2. INTRODUCCIÓN:
Los protocolos se basan en la monitorización de parámetros hemodinámicos
para guiar la administración de fluidos y optimizar la perfusión tisular.
Estos programas se componen de diversas medidas que abarcan desde el
ayuno, la premedicación o la tromboprofilaxis preoperatoria, hasta el tipo de
analgesia, la optimización intraoperatoria de fluidos
La sobrecarga hídrica perioperatoria se ha relacionado con un aumento de la
morbimortalidad y mayor estancia hospitalaria.
Asimismo, la hipoproteinemia causada por la excesiva administración de
cristaloides puede retrasar el vaciado gástrico, disminuir el tránsito intestinal y
causar íleo postoperatorio
Por tanto, la tendencia actual es conseguir un «balance cero» que nos permita
mantener la normovolemia del paciente, evitando el aporte excesivo de líquido
3. Clásicamente, la pauta de administración de fluidoterapia intraoperatoria se ha basado en cifras de
F. C, P/A o diuresis sin embargo, en los últimos años diversos autores han argumentado que
estos no son buenos indicadores del estado de la volemia del paciente.
Así, pérdidas de hasta el 25% del volumen circulante no se correlacionan con cambios rápidos o
significativos en la F.C o P/A ya que la vasoconstricción esplácnica permite mantener una
adecuada perfusión tisular.
Por otro lado, la respuesta neurohormonal al estrés quirúrgico puede reducir la diuresis hasta por
debajo de 0,5 ml/kg/h, sin que esto indique necesariamente una falta de volumen
Las guías recomiendan que la infusión de líquido no debería exceder los 3 ml/kg/h en cirugía
abdominal, realizando aportes de manera rápida si existen signos de hipovolemia y administrando
vasopresores en caso necesario
4. El objetivo principal
• Es comparar la aplicación de 2
regímenes de fluidoterapia
(balance cero [BC] vs.
optimización hemodinámica
[OH]) en pacientes intervenidos
mediante cirugía colorrectal
laparoscópica
• dentro de un protocolo, evaluar
la aparición de complicaciones
postoperatorias como infección
del sitio quirúrgico, dehiscencia
anastomótica, íleo y náuseas y
vómitos postoperatorios.
objetivos secundarios
• Medir la cantidad total de
fluidos administrados en cada
grupo de pacientes,
• la duración de la estancia
hospitalaria
• valorar la variabilidad del
filtrado glomerular antes y
después de la cirugía.
5. MATERIAL Y MÉTODOS
El tamaño muestral estimado del estudio fue de al menos 43 pacientes en cada grupo
Estudio observacional retrospectivo,
incluyendo a los pacientes intervenidos de
cirugía colorrectal laparoscópica programada
dentro de un protocolo en el Hospital General
Universitario de Elche- España.
CRITERIOS DE INCLUSIÓN
• fueron pacientes con clasificación de riesgo ASA I, II o III,
programados para cirugía colorrectal laparoscópica.
CRITERIOS DE EXCLUSIÓN
• Los fueron clasificación de riesgo ASA IV
• cirugía urgente, cirugía colorrectal no laparoscópica.
6. PROTOCOLO ERAS DE CIRUGÍA COLORRECTAL
DEL HOSPITAL GENERAL UNIVERSITARIO DE
ELCHE
• En la consulta preanestésica se informó a los pacientes de todo el procedimiento se realizó la
valoración preanestésica habitual, incluyendo pruebas complementarias a criterio del
anestesiólogo.
• El día previo a la cirugía se administró profilaxis tromboembólica con enoxaparina, y el dia
de la intervención se pautó antibioterapia y antiácidos
• los pacientes fueron monitorizados con P/A, F.C .F,R T° , BIIS
• Se Realizo inducción y mantenimiento con anestesia total intravenosa o inhalatoria. Como
hipnóticos se emplearon propofol a dosis de mantenimiento de 6-8 mg/kg/h, sevoflurano
(ET 1,5-2% según características del paciente) y como opiáceos, fentanilo en bolos o
remifentanilo a dosis de 0,05-0,1 g/kg/min.
• Antes de la inducción se valoró la indicación de colocar catéter epidural para analgesia intra-
y postoperatoria. Intentamos restringir el uso de opioides, empleando un protocolo de
analgesia multimodal.
• Administramos dexametasona en dosis única de 4 mg en la inducción anestésica como
profilaxis antiemética.
7. LA ÚNICA DIFERENCIA ENTRE AMBOS GRUPOS FUE
EL PROTOCOLO DE FLUIDOTERAPIA EMPLEADA
• Los pacientes del grupo BC fueron aquellos a los que se les aplicó el régimen de
fluidoterapia habitual encaminado a mantener la normovolemia.
• Para ello, se administraron fluidos de mantenimiento (lactato de Ringer) a ritmo de 2-5
ml/kg/h, y fluidos adicionales a criterio del anestesiólogo responsable guiado por la
tensión arterial, frecuencia cardiaca y diuresis.
• En caso necesario, se administraron vasoconstrictores, según criterio clínico del
anestesiólogo responsable.
• Los pacientes del grupo de OH fueron aquellos en los que se empleó un régimen de
fluidoterapia guiado por la monitorización de parámetros hemodinámicos con
dispositivos mínimamente invasivos (sistema FloTracTM y sistema ClearsightTM de
Edwards LifesciencesTM) según el esquema
8.
9. RESULTADOS
• En el grupo BC se incluyó a 43 pacientes, 24 hombres y 19 mujeres. La media de edad
fue de 67 ± 12,5 anos ˜ y la media de IMC de 26,7 ± 4 kg/m2.
• En el grupo OH se incluyó a 85 pacientes, 48 hombres y 37 mujeres. La media de
edad fue de 65,1 ± 10,4 anos ˜ y la media de IMC de 27 ± 4,6 kg/m2.
Recogimos un total de 128 pacientes. En 43 (33,6%) se empleó la fluidoterapia intraoperatoria
habitual (grupo BC), y en 85 (66,4%) el protocolo de fluidoterapia guiada por objetivos (grupo OH).
10.
11. Todos los pacientes de nuestro estudio fueron intervenidos por vía laparoscópica, lo
cual implica, por un lado, una menor pérdida de líquido y, por otro, una mayor
dificultad en el cálculo de las pérdidas insensibles.
La cantidad total de fluidos administrados a nuestros pacientes, independientemente
del grupo al que pertenecían, fue menor que en otros estudios similares de cirugía
abdominal mayor por laparotomía. Este hecho evidencia la disminución de las
necesidades hídricas cuando se trata de cirugía laparoscópica
La administración de coloides fue elevada en ambos grupos, probablemente debido a
que la rápida corrección de la volemia resulta fundamental para asegurar una correcta
perfusión tisular, y es conocido que esta, a priori, debería realizarse más rápido con
coloides
Por otro lado, la hipovolemia, además de producir las complicaciones derivadas de la
hipoperfusión tisular, se ha asociado con un aumento del riesgo de infección del sitio
quirúrgico probablemente debido a que la capacidad bactericida de los neutrófilos depende
directamente de la presencia de oxígeno que, en caso de hipovolemia, sería deficiente En
nuestro estudio, la tasa de infección del sitio quirúrgico fue del 9,3% en el grupo BC frente al
4,7% en el grupo OH.
12. En cuanto a las náuseas y vómitos postoperatorios, suelen tener una etiología
multifactorial, y se relacionan generalmente con el uso de opioides en el intraoperatorio y
postoperatorio inmediato, aunque también se ha asociado a la hipovolemia e
hipoperfusión tisular.
Otro de los factores que analizamos fue la incidencia de insuficiencia renal aguda
postoperatoria, ya que el daño renal agudo es una complicación frecuente tras cirugía
abdominal mayor y se asocia con un incremento de la mortalidad. en algunas series se
describe una incidencia de hasta el 13% en el postoperatorio de cirugía mayor abdominal
y hasta un 27% en casos de cirugía cardiotorácica.
la oliguria intraoperatoria se pensaba que podía predecir el fallo renal postoperatorio.
Sin embargo, varios estudios recientes no han encontrado relación entre la prevalencia de
fallo renal postoperatorio y la oliguria intraoperatoria. se ha señalado que la oliguria
puede considerarse como parte de la respuesta al estrés quirúrgico.
Por otro lado, la hipotensión arterial intraoperatoria y la hipovolemia e hipervolemia
postoperatorias sí se han relacionado con el fallo renal postoperatorio a corto plazo
13. CONCLUSIONES
El exceso de fluidos perioperatorio se ha relacionado con infección del sitio quirúrgico,
edema e íleo.
Las terapias normovolémicas no nos proporcionan un objetivo claro al que dirigir la
administración de fluidos en el periodo intraoperatorio, mientras que los protocolos
ERAS nos permiten optimizar la función cardiaca y, por tanto, la perfusión tisular.
la aplicación de estos protocolos mediante algoritmos parece tener un efecto muy
beneficioso en la reducción de complicaciones y estancia hospitalaria.
Además, el uso de algoritmos podría ayudar a guiar la fluidoterapia de manera objetiva
e individualizada.
14.
15. • Una revisión reciente de la Cochrane20 de 31 estudios con 5.292 pacientes no
encontró diferencias en cuanto a incidencia de arritmias, infarto de miocardio,
insuficiencia cardiaca o edema agudo de pulmón en pacientes tratados con GDFT
perioperatoria en comparación con el grupo control. En cuanto a la tasa de
complicaciones postoperatorias, tanto esta revisión como otro metaanálisis14 de 32
estudios y 2.808 pacientes muestran que la GDFT perioperatoria guiada con algoritmos
o protocolos se ha asociado con una reducción significativa de complicaciones en
pacientes de alto riesgo.
Notas del editor
evaluando la respuesta sobre el volumen sistólico. Entre 10 y 15 minutos tras el inicio de la cirugía, hicimos una primera medición del volumen sistólico (VS), administrando un primer fluid challenge o bolo de 250 ml de fluidos en 5 min. Tras esto, volvimos a medir el VS: en caso de que se observara un incremento de al menos un 10% sobre el valor basal, administramos una nueva carga de fluidos y una nueva medición del VS, ya que se considera que este incremento de al menos el 10% se corresponde con una respuesta positiva a volumen. Cuando ya no exista respuesta, calcularemos el VS trigger, es decir, el VS máximo en el que hemos obtenido respuesta de al menos un 10%, y este será el objetivo en el que basaremos la fluidoterapia durante el resto de la intervención. Revaluamos la situación del paciente en intervalos de 10-15 min, administrando fluidoterapia, vasoconstrictores o inotrópicos a demanda según los valores del VS. Inicialmente aplicamos el fluid challenge con coloides. En caso de alcanzar la dosis máxima recomendada según las guías y precisar nuevos aportes de volumen según los parámetros hemodinámicos, hicimos este aporte con cristaloides. En caso de cambios de posición del paciente, es necesario un nuevo cálculo del valor del VS trigger