Este documento describe la experiencia pedagógica de una maestra en un colegio en Medellín, Colombia. La maestra nota que los estudiantes traen actitudes y comportamientos del contexto familiar a la escuela. A veces hay ambientes de desatención e indisciplina que dificultan las clases, por lo que la maestra usa estrategias innovadoras y adaptadas a los intereses de los estudiantes para crear ambientes de aprendizaje significativo. La maestra concluye que los docentes deben tener un pensamiento crítico-reflexivo y

1. MI EXPERIENCIA PEDAGÓGICA DESDE EL AULA.
1. Contexto.
Desde el aula de clase; mis estudiantes del grado quinto manifiestan actitudes
que evidencian las vivencias reflejadas desde el hogar, estados de ánimo,
comportamientos que dan cuenta del contexto familiar y social que allí se vive.
La institución educativa el Limonar se encuentra ubicada en el corregimiento de
San Antonio de Prado en la ciudad de Medellín.
2. Desarrollo de prácticas escolares.
En ocasiones se tornan ambientes de desatención e indisciplina; lo cual conlleva
al impedimento del desarrollo normal de las clases; es allí donde mi labor como
docente debe obedecer a la innovación y a la adaptación del currículo
transversalizando, las actividades desde las diferentes áreas, generando
ambientes reflexivos y aprendizajes significativos partiendo de la propia realidad
del estudiante aprendizajes vivenciales.
A través de la utilización de diferentes estrategias a nivel individual o grupal; como
incentivar el proyecto de vida, reconocimiento de potencialidades, el trabajo en
equipo; busco Crear ambientes constructivos que permitan partir de sus propias
vivencias en la retroalimentación del conocimiento partiendo de diferentes áreas.
Como docentes debemos ser conscientes que vivimos en un entorno tecnológico
saturado de medios en donde se da el acceso a una gran cantidad de información,
los rápidos cambios en las herramientas tecnológicas. Por lo cual nuestra función
debe centrarse en el ser ingenioso, lograr mantener los ojos abiertos con los
avances tecnológicos, aprovechando las nuevas oportunidades, intereses y gustos
de nuestros estudiantes a medida que surgen, saberlo proyectar hacia el trabajo
en equipo donde se construyan relaciones efectivas.
Debemos ser precursores en compartir ideas, inspirar y motivar.
3. Conclusiones.
En conclusión es necesario que el docente del siglo XXI tenga un pensamiento
crítico-reflexivo; donde su práctica pedagógica obedezca y se centre en las
nuevas exigencias en las cuales está inmerso el estudiante logrando así un
aprendizaje constante, reflexivo desde el contexto escolar.
Sandra Patricia Ramírez Villada
Docente.