La Revolución Francesa fue impulsada por la crisis del Antiguo Régimen en los aspectos políticos, sociales y financieros. La ilustración cuestionó la monarquía y aristocracia, propagando ideas de soberanía popular y razón. Políticamente, la burguesía quería participar más en el gobierno mientras la nobleza perdía poder. Socialmente, había desigualdades extremas entre la corte real, clero, nobles y el pueblo. Financieramente, los gastos de la monarquía superaban los ingresos