Una sana convivencia escolar promueve el crecimiento de los estudiantes a través del desarrollo de valores como el respeto, la solidaridad y la resolución pacífica de conflictos. Las normas de convivencia incluyen aceptar las diferencias de los demás, comunicarse de forma asertiva, decir la verdad, usar responsablemente las redes sociales y apoyar a los compañeros que son agredidos.