La Constitución de 1845 se promulgó durante la Década Moderada, un periodo en el que el partido moderado mantuvo el control del gobierno con el apoyo de la reina Isabel II. Esta Constitución reflejaba la ideología conservadora de los moderados, estableciendo un Estado centralizado y católico con un sufragio muy restringido. Asimismo, durante este periodo los moderados llevaron a cabo varias reformas administrativas para fortalecer el control central del gobierno.
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Constitución de 1845
1. LA CONSTITUCIÓN DE 1845
-Clasificación:
El texto es un fragmento de la Constitución de 1845, la constitución moderada por excelencia,
promulgada el 23 de mayo de ese mismo año. Es un texto de naturaleza jurídico-legal y de temática
política.
Tras la caída de Espartero, las Cortes declararon mayor de edad a Isabel II (8 de
noviembre de 1843), con lo cual se iniciaba su reinado efectivo. Tras el breve gobierno Olózaga,
el poder pasó al moderado González Bravo, iniciándose una etapa en la que los moderados mantendrán
una supremacía indiscutible en la política española, con el apoyo incondicional de la Corona (Década
Moderada).
Los moderados en el poder iniciaron la última etapa de la configuración del Estado liberal en España. El
régimen moderado se basa en el predominio social, político y económico de la burguesía terrateniente,
cuyo objetivo era consolidar un nuevo orden social que salvaguardase las conquistas más conservadoras
de la revolución liberal frente a la reacción carlista y los excesos revolucionarios de las clases populares.
Los principales apoyos del moderantismo fueron la propia Corona y gran parte del ejército, garantías del
régimen político y del orden social.
En 1844 sube al poder Narváez, hombre fuerte de los moderados, quien promoverá una
reforma de la Constitución de1837, elaborada durante la etapa de gobierno del
progresista Calatrava. Dicha reforma desembocará en un nuevo texto constitucional, la
Constitución de 1845, que estará vigente durante buena parte del reinado de Isabel II (salvo durante el
Bienio Progresista, cuando se restauró el texto de 1837 y se elaboró un nuevo texto
constitucional que no llegaría a entrar en vigor: la Constitución nonata de 1856). La
Constitución de 1845 sería sustituida por la Constitución Democrática de 1869, durante el
Sexenio Revolucionario.
Además del nuevo texto constitucional, los moderados en el poder emprendieron una
serie de reformas administrativas inspiradas en los criterios de centralización y
uniformización que caracterizan al Estado liberal: reforma fiscal de Mon, ley municipal que
reforzó la centralización, regulación estatal del sistema de instrucción pública o creación de la Guardia
Civil.
- Ideas principales y secundarias:
La idea principal de esta Constitución es dotar al Estado de un marco legislativo
adecuado para el desarrollo de los principios liberales, interpretados por una visión
conservadora del partido en el poder (Partido Moderado) cuyos planteamientos se
pueden resumir en la expresión de “sin orden no hay libertad”.
2. Respecto a las ideas secundarias hemos de indicar lo siguiente:
•
Se crea una Constitución bajo una Monarquía Constitucional que
comparte la Soberanía (el Poder) con las Cortes (preámbulo y art. 12);
aunque se hace partícipe a todos los españoles la obligación en la defensa
del Estado Liberal (art. 6), siendo ésta una posible reminiscencia de
anteriores Constituciones (idea del ciudadano en armas)
•
La Constitución establece una igualdad de criterios legales para todos los
españoles (art. 4)
•
La organización de los poderes Legislativo (art. 13) y Ejecutivo está muy
restringida, ya que ambos poderes están muy controlados por la
Monarquía (arts. 14, 17 y 45); dejando la elección de los representantes
en función de las Juntas Electorales (art. 20), lo que deja una capacidad
de sufragio muy restringida.
•
Finalmente es reseñable, las relaciones Iglesia-Estado marcadas por un
Estado confesional y comprometido a proteger el culto católico (art. 11).
Probablemente sea en compensación por la acción desamortizadora de
Mendizábal (1836) y para conseguir la aprobación del propio régimen
liberal.
Comentario:
- Contexto histórico:
La Constitución de 1845 se engloba dentro del inicio del reinado de Isabel II (1843-1868),
concretamente en la Década Moderada (1844-1854). Durante los diez años anteriores, debido a
su minoría de edad, ha habido dos regencias: primero de la de su madre María Cristina (18331840) y luego la del general Espartero (1840-1843).
Durante este periodo de regencias se produce la división del bando liberal en moderados y
progresistas. Mientras que los primeros defendían la Monarquía y un Estado y administración
muy centralizados, el partido progresista pugna por una soberanía nacional representada por las
Cortes y un impulso de los poderes locales, así como de la Milicia Nacional. De corte
progresista fue la Constitución de 1837, no contando con el apoyo de la Corona. Estuvo vigente
hasta 1843, cuando los generales O’Donnel y Narváez se pronunciaron contra el gobierno de
Espartero (autoritarismo).
La Constitución de 1845 sí contará con el apoyo de la Corona, de hecho, constante durante el
reinado de Isabel II es la alianza entre Corona y partido moderado, adquiriendo el gobierno la
forma de “camarillas”.
En relación a la ideología de este régimen conservador, sus pilares fundamentales son la idea
de orden frente a libertad, la importancia de la propiedad y el centralismo administrativo, que se
manifiestan tanto en la Constitución como en las reformas administrativas que llevan a cabo:
Ley de administración territorial de 1845, creación de la Guardia Civil en 1844, reforma fiscal
de Alejandro Mon, Concordato de 1851…
Como oposición a este régimen moderado, destaca la 2ª Guerra Carlista y la oposición del
partido democrático (formado en 1849). Es destacable el control que ejerce el régimen
moderado sobre el Estado (especulación) y la anulación del cambio político mediante el
caciquismo: los progresistas ven truncados todos sus intentos de llegar a gobernar, por ello van
a optar por la vía insurreccional y van a formar Juntas revolucionarias y restablecer la Milicia
Nacional. Comienza entonces el Bienio Progresista.
3. -Desarrollo:
En el periodo que transcurrió entre 1833 y 1868 se produjo la implantación del liberalismo en
España y se eliminaron definitivamente las formas económicas, las estructuras sociales y la
monarquía absoluta que habían caracterizado al Antiguo Régimen.
La muerte de Fernando VII en 1833, desencadena la guerra civil entre los defensores de la
monarquía absoluta representados por su hermano Carlos María Isidro, y quienes apoyaban el
régimen liberal.
Ante la minoría de edad de Isabel, María Cristina de Borbón asumió la Regencia a la muerte de
su marido Fernando VII en 1833. Pese a que la Regente no se identificaba con su ideario, los
liberales se configuraron como la única fuerza capaz de mantenerla en el trono. Se inicia la
etapa de las regencias (1833-1843) que dio lugar a la construcción del Estado liberal, cuya
puesta en práctica se realizó en los años del reinado de Isabel II (1843-1868).
Durante los años de la primera guerra carlista se produjo la división del liberalismo español en
dos tendencias distintas y enfrentadas electoralmente: los progresistas y los moderados. Esta
división se produjo durante el Trienio Liberal (1820-23), cuando los liberales se separaron en
dos tendencias. Una fue denominada exaltada y de ella surgiría el partido progresista y la otra
empezó a ser denominada moderada.
Los Liberales Progresistas, antiguos exaltados del Trienio Liberal (1820-23), mantendrán hasta
1868 el siguiente ideario:
Soberanía nacional de las Cortes en exclusiva, en la que el monarca no interviniera en el poder
legislativo. El rey ejercería el poder ejecutivo. Ampliación de los derechos individuales y,
aunque mantenían, como los moderados, el sufragio censitario, ampliaban el censo electoral.
Proponen un Estado centralizado pero con una autonomía municipal: Elección popular de
alcaldes y concejales en los ayuntamientos. Mantenimiento de la Milicia Nacional como
garantía de las libertades. En el terreno de lo económico defendían la reforma agraria, el avance
de la industrialización, la supresión de aranceles aduaneros (Librecambio) y el fomento y
modernización de las comunicaciones.
La constitución de 1837 es la que responde más fielmente a su ideario político. Entre sus líderes
destacaron Mendizábal, Espartero, Mádoz y más tarde Prim. Sus apoyos sociales eran las clases
medias urbanas (artesanos, tenderos, empleados).
Gobernaron tan sólo un corto periodo de tiempo (1836-37) durante la regencia de María
Cristina, en la que impulsaron una importante reforma: la desamortización de Mendizábal; en la
regencia de Espartero (1840-43) y en el denominado Bienio Progresista (1854-56) en el que
destaca la desamortización de Mádoz y una nueva constitución, la de 1856 “non nata”.
Los Liberales Moderados: Su ideario político:
Soberanía compartida entre las Cortes y el rey, derechos individuales limitados, sufragio
censitario muy restringido. Estado y administración muy centralizados. Confesionalidad católica
del Estado. Se apoyaron en la oligarquía agraria y financiera, dejando fuera del juego político a
amplios sectores de la población. La Constitución de 1845 refleja sus criterios políticos y la
Década Moderada (1844-54) es el período más representativo de su gobierno. Entre sus líderes
destacan Martínez de la Rosa, Narváez y Bravo Murillo.
Isabel II fue declarada mayor de edad en 1844, los moderados estarán en el poder durante la
Década Moderada (1844-1854) y buena parte del periodo 1856-1868. Promulgaron la
4. Constitución en 1845 que recortaba las libertades y restringía el derecho a voto al 1% de la
población. Crearon un Estado centralizado en el que destaca las reformas en el sistema de
impuestos, la división de la enseñanza en tres niveles (primaria, secundaria, universidad), la
creación de la Guardia Civil y la búsqueda de un entendimiento con la Iglesia Católica
(Concordato de 1851). Sus bases sociales: las clases más ricas del país: terratenientes, grandes
industriales, burguesía financiera y comercial, intelectuales conservadores, junta a restos de la
vieja nobleza y del alto clero y de los altos mandos militares. La falta de participación en la vida
política y la corrupción les llevó primero a perder el Gobierno durante dos años (revolución de
1854) y después a la crisis del sistema político creado (revolución de 1868).
Al final del Bienio Progresista, en 1856, se fundó la Unión Liberal un partido de centro situado
entre los moderados y los progresistas. Su dirigente más destacado fue el general O'Donell. No
se alejaba de la ideología moderada pero pretendía un mayor dinamismo de la vida política
(alternancia de partidos). Fue uno de los pilares del régimen de Isabel II, si bien tras la muerte
de O'Donell sus dirigentes se aproximarán a progresistas y demócratas en la revolución de 1868.
En 1849 se fundó en España el Partido demócrata que reclamaba el sufragio universal
masculino y la concesión plena de las libertades consideradas como fundamentales (reunión.
asociación. expresión. prensa y religión). Eran partidarios de un Estado aconfesional. En
principio tuvieron poca influencia en la vida política pero su ideología se impondrá tras la
revolución de 1868, dividiéndose poco después en monárquicos y republicanos.
-Conclusión:
El embrión de los partidos políticos españoles hay que buscarlo en los debates que tuvieron
lugar durante los años de la celebración de las Cortes de Cádiz (1810-12). De allí surgieron los
esquemas iniciales de lo que serían los proyectos políticos de los dos grandes partidos liberales,
moderados y progresistas. El acceso al gobierno de la nación, no se conseguía como resultado
del sufragio sino por la elección de la Corona del partido más afín a ella, los moderados; y los
progresistas por la intervención del ejército, los pronunciamientos, o por revueltas populares
instigadas por los progresistas como única vía para llegar al poder.
La ideología de los partidos liberales en el reinado de Isabel II dejó fuera del juego político a las
clases medias y bajas de la sociedad española, que pronto empezarían a defender ideas más
avanzadas que las liberales, como la idea demócrata.
Los hechos que se describen tienen lugar en una época problemática para España, envuelta en
una guerra civil y con un gobierno liberal por primera vez en la historia apoyado por la Corona.
El texto en sí no ha tenido ninguna consecuencia posterior, pues es un texto historiográfico que
se limita a describir la situación política española en un período muy posterior, ya que no se
trata de ningún documento legal, político u otro texto que pudiese influir en el curso de los
acontecimientos.