El documento describe la transición de España del absolutismo al liberalismo en el siglo XIX, lo cual involucró varios gobiernos y constituciones que intentaron establecer un régimen liberal moderado, aunque esto resultó insuficiente para muchos liberales. Eventualmente, las divisiones entre facciones liberales, la inestabilidad política y las crisis económicas llevaron al derrocamiento de Isabel II en 1868.