Este documento describe cómo las organizaciones pueden adoptar un enfoque ágil para el desarrollo de software sin acumular deuda técnica. Recomienda tres prácticas clave: 1) implementar pruebas automatizadas, 2) utilizar un diseño incremental y 3) lograr la integración y entrega continua. Estas prácticas eliminan cuellos de botella, mantienen una velocidad de desarrollo estable y recuperan la confianza perdida al automatizar las pruebas y entregar código de forma continua.