
específicos en esta área de
necesidades. Así vemos con cierto
nivel de tristeza los adolescentes
y jóvenes sentados frente a sus
televisores (promedio de 4 horas
diarias para la mayoría de los
adolescentes), o vagando por las
calles o los ‘malles’, invadidos por
el tedio, que los deprime y
conduce a múltiples conductas
de riesgo (violencia, consumo de
alcohol y drogas, ‘pérdida de
tiempo vital’ de aprendizaje y de
recreación placentera”.
[En cuanto a la salud] si bien la
mayoría de los países de América
cuentan con programas oficiales
de salud integral del adolescente,
estos son aún de muy baja
cobertura. Esto significa que el
porcentaje de adolescentes que
llegan a ser contactados por los
servicios de salud es muy bajo y
la gran mayoría de las veces por
razones de enfermedad y
situaciones vinculadas con el
área de la reproducción en las
mujeres adolescentes y jóvenes y
emergencias (lesiones por
accidentes, intentos de suicidio,
parto o complicaciones del
embarazo)” (Solum Donas Burak,
Adolescencia y juventud en
América Latina (Cartago, Costa
Rica, Libro Universitario
Regional, 2001).
Desde la época de los gobiernos
autoritarios –cuando se sentaron las
bases de los modelos neoliberales,
según Naomi Klein— hasta inicios de
la primera década del 2000, el
deterioro social (exclusiones,
marginalidad, debilitamiento de la
seguridad social, etc.) aumentó
21. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
21
gravemente en prácticamente todos los
países del continente. La expresión
“década perdida” para caracterizar a
los años ochenta no sólo se refirió al
agudo rezago económico, sino a la
enorme “deuda social” que se acumuló
en esa década y que lastró la dinámica
de las sociedades latinoamericanas en
las dos décadas siguientes.
En la década perdida para el desarrollo
se impulsaron modelos económicos
terciarizados y globalizados que
apostaron por las maquilas, las
finanzas, el comercio y el turismo, en
detrimento de la agricultura y la
industria, generaron empleos poco
cualificados, bajos salarios y
migración. El Salvador fue un caso
ejemplar en estas transformaciones
socio-económicas. En el marco de la
guerra civil (1981-1992) se
comenzaron a operar cambios
insensibles en el aparto económico,
que sólo se completaron después de
1992. La agroindustria, ya durante la
guerra, comenzó a ceder su lugar
central en la economía a los servicios
financieros, el comercio, turismo y las
aseguradoras. Al cierre de los años
ochenta, el flujo de remesas
provenientes de Estados Unidos
comenzó a ser decisivo en el
funcionamiento de la economía, por la
vía del aumento del consumo que
permitían. Una década después de
terminada la guerra civil, las remesas
se habían convertido en un sostén
estratégico del modelo terciarizado
impulsado por las administraciones del
partido ARENA.
La firma de los acuerdos de paz, al
llevar al fin de la guerra, abrió las
puertas a la irrupción de un modelo
económico tercarizado y maquilero,
para el cual las remesas se
convirtieron en alimento vital.
Paralelamente a ello, el Estado fue
perdiendo –en el marco de las reformas
neoliberales— la capacidad de
impulsar y gestionar políticas públicas
en los sectores de vivienda, salud y
educación. Una ola privatizadora se
desató desde el fin de la guerra hasta
el último gobierno de ARENA, en 2009.
El mercado y sus agentes
empresariales más poderosos
comenzaron a regir los destinos de la
economía, con el aval de las instancias
estatales de entonces.
22. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
22
La capacidad del Estado para regular
las relaciones obrero-patronales se
debilitó. Los contratos colectivos de
trabajo fueron cediendo su lugar a los
contratos individuales temporales, con
una severa pérdida de derechos a la
estabilidad laboral, la seguridad social
y la indemnización. El modelo
terciarizado (centrado los servicios
financieros, el comercio, el turismo y
las aseguradoras) exigió, para su
funcionamiento, una mano de obra
poco cualificada, bajos salarios, ligada
débilmente a las empresas y no
sindicalizada. A su vez, el
complemento de ello fue la migración
masiva a Estados Unidos que aseguró
un flujo constante de remesas que,
orientándose al consumo, dieron
sostén, como ya dijimos, al modelo
terciarizado. La migración tuvo esas
implicaciones económicas, pero por el
lado de sus implicaciones sociales dejó
consigo hogares desintegrados, en los
cuales muchas veces la ausencia de la
figura paterna o materna fue
reemplazada por los hermanos
mayores o a veces simplemente no
hubo ninguna autoridad al frente de lo
que quedó de la familia. La fragilidad
del modelo económico terciarizado se
hizo evidente con el impacto de la
crisis económica mundial de 2007, del
cual El Salvador todavía no se repone.
En una sociedad como la salvadoreña,
con fuerte presencia de población
joven, fueron precisamente los jóvenes
los más afectados con esas
transformaciones. Lo mismo, con
variantes, sucedió en otros países
latinoamericanos. Las oportunidades
educativas se redujeron para ellos, lo
mismo que las oportunidades de
esparcimiento, sanitarias y laborales.
Los jóvenes marginales urbanos –foco
de actividad de pandillas en sus
orígenes y de migración hacia Estados
Unidos— resintieron con particular
fuerza esa falta de opciones y
oportunidades, que chocaban con el
bienestar promocionado por la cultura
del consumo globalizado (de marcas y
bienes suntuarios) propia del
neoliberalismo. No es casual, entonces,
que en la juventud marginal urbana
salvadoreña la organización en
pandillas o maras haya encontrado un
caldo de cultivo propicio para su
desarrollo. El desamparo, la falta de
opciones de vida, la ausencia de
oportunidades de formación cultural y
23. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
23
moral terminaron por ser factores
propiciadores de la violencia juvenil,
las maras y las pandillas. La situación
de la juventud organizada en pandillas
o al margen de la ley por otras razones
pone manifiesto un grave problema de
desintegración social.
En resumen, El Salvador ejemplifica
dinámicas de exclusión de la juventud
que se repiten, aunque con variantes,
en otras naciones latinoamericanas. Y
al calor de esquemas neoliberales, los
Estados fueron debilitados en su
capacidad de ser gestores de políticas
públicas encaminadas a asegurar el
bienestar social, la educación, el
esparcimiento y, en definitiva, la
integración social. Esa es la herencia
perversa que una pésima gestión
estatal de dos décadas legó al gobierno
después desde la segunda mitad de
2009 asumió la conducción del Estado
salvadoreño. Estructuralmente, las
cosas no han cambiado con el nuevo
gobierno –los cambios estructurales
requieren tiempo—, pero se tiene
conciencia de que la violencia juvenil
organizada no puede ser erradicada sin
una atención estatal al problema de la
exclusión de la juventud. Otros
actores, igualmente, han caído en la
cuenta de que pueden y deben jugar
un papel importante en la atención del
problema de las maras y las pandillas,
pero también de la violencia social en
general.
Tomado de Luis Armando
González, Violencia social,
prevención de la violencia y escuela.
San Salvador, Universidad Don
Bosco, 2012.
24. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
24
Una breve historia del poder
Fernando Guerrero
Director de Planificación
Ministerio de Educación.
I. Introducción
La obediencia y el mando son dos
fenómenos que han estado presentes
en el desarrollo de la humanidad y
hasta en los animales. Ha sido objeto
de muchos estudios y, sin embargo,
casi siempre o no se les considera en
sus verdaderas dimensiones o,
sencillamente, no se le asigna la
importancia debida. Lo cierto es que, si
comprendiéramos el poder,
comprenderíamos mucho lo
inmensamente bello que existe en los
actos de los individuos y lo
inmensamente diabólico que esconden
sus acciones. El juego del poder se
concretiza en las grandes acciones y
también en las pequeñas y es,
precisamente, en los detalles donde se
encuentra la verdadera intención que
encierra la lucha por el poder. No
estoy diciendo que la lucha por el
poder sea dañina; lo criticable es
cuando el poder se convierte en un
medio para obtener beneficios para
unos pocos. El poder, entonces, siendo
el objeto de estudio de la política,
constituye una categoría fundamental
para entender las relaciones entre los
individuos y entre las naciones, y nos
revelará fenómenos de autoridad
sutiles y complejos que permean los
procesos sociales. El análisis de los
procesos sociales permite observar que
siempre y, en muchos casos, de forma
inconsciente, los individuos se
encuentran en situación de mandar o
de obedecer, o de ambas cosas a la vez.
Muchas veces estas relaciones de
dominio o sumisión son muy difíciles
de visibilizar. Por eso, una
investigación profunda sobre el poder
debe comprender tanto la actitud del
que manda (del jefe) como la actitud
del que obedece. No es conveniente
considerarlas por separado: las
relaciones de poder son producto de
ambas.
25. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
25
El término poder, bajo la concepción
que se entenderá en este trabajo, debe
interpretarse como un conjunto de
relaciones entre las personas, no el
poder que ejerce el hombre sobre la
naturaleza o sobre los animales.
Podemos afirmar, parafraseando a
Morgenthau (Morgenthau, Hans J.
1986, p. 49), siendo la aspiración del
poder el elemento distintivo de la
política, la política en los grupos
sociales es por necesidad una política
de poder.
El propósito de este trabajo,
debido a su carácter introductorio, es
el de motivar a profundizar en el tema
del poder, como una manera de
desentrañar las verdaderas causas e
intenciones, muchas veces
disimuladas, que mueven a los
individuos y grupos sociales a actuar
de determinada forma y, por lo tanto, a
entender la esencia de la discrepancia
entre las actitudes que se manifiestan
verbalmente y la conducta que se
observa en la realidad. Mucho de
verdad tiene la afirmación siguiente: si
quieres conocer a alguien, dale poder.
No dudo que el conocimiento del poder,
su origen, su naturaleza y su evolución
constituye un instrumental teórico-
metodológico para re conceptualizar el
conflicto en las organizaciones y para
repensar y reconstruir nuevos mapas
mentales dinámicos que den forma y
paso a nuevos paradigmas para el
estudio del comportamiento
organizacional. En realidad, el estudio
del poder es un tema muy interesante,
a la vez que muy apasionante. Para
aquellos que estén interesados en
conocer más sobre las relaciones de
poder en las organizaciones, una
lectura recomendable es un trabajo
denominado Poder, conflicto y
mediación en las organizaciones – o
la promesa, siempre postergada, de
amor- de Marcela Rendón Cobián y
Luis Montaño Hirose, publicado en El
Orden Organizacional. Poder, estrategia
y contradicción, Universidad Autónoma
Metropolitana – Iztapalapa, mayo de
1987, México.
II. La naturaleza del poder
Las manifestaciones del poder se
encuentran en el reino animal. Es
conocido que muchos animales orinan
en ciertas áreas para demarcar su
territorio y otros, como las ratas, que
orinan sobre los cuerpos de sus
26. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
26
parejas, posiblemente, como una señal
que indique que es parte de su
propiedad. Los procesos de sumisión
se manifiestan por medio de
convenciones hereditarias y, en la
disputa por el poder, en muy raras
ocasiones, se llega a la agresión real. A
menudo - plantean Carl Sagan y Ann
Druyan - podemos observar en el
comportamiento del animal una
ambivalencia, una tensión entre
inhibición y desinhibición del
mecanismo agresivo (Sagan y Druyan,
1993, p. 187-188). La agresividad,
como una de las manifestaciones del
poder en los humanos y en los
animales, la naturaleza la utiliza como
una estrategia de supervivencia:
En las acciones de la Naturaleza-dijo
Marco Aurelio-, no se encuentra mal
alguno.” Los animales no son
agresivos porque sean salvajes,
bestias o malvados –esas palabras
explican muy poco-, sino porque ese
comportamiento proporciona alimento
y defensa contra los depredadores,
porque espacia la población y evita el
hacinamiento y porque tiene un valor
de adaptación. La agresión es una
estrategia de supervivencia que ha
evolucionado para servir a la vida.
Coexiste, especialmente en los
primates, con la compasión, el
altruismo, el heroísmo y el tierno y
sacrificado amor hacia las crías.
También éstas son estrategias de
supervivencia. Eliminar la agresión
sería una tontería, aparte de un
objetivo inalcanzable: es un elemento
demasiado profundo de nosotros
mismos. El proceso evolutivo ha
actuado para alcanzar el nivel de
agresión correcto –ni demasiado, ni
demasiado poco- con los inhibidores
y des inhibidores adecuados.
Procedemos de una mezcla
turbulenta de inclinaciones
contradictorias. No debería
sorprendernos que en nuestra
sicología y nuestra política
prevaleciera una tensión de
elementos opuestos semejante
(Sagan y Druyan, p. 196)
La geometría más observada de una
jerarquía de dominación, tanto en los
animales como en los humanos, es la
lineal o en línea recta. Las jerarquías
lineales son más visibles en las
grandes corporaciones. En los
animales, este tipo de jerarquía se
puede observar con más facilidad entre
27. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
27
las aves de corral y en algunos
animales, como los mamíferos, es parte
importante de la vida social
masculina. En los grupos humanos y
animales está presente este tipo
relación: el gerente delega en los
gerentes medios, éstos en los jefes de
divisiones y así sucesivamente. Igual
sucede con los animales: hay unos que
mandan, son los animales alfa y otros
que obedecen, que están más abajo y
que no tiene a quien mandar, son los
omega. Es muy raro observar que un
macho comience siendo un alfa, sino
que debe ganarse el ascenso a través
de la conducta de dominación, tiene
que ganarse los galones. Los animales
y los humanos que forman parte de
una jerarquía lineal deben saber
dominar a los que están abajo y
someterse a los que están arriba. En
ellos coexisten dos fuerzas opuestas: la
tendencia a la dominación y la
tendencia a la sumisión. En algunos
animales, la hembra puede saber
quién es el macho sin conocerlo de
antemano:
Sin preguntar nada sobre su
educación, familia, perspectivas
financieras o sus buenas intenciones,
todas las hembras desearon
ansiosamente tener relaciones
sexuales con el macho dominante.
¿Cómo pudieron enterarse las
hembras? La respuesta, al parecer,
es que podían oler la dominación.
Existe literalmente una química entre
los hámsteres: el olor del poder. Los
machos dominantes emanan un
cierto efluvio, una feromona que no
tienen los machos subordinados.....El
ex secretario de Estado de los
Estado Unidos, Henry Kissinger, no
famoso precisamente por su aspecto,
explicaba la atracción que una bella
actriz sentía por él diciendo: “El
poder es el mayor afrodisíaco.”
(Sagan y Druyan, p.207)
Para unos, el poder en sí mismo no es
bueno ni malo, depende del uso que se
haga de él. Para Nietzsche, por
ejemplo, el poder es bueno en sí
mismo:
¿Qué es bueno? Todo lo que
aumenta en el hombre el
sentimiento de poder, la voluntad
de poder, el poder mismo.
¿Qué es malo? Todo aquello en lo
que se origina la debilidad.
28. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
28
¿Qué es la felicidad? El
sentimiento de que el poder crece,
de que se vence una resistencia.
No sosiego, sino más poder; no paz
por encima de todo, sino guerra; no
virtud, sino habilidad (virtud al
estilo del Renacimiento, virtud,
virtud sin moralina).
Los débiles y fracasados deben
perecer: primera tesis de nuestro
amor a los hombres. Y además
hay que ayudarles a ello
(Nietzsche, Friedrich, 1999, p. 21).
En términos similares se expresa
Maquiavelo sobre el uso de la
crueldad, como método de obtener
el poder del estado y mantenerlo:
Creo que depende del bueno o
malo uso que se hace de la
crueldad. Llamaría bien empleada
a las crueldades (si a lo malo se le
puede llamar bueno) cuando se
aplican de una sola vez por
absoluta necesidad de asegurarse,
y cuando no se insiste en ellas,
sino, por el contrario, se trata de
que las primeras se vuelvan todo
lo beneficiosas posible para los
súbditos. Mal empleadas son las
que, aunque poco graves al
principio, con el tiempo antes
crecen que se extinguen
(Maquiavelo, Nicolás, p.40, 1999)
Gorki, sin embargo, afirmaba que el
poder es dañino para la persona. No
hay peor veneno que el poder, decía.
Albert Einstein odiaba el autoritarismo
a tal grado que, a la edad de quince
años, abandonó la escuela para
reunirse con su familia en Italia, por
considerarla autoritaria. Después que
Einstein ganara el premio nobel de
Física en 1921, dijo lo siguiente: Para
castigar mi desdén por la autoridad, el
destino me convirtió en una autoridad
(citado por Thorpe, Scout, en Cómo
pensar como Einstein, 2001, p. 17).
A pesar que muchos afirman que ha
habido algunos avances en la
eliminación de las relaciones
asimétricas entre los individuos y entre
las naciones, todavía se observa que la
existencia del dominio del macho alfa
y la sumisión de los omegas es un
fenómeno muy presente en nuestras
sociedades, con matices muy
diferentes.
29. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
29
Traslademos, ahora, nuestra
observación a los hombres y dejemos
en paz a los animales, al menos por un
momento. Digo por un momento,
porque, cuando se establecen las
diferencias entre los seres humanos y
el reino animal, una diferencia que se
supone que existe es la religión. Se
piensa que sólo el hombre tiene
religión. Un examen más profundo de
las relaciones de dominio y sumisión
entre los animales alfa y los omega
puede conducirnos a pensar que,
quizás, una predisposición religiosa
generalizada sea una característica
presente también en los animales.
Hemos visto que la autoridad no es
una característica exclusiva de los
humanos y que tiene
condicionamientos y raíces biológicas
que pertenecen tanto a los humanos
como a los animales; es decir, instintos
que pueden ser sociales, sexuales,
agresivos, etc. Antes de continuar,
recordemos algunos conceptos de
poder.
Emile Littré (1863-1873) definía el
poder como la capacidad de hacerse
obedecer; así se le entiende, por lo
general. En teoría así es; pero, ello
supone identificar el estudio de la
autoridad con el de la sicología del jefe
y, en este sentido, tendríamos que
entrar a estudiar la literatura sobre lo
que es el jefe, situación que no
contribuiría mucho a esclarecer las
ideas sobre el poder, puesto que la
literatura existente sobre la concepción
del jefe frecuentemente lo describe no
como es, sino más bien cómo el autor
piensa que debe ser. Si aceptamos que
el poder es una característica
inherente al jefe, podríamos caer en
engaños: para explicar el sueño
producido por el opio hay que analizar
la acción de los alcaloides sobre las
células nerviosas y no invocar “la virtud
somnífera” del opio, que es
precisamente el problema y no su
solución. (Marsal, Maurice, p. 13,
1971)
La autoridad de un individuo puede
compararse a los conceptos de derecha
e izquierda. ¿A qué lado del camino
está situada la universidad, a la
derecha o a la izquierda? Es imposible
dar una respuesta de forma inmediata.
Si uno camina del puente hacia el
volcán, la universidad estará al lado
izquierdo y si, por el contrario, camina
30. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
30
del volcán hacia el puente, estará a la
derecha. El poder es un concepto que
adquiere sentido únicamente al indicar
las condiciones en que se desarrollan
las relaciones. Un estudio, entonces,
de la naturaleza del poder resulta ser
más significativo si se realiza, no
basado en los atributos de un jefe, sino
más bien en una relación que se
establece entre él y otros individuos o
entre individuos y él. Por otra parte, el
poder supone, por lo menos, dos
personas. La autoridad de A no existe
sino hasta que aparece B, y algo más,
que es muy importante: y
precisamente porque se trata de B y no
de otra persona, de C, por ejemplo.
Los conceptos poder y autoridad son
empleados, en muchas ocasiones,
como sinónimos. En Administración,
se establecen diferencias entre ambos
términos. Para Robbins (1987), la
autoridad es un derecho cuya
legitimidad se basa en la posición de
figura de autoridad en la organización.
La autoridad forma parte del puesto. El
poder, por otra parte, se refiere a la
capacidad de un individuo para
influenciar decisiones (Robbins,
Stephen P. (p. 214). En este sentido, la
autoridad es una dimensión del poder.
Si bien es cierto que un individuo,
haciendo uso de su autoridad en una
organización que le confiere una
posición legítima, puede ejercer
influencia en las decisiones, no es
necesario que posea autoridad para
ejercer influencia. Muchas secretarias
ejecutivas tienen bastante poder, a
pesar de que tienen poca o ninguna
autoridad.
III. Las relaciones de poder
Gramsci realizó grandes aportes al
estudio de las relaciones de poder. Una
de las categorías de análisis empleadas
por él fue el concepto consenso para
explicar los procesos de dominación y
descubre nuevos instrumentos para
analizar el poder, que se encuentra
“difuso a través de la sociedad civil” y,
por lo tanto, no es monopolio del estado
(Gramsci, Antonio, p. 12, 1987). Otro
concepto central de Gramsci es el de
hegemonía, el cual define como el
liderazgo cultural ejercido por la clase
dirigente por lo que, también, es clave
para comprender los procesos de
dominación.
31. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
31
Michel Foucault plantea el poder como
una relación. Analiza, en su libro
Vigilar y castigar. Nacimiento de la
prisión (1979), la dominación desde las
relaciones de poder y la interrelación
entre consenso y coerción. A Foucault,
le interesa el poder en las
instituciones más que en la economía:
la micropolítica del poder. Hace suyo el
interés de Nietzche por la relación
entre poder y conocimiento, cree que el
conocimiento genera poder al convertir
a las personas en sujetos y al
gobernarlos mediante el uso del
conocimiento. En Historia de la
sexualidad, (primer volumen, 1980),
Foucault se interesa de nuevo en la
genealogía del poder. Para él, la
sexualidad es un punto de
transferencia especialmente denso para
las relaciones de poder (1980, p. 103) y
se preocupa en esclarecer la manera
en que el sexo se introduce en el
discurso y la forma en que el poder
permea ese discurso. Para Foucault, el
sexo lo explica todo. A través del
conocimiento de la sexualidad, la
sociedad ejerce más poder sobre la
vida.
El poder implica relaciones; en ese
sentido, está muy vinculado al
concepto de estrategia. Esta última
también denota un conjunto de
relaciones que se establecen a lo largo
de la cadena de mando entre los
individuos para alcanzar los objetivos;
con otras palabras, la estrategia se
refiere al despliegue de recursos,
movilización y tensionamiento de
fuerzas, por lo tanto, el poder puede
definirse como una función
multiplicadora de recursos y
movilización, tal como lo concebía el
sociólogo Huber Blalock.
El poder, entendido como una relación
de dominio del individuo sobre las
mentes y las acciones de otros
individuos, da lugar a varias
situaciones (Marsal, Maurice, 1971):
1. Dada una relación, al cambiar los
términos unidos por ella hay que
esperar también, salvo
excepciones, la modificación de la
misma. Puede ser que el jefe y el
empleado sigan siendo los
mismos; pero, cada uno de ellos
puede experimentar cambios
rápidos y significativos (en sus
valores, conocimientos, etc.) que
32. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
32
provocan cambios, también, en la
relación de autoridad. Cada vez es
más difícil la capacidad para
hacerse obedecer y ésta varía en
el transcurso del tiempo,
aumentando o disminuyendo.
Ahora, no sería extraño que,
cuando la persona autorizada
para dar la señal de salida en una
carrera dijera en sus marcas,
listos, algún joven atleta le
respondiera: ¿por qué?
2. La autoridad ejercida sobre
ciertos individuos no es extensible
a otros individuos. La obediencia
de unos no implica
automáticamente la obediencia de
otros. Si un jefe tiene autoridad
sobre A, no significa que la tenga
automáticamente sobre B. La
autoridad, como ya dijimos, está
condicionada a la situación: si un
jefe tiene autoridad sobre A, es
precisamente porque es A y no
otro individuo.
3. De la misma manera, si la
autoridad se ejerce de acuerdo a
una situación concreta y bajo un
aspecto determinado, esto no
significa que pueda aplicarse a
otras situaciones y a otros
aspectos.
4. Debido a esa diversidad de
aspectos y situaciones y,
considerando que quien manda lo
hace condicionadamente, en todos
los individuos coexisten dos
fuerzas opuestas, en mayor o
menor grado: la tendencia a la
dominación y la tendencia a la
sumisión. El jefe militar manda
como tal y obedece como esposo.
5. Preguntar si una persona tiene
autoridad es algo indeterminado
y, si se toma al pie de la letra,
hasta carece de sentido. Ya
explicamos que la tiene sólo en
referencia implícita a unos
individuos que obedecen y a unas
situaciones que se suponen ya
conocidas.
IV. Tipos de poder
Uno de los sistemas de clasificación
más utilizados es el de Weber (1947).
Para Weber existen tres clases de
autoridad: Autoridad tradicional,
33. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
33
carismática y racional-legal. La
autoridad racional-legal se basa en la
idea de que quienes están en
posiciones más altas tienen derecho
para ejercer poder sobre los que se
encuentran debajo. La autoridad
carismática se basa en las
características personales de un
individuo. La autoridad tradicional
sucede cuando, en la organización,
está presente una figura dominante,
como el fundador; se origina en un
sistema ancestral de creencias, es el
caso de los individuos que acceden al
poder debido a que proceden de
familias importantes. Weber creía que
sólo en el occidente moderno se había
desarrollado la autoridad racional-legal
y que únicamente en este tipo de
autoridad podía existir la burocracia
moderna en su pleno desarrollo. El
resto del mundo tendía hacia sistemas
carismáticos y tradicionales.
Erich Fromm, (1982) habla de una
autoridad racional y la inhibitoria. La
autoridad racional representa la
condición necesaria para ayudar a la
persona sometida a la autoridad, como
la relación que existe entre el maestro
y el alumno. La autoridad inhibitoria,
en cambio, constituye la condición de
su explotación; tal es el caso de la
relación entre el amo y el esclavo. En
la primera, la relación tiende a
disolverse y la distancia entre ambos
es cada vez menor; en la segunda, la
relación o se mantiene o se fortalece y
la distancia entre las dos personas se
hace, con el tiempo, cada vez mayor.
Fromm también menciona que la
autoridad, muchas veces, se
manifiesta de manera anónima, casi
invisible: se disfraza de sentido común,
ciencia, salud síquica, normalidad,
opinión pública. No emplea,
aparentemente, ninguna presión, sino
una tenue persuasión: ésta es su
bebida favorita, por ejemplo.
Testa (OPS, 1986) establece el poder
en tres dimensiones: poder político,
poder técnico y poder administrativo.
Por su parte, Maurice Marsal (p. 43,
1971) reconoce los siguientes pares de
autoridad: colectiva e interindividual,
impersonal y personal, oficial y
oficiosa, tutelar y funcional, bruta y
racional, absoluta y relativa.
V. Disposición al mando y a la
obediencia
34. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
34
Nietzche se preguntaba:
¿Qué es lo que induce a los seres
vivos a obedecer y mandar, y a que
obedezcan incluso cuando mandan?
..... Siempre que he visto un ser vivo
he encontrado voluntad de poder;
hasta en la voluntad del siervo
encontré voluntad de ser señor. Al
más débil le induce su voluntad a
servir al más fuerte, porque esa
voluntad quiere dominar lo que es
más débil aún: se trata de un placer
del que no quiere privarse (
Friedrich, Nietzche, p. 106, 2000)
Para el análisis de los mecanismos de
sumisión y dominación, nos
basaremos en el libro El miedo a la
libertad de Erich Fromm (1982). El
autor es el representante del
psicoanálisis de Freud; pero, considera
los factores sociales, los valores y las
normas éticas en el estudio de la
personalidad total. E. Fromm plantea
que la forma más nítida de los
mecanismos de sumisión y dominación
pueden observarse en los impulsos
sádicos y masoquistas. Para algunos
estudiosos del tema, el deseo de
dominar a los demás parecía natural y,
en muchos casos, bueno. Hobbes, por
ejemplo, veía como inclinación general
de la humanidad la existencia de un
perpetuo e incesante deseo de poder
que desaparece solamente con la
muerte. Maurice Marsal (1971) cuenta
la siguiente anécdota: “¿Qué sabes
hacer?”, preguntan a Diógenes,
apresado y vendido por unos piratas.
“Mandar a hombres”, responde; y
añade, dirigiéndose a su interlocutor:
“Pregunta si hay aquí alguien que
desee comprar un dueño”.
El primero que estudió los impulsos
sádicos y masoquistas fue Freud. Él
consideraba que los impulsos sádicos y
masoquistas existirán siempre juntos,
a pesar de su aparente contradicción.
A principio, Freud planteó la hipótesis
de que el sadomasoquismo es
fundamentalmente un fenómeno
sexual; posteriormente, la modificó en
el sentido de que el sadomasoquismo
se trata de un fenómeno ajeno a la
sexualidad, ya que el factor sexual es
resultado de la fusión del instinto de
muerte con la libido.
E. Fromm se pregunta: ¿cuál es la raíz
común de las tendencias masoquistas
35. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
35
y de las sádicas? Inmediatamente se
plantea la hipótesis: tanto los impulsos
masoquistas como los sádicos tienden
a ayudar al individuo a evadirse de su
insoportable sensación de soledad e
impotencia. Ambos impulsos, el
masoquismo y el sadismo coexisten,
se encuentran siempre mezclados, de
tal manera que, en muchos casos,
resulta difícil determinar qué aspecto
del mismo se halla en función en un
momento dado. En ambos existe la
hostilidad, la destructividad; sin
embargo, en el sadismo, la hostilidad
es, por lo general, más consciente y se
expresa de una manera más directa;
en cambio, en el masoquismo es,
muchas veces, inconsciente y se
expresa de manera indirecta. Lo dicho
anteriormente, no significa la
identificación del sadismo con la
destructividad, a pesar de que se
encuentra mezclado con ella. Un
individuo es destructivo cuando
pretende destruir al objeto, librarse de
él; mientras el sádico quiere
dominarlo, no destruirlo. Aunque
habrá casos en que el sádico pretende
destruir. Es más, el sadismo puede
aparecer, en algunos casos, sin
carácter destructivo, más bien
amigable. Este sadismo amigable
muchas veces es confundido con el
amor (quien te ama, te hará sufrir) Al
respecto, debemos decir que no hay
que confundir poder con violencia;
aunque la violencia es una
característica de aquél, no todo poder
es violento. En los animales, por
ejemplo, el alfa puede tener el deseo de
atacar a un inferior, un beta, que le ha
ofendido; si este último ofrece gestos
de sumisión propios de la especie, el
alfa se ve obligado a perdonarle. Estos
gestos de inhibición son muy
parecidos a un código de moral (Sagan
y Druyan) En los humanos, con
características sadomasoquistas,
muchas veces, cuando la persona le
muestra posturas y gestos de
sumisión, más crueles son los ataques
contra ella. Para el sadomasoquista, el
“enemigo” se transforma en lo
inhumano.
Lo dicho hasta aquí puede
interpretarse que el sadismo es
idéntico al apetito de poder. Quien
piense de esa manera, estaría
cometiendo un error; sin embargo, a
pesar de que no es posible hacer
idénticos a ambos, sí es posible
36. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
36
afirmar que la voluntad de poder es la
expresión más significativa del
sadismo. Esta voluntad de poder no
tiene su fundamento en la fuerza del
individuo sino en la debilidad;
debilidad expresada en la incapacidad
del individuo de experimentar la vida
de una manera espontánea y amable.
El individuo con carácter
sadomasoquista presenta una fuerte
tendencia al autoritarismo: ..... La
persona sadomasoquista se caracteriza
siempre por su peculiar actitud hacia la
autoridad. La admira y tiende a
someterse a ella, pero al mismo tiempo
desea ser ella misma una autoridad y
poder someter a los demás (Fromm,
Erich, p. 188, 1982)
Es la actitud hacia el poder la
característica principal de la persona
autoritaria; por eso, los individuos e
instituciones que carecen de él
merecen su desprecio:
La sola presencia de personas
indefensas hace que en él surja el
impulso de atacarlas, dominarlas
y humillarlas. Mientras otro tipo
de carácter se sentiría espantado
frente a la mera idea de atacar a
un individuo indefenso, el
carácter autoritario se siente
tanto más impulsado a hacerlo,
cuanto más débil es la otra
persona (Fromm, E., p. 193)
El autoritarismo se vale de muchos
disfraces para ocultar sus impulsos
destructivos hacia los otros: amor,
deber, igualdad, conciencia,
patriotismo, unidad, dignidad y
muchos otros medios. A aquellos que,
en nombre de la igualdad y la justicia,
buscan venganza y destrucción,
Nietzsche les dirige el siguiente
mensaje:
Predicadores de la igualdad, lo que
os hace pedir a gritos igualdad no
es más que el delirio tiránico de
vuestra impotencia; y, de esta
forma, vuestra tiránica
concupiscencia se disfraza de
virtud. Vanidad amargada y
envidia reprimida –vanidad y
envidia que quizá heredasteis de
vuestros padres- surgen en
vosotros como llamas y quimeras
de venganza... Yo os aconsejo,
amigos míos, que desconfíes de
quienes se sienten tan inclinados
a castigar. Son gente de mal
37. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
37
corazón y de mala ralea, a sus
ojos se asoman el verdugo y el
sabueso. Desconfiad de los que se
pasan toda la vida hablando de su
justicia. No es sólo miel lo que falta
en sus palmas; y, si se consideran
los “buenos y justos”, no olvidéis
que, para ser fariseos, únicamente
les falta el poder (Nietzsche,
Friedrich, 2000, pp.92-93)
A veces, la persona autoritaria se
revela contra un grupo de autoridades
y, al mismo tiempo, someterse a otras
autoridades a las que considera que
pueden satisfacerle sus anhelos
masoquistas. En todos los casos, la
actitud destructiva de este tipo de
personas representa el mecanismo de
huida de un insoportable sentimiento
de impotencia que experimenta cuando
se compara con otros individuos y, por
eso, quiere eliminarlas, destruirlas. Es
más, esta condición de impotencia que
siente frente a otras personas, va
acompañada, también, de angustia y
frustración de la vida, situación que
impide el pleno desarrollo de sus
potencialidades, la seguridad interior y
la espontaneidad. Fromm establece
una relación entre el impulso de la
vida y el de destrucción; éstos no son
mutuamente independientes, sino que
son inversamente proporcionales:
cuanto más plenamente se realiza la
vida, tanto menor es la fuerza de la
destructividad. Esta es producto de la
vida no vivida.
VI. Algunas consecuencias de las
relaciones de poder en los
individuos y en los grupos sociales
Las relaciones de poder pueden
desencadenar los procesos siguientes:
sumisión, identificación, interiorización
y oposición.
Sumisión
La disposición a someterse, a acatar
las órdenes de otros sin ofrecer
resistencia puede estar motivada por
varios factores. Podría deberse a un
cansancio y resignación, producto de
la experiencia del individuo de derrotas
pasadas, a la desconfianza en los
dirigentes y en las organizaciones. Esta
actitud de resignación no va
acompañada de la aceptación pasiva
por parte de la persona; más bien,
indica un estado de impotencia frente
al poder, sin llegar a tener ninguna
38. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
38
identificación con la autoridad y está a
la espera de que existan las
condiciones mínimas para revelarse
contra ella. Acata la autoridad
mientras no puede hacerle frente;
sabe, por experiencia, que no puede
actuar si no existe el apoyo para su
causa, pues sin este apoyo está
nuevamente condenado al fracaso. No
tiene prisa; pero, tampoco dispone de
mucho tiempo. Sabe muy bien que
esta situación debe ser coyuntural
para que no tome impulso y que
después resulte difícil detenerla, de
manera que se debe actuar con mucha
precisión y buen juicio. Si la situación
lo obliga a ser sumiso, debe saber
moverse con mucha rapidez y astucia
entre los dédalos del poder. Es
oportuno recordar, en este aspecto a
Maquiavelo:
De manera que, ya que se ve
obligado a comportarse como
bestia, conviene que el príncipe
se transforme en zorro y en león,
porque el león no sabe
protegerse de las trampas ni el
zorro protegerse de los lobos.
Hay, pues, que ser zorro para
conocer las trampas y león para
espantar a los lobos. Los que
sólo se sirven de las cualidades
del león demuestran poca
experiencia (Maquiavelo, Nicolás,
1999, p. 67-68)
Identidad
En este caso, el individuo deja de ser el
mismo y se transforma en una persona
idéntica a las demás y actúa tal como
los poderosos esperan que lo haga. Es
tal su identificación con los otros que
resulta muy difícil distinguirlos entre
sí. Al despojarse de su personalidad, se
convierte en un autómata más y para
compensar la pérdida de la
personalidad, el individuo se conforma
con su situación y busca el
reconocimiento de los demás:
Es lo que les pasa siempre a los
débiles: se extravían en su
camino; y al final la fatiga les
hace decir: ¿De qué ha servido
caminar, si todo es igual?’’ A esa
gente le gusta que le digan que
nada merece la pena, que no se
debe querer nada. Eso es
predicar a favor de la esclavitud.
Zaratustra, hermanos, viene como
viento fresco e impetuoso para
todos los cansados del mundo,
pues va a hacer estornudar a
39. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
39
muchas narices (Nietzsche,
Friedrich, 2000, p.180)
Este proceso de automatización
convierte al individuo en un ser
inseguro y desamparado; de aquí que
él busque la protección y esté
dispuesto a someterse (incluso muy
entusiastamente y con orgullo) a
aquellas autoridades que le ofrecen
seguridad y protección. Se somete al
poderoso y, al mismo tiempo, se actúa
como él; a pesar de que acepta el poder
de los otros, no internaliza sus valores
y las normas involucradas. En opinión
de Erich Fromm, fue este proceso de
identificación de la clase media con el
poder alemán que caracterizó el núcleo
del movimiento nazi.
Interiorización
A través de este proceso, llamado
también proceso de socialización, el
individuo hace suyos los principales
valores del sistema dominante, se
apropia de ciertas características que
refleja el sistema de poder y se operan
ciertos cambios en la conducta del
individuo que tienden a ser más o
menos permanentes. Estas
características pueden ser
denominadas como: valores, motivos
sociales, actitudes, creencias, etc.
Los grupos que poseen recursos y, por
tanto, poder, suelen imponer a la
sociedad su sistema de ideas, el
sistema de ideas de los que carecen de
recursos es un sistema impuesto.
Como el yo del individuo se encuentra
debilitado, la persona es incapaz de
darse cuenta de su inseguridad y de
reconocer que los pensamientos y las
emociones no son realmente de ella,
sino que han sido recibidos desde
afuera, interiorizados a través de
instrumentos especializados en crear
en los individuos el conformismo, la
apatía, el temor y la aceptación pasiva
del poder establecido. En muchos
casos, los individuos llegan hasta
admirar y servir a su opresor;
admiración y servilismo que son
productos de su temor hacia el
poderoso. Existe una red bien
organizada de instituciones, difundidas
en la sociedad, encargadas del proceso
de alienación de las personas.
Instituciones como la iglesia, el
estado, la familia, la escuela, la
universidad, partidos políticos, los
hospitales, las empresas son algunos
40. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
40
de los mecanismos especializados en
este proceso de socialización del
conformismo. El individuo se convierte
en un autómata: piensa, siente y
quiere de acuerdo a lo que los demás
piensan, sienten y quieren. De esta
manera, el individuo cree que existe
una relación de armonía con los
poderosos, colabora con ellos y está
dispuesto a defender los intereses de
los que tienen el poder, porque cree
que son sus propios intereses los que
están en juego. Pierde, así, los últimos
vestigios de su personalidad.
Oposición
Es una reacción de rechazo a la
autoridad, de inconformidad con el
poder. No consideraré esta acción de
rechazo a la sumisión como propia de
un delincuente, como en muchos casos
se hace, para tipificar conductas
desviadas y justificar ciertas acciones
represivas por parte del sistema de
poder. Más bien, la considero como
una forma de rebeldía ante una
situación abusiva del ejercicio del
poder. Más que una conducta
desviada, la tipifico como una
conducta normal que permite al
individuo luchar para dignificar su
existencia y lograr su verdadera
libertad, con la conquista de la
identidad que le ha sido despojada. El
que se revela contra el sistema de
poder asfixiante es un quebrantador de
las tablas de valores dominantes y es,
también, un creador de nuevos valores
que promueven la existencia de un
nuevo hombre. Conoce que no está
solo en esta tarea y, también, sabe
que lo etiquetarán de inmoral, de
delincuente. En este campo de
relaciones conflictivas siempre existen
dos grupos: los que siempre son
solidarios y los lisiados mentales, los
mediocres, los eternos opositores al
cambio. Conoce de los riesgos y que lo
novedoso y el cambio siempre generan
oposición; pero, los quebrantadores de
valores son creadores, duros y no
41. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
41
desean nada gratis. Sólo los mediocres
prefieren las cosas fáciles y gratis y se
opondrán a todo aquello que indique
cambio: Hay muchos que mueren
demasiado tarde y algunos que mueren
demasiado pronto. Aún nos resulta
extraña esa máxima: “¡Morir a
tiempo!”.....Pero, ¿cómo puede pretender
morir a tiempo quien nunca ha vivido a
tiempo? (Nietzsche, Friedrich, 2000,
p.70)
VII. Conclusiones
Como se habrá notado, he utilizado
varias citas de Friedrich Nietzsche. Ello
se debe a que este autor es uno de los
que han estudiado el tema del poder
desde un pisto de vista filosófico. El
mismo Foucault (1969), cuando
plantea la expresión “genealogía del
poder,” retoma con mucha precisión,
ideas de Nietzsche, a quien considera
un filósofo del poder.
La autoridad per se no es dañina.
Pretender eliminarla, sería una tarea
inútil e imposible, es inherente a
nuestra condición humana. En el
estudio de las relaciones de poder en
las organizaciones, habrá que
considerar que la autoridad presenta
distinta naturaleza de acuerdo con la
intención de quien la ejerza. Existen
personas que usan su poder para sus
propios intereses, para destruir, para
dañar. Es la autoridad esclavizante,
propia de las personas
sadomasoquistas. Hay otras, en
cambio, que emplean su poder para la
consecución de una causa común. De
igual manera, existen dos formas de
obediencia: la servil y la libre. Por eso,
es muy importante estudiar muy
detenidamente el poder,
particularmente la naturaleza de la
obediencia.
42. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
42
Todos los sistemas sociales, y
particularmente el nuestro, funcionan
a través de un red de reciprocidades de
obediencia común. En todos ellos
existe un marcado diferencial de poder
que caracteriza toda la red de
relaciones y es, precisamente, el
fenómeno de la obediencia que nos
develará todo un conjunto de
fenómenos que operan tras la
conducta humana. Estamos
“programados” por una compleja,
densa, difusa e impalpable red de
autoridades superestructurales de la
sociedad (escuela, universidad,
partidos políticos, iglesias, estado,
familia, medios de comunicación,
instituciones, organizaciones,
hospitales, tribunales) para creer y
para hacer lo que se dice, para aceptar
sin mucho análisis y cuestionamiento
sus “verdades”. Estas instituciones,
que conforman lo que Foucault
denominó “un sistema de micro
poderes,” tienen la función de congelar
las conciencias de los individuos a
través de procesos subliminares de
condicionamientos, que inhiben la
actividad creadora del individuo y lo
hacen renunciar a su deseo de
libertad, ejerciendo un control
internalizado, el cual es, en muchos
casos, la forma más represiva de
control. No es fácil visibilizar este
proceso, debido a su compleja red de
relaciones que se yuxtaponen y se
imbrican unas en otras, y cuyo
resultado es un individuo educado con
una mentalidad opuesta al desarrollo
pleno de sus facultades y a su misma
práctica.
La función de la educación está
muy bien condensada en la frase,
atribuida a Bernard Shaw, y que
Gabriel García Márquez cita en su
famosa obra Vivir para contarla:
“Desde muy niño tuve que interrumpir
mi educación para ir a la escuela”.
Albert Einstein se refirió al papel de la
educación de la siguiente manera: lo
único que interfiere con mi aprendizaje
es mi educación (Thorpe, Scout, 2001,
p. 16)
Aunque el poder puede existir en las
situaciones conflictivas y no
conflictivas, por lo general, las
personas actúan, en lo que Michel
Foucault describe como la “microfísica
del poder” con innumerables puntos de
enfrentamiento. De aquí que sea muy
43. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
43
importante estudiar, con profundidad,
las relaciones que suceden entre los
individuos y los grupos sociales, en un
contexto determinado, para descubrir
los procesos de obediencia y mando: la
relación entre los dominantes y los
dominados y, principalmente, la
relación de los dominados entre sí. Es
importante, en este aspecto, que los
profesionales analicen, con mucho
cuidado, cuál es su ubicación en esta
“microfísica del poder”, cuál es su
práctica concreta en estas relaciones
de poder para entender la dinámica de
los movimientos sociales, de los grupos
sociales que operan al interior de las
organizaciones, de las intenciones que
subyacen en las conductas de las
personas. El conocimiento de cómo
opera el poder en un contexto
específico facilitará al individuo saber
si su práctica es coherente con
determinado movimiento social.
Hemos planteado anteriormente cómo
la disposición a obedecer y la
disposición a mandar existen en todos
los individuos al igual que en los
animales, con matices e intensidades
distintas. A algunas personas les gusta
más mandar que obedecer y a otras, lo
contrario. ¿Cuál es más fácil de las
dos? Para algunos estudiosos del tema,
es más fácil obedecer que mandar. Yo
no estoy tan seguro que esa sea la
regla general, en individuos normales.
Hemos visto cómo en la disposición al
mando y a la sumisión influyen
aspectos genéticos (ADN) y sociales, y
que aún en la carga genética existen
diferencias: individuos que vienen
dotados de una carga genética mayor
hacia el mando que otros. La dinámica
de la autoridad es muy compleja.
La humanidad tiene la
responsabilidad, responsabilidad
derivada del principio de la selección
natural, de la preservación y
superación del individuo. La decisión
es nuestra: o nos destruimos o nos
desarrollamos. El principio de la
selección natural no entiende de
sentimientos. El panorama no es muy
alentador. Y no es que seamos
pesimistas; pero, las masacres, el
odio, la envidia, la destrucción, el
egoísmo son una constante en la
ecuación del “desarrollo humano” y en
el desarrollo organizacional. En efecto -
dice el autor portugués, Premio Nobel de
Literatura 1998, José Saramago - yo no
44. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
44
sé quién soy. Pero, más que el yo me
preocupa el otro, ese otro al que siempre
definimos como enemigo. Por eso, la
vida pacífica entre los seres humanos
no existió nunca y, si existió alguna vez,
no duró mucho. Esforzarnos por
comprender al otro, que es nuestro
semejante, es lo decisivo.
Las naciones alfa imponen sus
razones al país omega y son las
primeras las que definen los términos
de las ecuaciones que rigen el destino
de las segundas, y los gobernantes del
país omega se rinden, incluso con
orgullo, a la voluntad de los
gobernantes del país alfa. Este proceso
se repite, con distintas dimensiones y
características, en las organizaciones
de todo tipo. Nuestras conciencias
están secuestradas, igual que nuestro
lenguaje, nuestra identidad perdida.
Muy bien lo dijo recientemente, en una
entrevista, el ganador del premio Nobel
de Literatura 2002, el escritor
húngaro, Imre Kertész, con relación a
cómo los sistemas secuestran el
lenguaje:
No, sigue secuestrado. Los medios y
los periódicos crean su propio
lenguaje en el que el individuo está
perdido. Tenemos que volver al
lenguaje del individuo. En el discurso
aprendí que en un momento de mi
vida decidí que mi única realidad era
yo. Creo que todo el mundo debería
tener ese momento, la libertad total
del ser. Debemos rescatar nuestra
propia identidad y debemos estar
dispuestos a hacerlo por duro y
difícil que sea el camino: Debe
considerarse que no hay nada más
difícil de llevar a cabo, ni éxito más
dudoso, ni más peligroso de manejar,
que iniciar un nuevo orden de cosas
(Maquiavelo, Nicolás) La
construcción de una nueva cultura
y una nueva ética planetaria no es
una opción, es una obligación. Una
cultura y una ética que promueva y
fortalezca el potencial de resistencia,
con creatividad, ante sistemas
dominantes que prohíben a las
personas una vida digna, una
educación que libere y no que
domestique. Esa es nuestra misión.
Misión que se desdobla en: misión
individual y misión grupal. No
bastan las buenas intenciones. De
buenas intenciones está lleno el
infierno.
45. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
45
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47. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
47
Comité consultivo interinstitucional Educación
Integral de la Sexualidad (EIS)
Miembro del comité que reporta escrito: Carlos Benjamín Henríquez
ESTUDIANTES VICTIMAS DEL ACOSO
SEXUALPOR PARTE DE LA DIRECCIÓN
DEL CENTRO DUCATIVO
Los mecanismos de atención se centraran en la
protección integral de la niñez y adolescencia
mediante asistencia y denuncia de hechos
delictivos, atención psicológica para la
intervención en crisis cuando fuere necesario,
fortalecimiento personal y seguimiento para la
restitución de sus derechos.
¿Cómo se detecta?
Por reporte de niñas, niños y adolescentes
Ausencia de clases por reunión en la
dirección
Bajo rendimiento escolar, entre otros.
Sospechas de terceras personas
Llegadas tardías injustificadas a su hogar;
Regalo de ropa, joyas y dinero
(importante conocer la procedencia del
mismo), teléfono celular, saldos de
teléfonos, etc.
Aislamiento obsesivo.
Llamadas obsesivas y/o secretas.
Mentiras para obtener permisos de
salidas.
Apariencia diferente, de forma repentina.
¿Qué debe hacerse?
Aviso, denuncia, ruta
Toda persona que conozca de un hecho de
acoso sexual pueden presentar la denuncia
ante la Junta de la Carrera Docente y ante
la Fiscalía General de la Republica
(FGR).
También lo puede hacer quien sufre el acoso a:
Juntas de Protección de la Niñez y
Adolescencia del CONNA, A LA
Junta De la Carrera Docente y a los
Juzgados especializados.
RUTAS DE
ATENCIÓN
PARA
VICTIMAS
Estudiantado acosado
sexualmente en centros
educativos
48. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
48
El centro educativo deberá apoyar a las
victimas mediante la coordinación con
otras instituciones que brinden atención
médica, psicológica y legal.
¿Cómo avisar?
Cualquier persona puede dar aviso de
forma anónima (por teléfono o correo
electrónico) ante las autoridades del
MINED y la FGR sobre casos de acoso
sexual.
Se puede realizar ante las Direcciones
Departamentales de Educación y estas
remitirán el caso a la Dirección de
Asesoría Jurídica. La Junta de la Carrera
Docente investigará los avisos para
verificar si deben ser denunciados.
¿Cómo prevenir la revictimización?
Para evitar:
Revisar y actualizar con la comunidad
educativa los manuales de convivencia:
incorporar enfoque de niñez, género y
derechos humanos.
Fomentar actividades artísticas y
culturales durante la elaboración e
implementación del manual de
convivencia en los centros escolares.
Qué se incluyan acciones de prevención
ante posibles prácticas discriminatorias
a nivel del personal docente y del
estudiantado.
Elaboración y divulgación de material
educativo sobre el tema.
Para no revictimizar:
Comprometerse a guardar
confidencialidad de la información.
Rechazar estigmas sexistas.
Comprometerse a dar seguimiento al
caso.
Brindar apoyo emocional a la víctima.
No culpabilizar a las niñas, niños y
adolescentes víctimas e identificar
alternativas para disminuir la presión
emocional que se pueda generar en la
comunidad educativa hacia la víctima.
Estudiantes víctimas de acoso sexual
por parte de otro estudiante de igual o
mayor edad
Estudiantes sufren acoso sexual de otro u
otra estudiante de menor, igual o mayor
edad.
¿Cómo se detecta?
Por reporte de niñas, niños y
adolescentes.
Explorar cuidadosamente con la
persona que sufre el coso sobre sus
sentimientos e inquietudes.
Conversar con las niñas, niños y
adolescentes de quien se dice le
acosa sexualmente.
Sospechas de terceras personas.
Pedir a la persona que advierte sobre
el acoso sexual qué indique en que se
basa para dar aviso, NO para
investigar o tomar denuncia, sino
para entender el fundamento.
Explorar cuidadosamente los
sentimientos e inquietudes de la
presunta víctima.
Conversar con niñas, niños y
adolescentes sobre quien se dice que
realiza los actos de acoso sexual.
¿Qué debe hacerse?
Aviso, denuncia, ruta.
Informar a la dirección y aplicar el
reglamento disciplinario o el manual
de convivencia.
Conjuntamente, dirección y cuerpo
docente analizan la situación de la
niña, el niño o adolescente agresor,
tomando en cuenta:
a) Sí tiene vinculación con pandillas, y
b) Otros factores de riesgo (violencia
familiar).
49. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
49
Analizar la situación de la víctima para
saber si existen en su familia casos de
violencia.
Sólo después de este análisis, notificar
de la situación a la Junta de Protección
más cercana. Es un aviso que debe
contener los elementos de análisis
mencionados.
Identificar recursos de apoyo
psicosocial tanto para la víctima como
para la persona agresora.
Remitir a ambos niñas, niños y
adolescentes al servicio de apoyo
psicosocial.
Sí la persona que da el aviso es familiar
de la víctima, se remite a una instancia
que pueda dar apoyo psicosocial a
niñas, niños y adolescentes y se explica
que debe recurrir a la Junta de
Protección más cercana.
¿Cómo prevenir la victimización?
Para evitar
Que el centro educativo asuma una
postura oficial de rechazo al acoso
sexual.
Abordaje del tema en el manual de
convivencia.
Que el personal docente tenga
formación en el tema.
Observación cuidadosa de las
interacciones entre estudiantes.
Formación de pares/estuantes referentes
para apoyar con la prevención y la
detección de casos.
Buzón para avisos de casos de acoso
sexual.
Para no revictimizar
Asegurar la confidencialidad de la
información.
Dar seguimientos a ambos niñas,
niños y adolescentes en su proceso
de apoyo psicosocial.
No culpabilizar a la niñez víctima e
identificar alternativas para
disminuir la presión emocional que
se pueda generar en la comunidad
educativa.
Estudiante víctima de agresión sexual
en casa
La agresión sexual se realiza con o sin
violencia, pero sin penetración en niñas,
niños y adolescentes o en otra persona,
aprovechándose de su discapacidad
mental, de su estado de inconciencia o de
su incapacidad de resistir. La definición
más amplia se encuentra en el Código
Penal, Titulo IV: delitos contra la libertad
sexual.
¿Cómo se detecta?
Por reporte de niñas, niños y
adolescentes
Evitar interrogar mucho a la víctima.
Creer siempre en lo que la niña, niño
y adolescente manifiesta.
Contribuir a atenuar el sentimiento de
culpabilidad que niñas, niños y
adolescentes sienten ante la violencia.
Actuar con prudencia, pero con
diligencia.
Al finalizar la conversación,
agradezca la confianza y dígale que
reconoce su fuerza; que el contarlo
hace que ahora esté apoyado. Explicar
de manera sencilla los pasos que
siguen.
Sospechas de terceras personas
Dar el aviso, de carácter anónimo, a la
Junta de Protección de niñas, niños y
adolescentes mediante llamada
telefónica o enviar formulario de
aviso completado vía fax.
¿Qué debe hacerse?
Aviso, denuncia, ruta.
Informar a la dirección del centro
escolar.
50. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
50
Convocar de emergencia a un familiar
responsable de la niña, niño y adolescente;
no involucrado en el delito.
Dar aviso a PNC, FGR y Junta de
Protección de niñas, niños y adolescentes
más cercana, ya sea por teléfono o en
persona. Enviar formulario de aviso vía
fax.
Acudir directamente a la sede de la Junta
de Protección de NNA.
Enviar nota vía fax o entregarla
personalmente a la Dirección
Departamental de Educación
correspondiente.
Esperar a que llegue la PNC o la FGR para
que sea trasladada la víctima al hospital o
unidad de atención primaria de salud más
cercana para la atención inmediata a fin de
prevenir VIH e ITS, (Infecciones de
transmisión sexual) y embarazo.
¿Cómo prevenir la revictimización?
Para evitar
Revisar y actualizar con la comunidad
educativa los manuales de convivencia:
incorporar enfoque de niñez, género y
Derechos Humanos.
Fomentar actividades artísticas y
culturales durante la elaboración e
implementación del manual de
convivencia en los centros escolares.
Que se incluyan acciones de prevención
ante posibles prácticas discriminatorias a
nivel del personal docente y del
estudiantado.
Elaboración y divulgación de material
educativo sobre el tema.
Para no revictimizar
El personal directivo y docente del centro
educativo que tiene conocimiento del
hecho deberá mantener la confidencialidad
estricta de la situación ocurrida y
solamente la transmitirá a la autoridad
correspondiente.
Las autoridades educativas deberán
garantizar que la visita de la PNC o la
Fiscalía que involucra el retiro de la
víctima sea durante horas de clase para
evitar que el estudiantado se entere de la
situación.
Estudiantes víctimas de violación
sexual en el tránsito de su casa al
centro escolar
La niña, niño o adolescente sufre una
violación en el ámbito comunitario por
parte de una tercera persona, conocida o
no, en la comunidad.
¿Cómo se detecta?
Por reporte de niñas, niños y
adolescentes
El NNA informa al cuerpo docente lo
que le ha sucedido o presenta en su
cuerpo las señales de violación
(golpes, sangramientos, ropa rasgadas,
entre otros).
Sospechas de terceras personas
Preguntarle de manera discreta y
cuidadosa lo sucedido, (sin
profundizar).
Sí la víctima confirma la violación, se
deberá hacer el procedimiento abajo
descrito.
Informar a la persona que dio la alerta
al docente que no sucedió la violación.
Es importante destacar que el enfoque
de la respuesta debe estar centrada en
el cuidado de la salud de niñas, niños y
adolescentes.
¿Qué debe hacerse?
Aviso, denuncia, ruta.
El docente o la docente debe de
informar a la dirección del centro
escolar.
La dirección del centro escolar deberá
dar aviso inmediato a la PNC y a la
madre, padre o responsable de la niña,
niño o adolescente.
Posteriormente, dar aviso a la Junta de
Protección de la niñez y adolescencia.
51. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
51
Esperar a que llegue la PNC o la
FGR para que sea trasladada la
víctima al hospital o unidad de
atención primaria de salud más
cercana para la atención inmediata a
fin de prevenir VIH, infecciones de
transmisión sexual y embarazo.
La persona responsable del NNA
debe continuar el proceso ante la
PNC para que se inicien las
investigaciones del caso.
La comunidad asuma un
compromiso de cero tolerancia
frente a la violación sexual.
Solicitar patrullajes preventivos de
la PNC en la zona.
¿Cómo prevenir la revictimización?
Para evitar
Promover que las niñas, niños y
adolescentes se trasladen en grupos.
Generar conciencia de que el
alumnado más grande acompañe a
los más chicos.
Promover que la comunidad se
organice para cuidar o acompañar al
alumnado en su tránsito.
Avisar o estar pendiente de sujetos
extraños que merodeen la
comunidad.
La comunidad asuma un
compromiso de cero tolerancia
frente a la violación sexual.
Solicitar patrullajes preventivos de
la PNC en la zona.
Para no revictimizar
La reincorporación de la víctima a
las actividades escolares.
La estricta confidencialidad del
caso.
Evitar la estigmatización de la
víctima y culpabilizarla del hecho.
Apoyo emocional a la víctima.
Niñas, niños y adolescentes víctimas de
abuso sexual por parte de docentes
Niñas, niños y adolescentes ha sido
víctima de acoso, agresión o violación
sexual por parte de docente del centro
educativo.
¿Cómo se detecta?
Por reporte de niñas, niños y
adolescentes
Reportado por niñas, niños y
adolescentes a docentes o a la
dirección del centro educativo.
Sospechas de terceras personas
Reportado por terceras personas al
director o directora, basado en
evidencias o sospechas.
¿Qué debe hacerse?
Aviso, denuncia, ruta.
La dirección de la escuela avisa a la
PNC, Junta de Protección o FGR.
La familia acude a presentar la
denuncia a la PNC.
La persona responsable de la NNA le
acompañará en todo el trámite.
La PNC acompañará a la víctima al
hospital más cercano para la atención
inmediata.
La dirección del centro educativo
procede a levantar acta ordenando la
suspensión de labores del docente y la
remitirá a la Junta de la Carrera
Docente para que inicie el
procedimiento administrativo.
52. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
52
Invitar a una reunión privada a la
madre, padre y/o responsable de la
niña, niño y adolescente, en la que se
cuente con el apoyo de un profesional
en psicología.
¿Cómo prevenir la revictimización?
Para evitar
Revisar y actualizar con la comunidad
educativa los manuales de
convivencia: incorporar enfoque de
niñez, género y derechos humanos.
Fomentar actividades artísticas y
culturales durante la elaboración e
implementación del manual de
convivencia en los centros escolares.
Que se incluyan acciones de
prevención ante posibles prácticas
discriminatorias a nivel del personal
docente y del alumnado.
Elaboración y divulgación de material
educativo sobre el tema.
Para no revictimizar
Evitar interrogar a la víctima.
No culpabilizar a la NNA victima e
identificar alternativas para disminuir
la presión emocional que se pueda
generar en comunidad educativa hacia
la víctima.
Mantener la confidencialidad estricta
de la situación.
La familia y el centro educativo deben
garantizar el derecho a la educación
de la niña, niño y adolescente
afectado.
54. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
54
LUCHAR CONTRA EL TRABAJO
INFANTIL CUIDAR EL PRESENTE,
ASEGURAR EL FUTURO
Elba Cecilia Hernández.
¿De qué hablamos?
Niñas y niños que están
ocupados en la producción
económica y que tienen menos
de la edad mínima permitida
para trabajar de acuerdo con la
legislación nacional y la
normativa internacional (14
años).
Niñas y niños que están
ocupados en la producción
económica y que, teniendo la
edad permitida para trabajar,
realizan actividades peligrosas
que ponen en riesgo su salud,
seguridad y desarrollo moral.
Niñas y niños que son víctimas
de formas delictivas de trabajo,
tales como: esclavitud, tráfico de
estupefacientes, explotación
sexual comercial, pornografía,
turismo sexual, trata con fines
de explotación sexual o laboral,
uso en conflictos armados y
otras actividades ilícitas.
55. “HACIA UNA CULTURA DE DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO NACIONAL”
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Trabajo Infantil
¿A quién afecta?
188 mil trescientos cuarenta y tres
niños y niñas entre 5 y 17 años que
trabajan.
104% de la población infantil y
adolescente de El Salvador.
106 mil trescientos ochenta niños y
niñas entre 5 y 17 años realizan
trabajos peligrosos.
59% de la población infantil y
adolescente de El Salvador.
¿Qué genera?
Pone en riesgo el ejercicio de
derechos fundamentales como la
educación, la protección, la
salud, e incluso la vida.
Perpetúa el ciclo de pobreza en
las familias y comunidades.
Impide que los niños y niñas
acumulen suficiente capital
humano.
Priva a las niñas y adolescentes
mujeres de la educación, al
asignarles quehaceres
domésticos excesivos.
¿Cómo se ha respondido a esta
realidad?
La Oficina Internacional del Trabajo –
OIT ha desarrollado, a través del
UN NÚMERO AÚN
INDETERMINADO DE NIÑOS Y
NIÑAS VÍCTIIMAS DE formas
delictivas de trabajo infantil.