San Marón fue un monje sirio del siglo IV que fundó el rito católico oriental que lleva su nombre, la Iglesia Católica Maronita. Siguió a Dios con gran fe y devoción, estableciendo ermitas y monasterios que atrajeron a muchos seguidores y convirtieron la región pagana de Fenicia al cristianismo. Fue conocido por su santidad y por realizar milagros de curación antes de fallecer.