La civilización romana se divide en tres periodos: la Roma Latina y Etrusca, la República Romana, y el Imperio Romano. La República Romana se caracterizó por un gobierno republicano y disputas entre patricios y plebeyos por derechos. El Imperio Romano se caracterizó por la concentración de poder en el emperador, la máxima expansión territorial, y el desarrollo de una sociedad jerarquizada y cultura romana.