Este documento habla sobre la importancia de la sangre de Cristo y la necesidad de vivir una vida pura y obediente para agradar a Dios. Afirma que aunque la sangre de Cristo es necesaria, también se requiere obedecer a Dios y esforzarse por ser perfectos. Compara la relación entre Cristo y el creyente con una boda judía, donde la novia debe probar su pureza con sangre para ser aceptada por el novio. Exhorta a los creyentes a examinar sus vidas, arrepentirse de sus pecados y
1. Sangre Preciosa
(Fragmento de la predicación “Andar con Dios es más que la teología”)
“Nosotros no nos pertenecemos; somos comprados con un precio.”
¿Y qué tipo de precio? La sangre de Dios. Tertuliano (197 d.C.)
Hay quienes dicen que nosotros quitamos méritos a Jesús porque tratamos de
obedecerlo y llevar una vida pura, comentan que nosotros no creemos en lo que
Él hizo en la cruz y en Su sacrificio, también piensan que el sacrificio de Cristo
en la cruz es lo único que es necesario.
Nosotros vamos a asistir a uno de los primeros días de una boda, muchos serán
los llamados pero pocos los escogidos, Dios está llamando a todo el mundo, pero
a los que escuchan y se preparan son a los que Él escogerá.Cuando hablamos de
la paz es importante señalar que: ciertamente no hay ninguna paz mayor que
estar rendido a Dios y andar en toda la luz que tenemos (ser perfectos), en ese
momento “pasa algo” y ya no tenemos temor, cuando nosotros sabemos que
estamos haciendo lo que debemos estar haciendo (esto es “lo correcto, obedecer
a los mandatos de Dios”), hay una bendición en eso. Hay personas que están
buscando paz en todo el mundo, están buscando una seguridad de
salvación...”DEJEN DE BUSCAR ESA SEGURIDAD Y ESE CONOCIMIENTO
SEGURO DE QUE SON SALVOS Y EMPIECEN A OBEDECER A DIOS
ESCUCHANDOLO Y OBEDECIENDOLO” Pues sí hacen eso ni siquiera se
preocuparán de su seguridad de ser salvos, en realidad eso ya no tendrá
importancia (el querer ser salvo) porque EL SEÑOR es digno de ser servido. No
permitas que tu conocimiento tenga mayor importancia que tu manera de vivir
y andar con Dios, no te llenes de orgullo; Dios ha escogido a los que escuchan su
voz.
Vamos a asistir a la fiesta de bodas del cordero, nosotros aun no somos la novia
de Cristo, pero estamos comprometidos con Él cuando decidimos seguirlo. Una
vez que se realiza el matrimonio no hay manera de separar esa unión, cuando
lleguemos a la eternidad, allí es cuando tendremos esa salvación que muchos
piensan que ya han alcanzado en este tiempo.
2. El novio lleva a su novia para sí mismo, un ejemplo claro lo vemos en lo que
ocurre al llevarse a cabo las bodas judías: Todos los amigos y parientes que
fueron invitados, después de la cena de la fiesta de boda presencian una carpa
en aquel lugar (en medio de todos) y el hombre y la mujer que se van a casar
entran allí, y si la mujer es encontrada virgen ellos consuman el casamiento
(después de tener relaciones matrimoniales), y en ese lugar se muestra la sangre
para comprobar que la mujer era pura, que era virgen; ellos tenían la costumbre
de salir con una prenda manchada y demostrar a todos que hubo sangre, que
ahora ellos son esposo y esposa, y que un pacto ha sido establecido y todos se
regocijan en la fiesta y se ponen a festejar durante varios días por el matrimonio
que se ha formado. Pero si no hay sangre y se vio que la mujer no era virgen, el
novio tiene el derecho de decir “Esto no es lo que yo quería, yo quería una mujer
virgen y esta no lo es”. O él tiene la opción de derramar su propia sangre,
manchar la prenda y decir “Aquí está, yo voy a aceptar a esta mujer” y esto para
demostrar a todos que es una virgen.
Tu y yo estamos comprometidos, tu y yo no tenemos sangre propia suficiente, tu
y yo nos pararemos delante del novio y Él decidirá si nosotros somos dignos de
su sangre preciosa o no, Él nos va a examinar para ver si fuimos fieles, leales
durante el periodo de compromiso, para ver si fuimos perfectos (andando en la
luz que tenemos) y Él o nos aceptará o nos rechazará. Sí nosotros solamente
estamos diciendo “Pues es tu sangre, lo único que tú tienes que hacer es
derramarla sobre la prenda, no tiene importancia la manera en que yo vivo”.
Puedes decirle a Cristo que derrame Su Sangre argumentando que no eres digno
y que ni siquiera intentarás serlo, puedes decir: “Yo voy a vivir según la manera
que me convenga”, “Yo voy a aprender teología en vez de andar Cristo y serle
fiel” “Porque yo sé que Su Sangre es lo único necesario, Él ya la derramó, sólo
necesito que manche la prenda” puedes decir muchas más cosas, pero ¡ESO NO
VA A FUNCIONAR EN EL DÍA DEL JUICIO!, tú no vas a pisotear esa Sangre, tú
tienes que escuchar la voz de Dios. Jesús dijo “mis ovejas escuchan mi voz y me
siguen, y lo que yo les digo que han de hacer, lo hacen” he aquí a aquellos que
siguen lo que la Biblia dice, no como un libro de leyes, sino porque concuerda
con la voz de su novio, la voz que escuchan del cielo.
3. Nosotros estamos haciendo todo lo posible por agradarlo , “Aquí estoy, tengo
otra oportunidad, no tengo sangre propia que sea suficiente para el día en que
me presente delante del juez, delante del novio, yo no tengo suficiente por mi
propia cuenta, así que voy a esforzarme para ser aceptado por Él, voy a llevar
la vida más pura y más perfecta que pueda porque yo quiero agradarle, para
que Él en su misericordia derrame Su Sangre por mí y manche la prenda” y
que Él lleve esa prenda fuera de la carpa y exprese a todos que ”Aquí hay
sangre” y acepto a esta, o, yo estoy escogiendo a este. “Ellos aceptaron la
oportunidad que yo les di para escucharme y obedecerme, seguirme y hacer mi
voluntad y aquí está la prueba”
¡ESCUCHA!...Ese es el propósito del ayunar y orar, es para examinar nuestras
vidas, toma un poco de tiempo para simplemente escuchar la voz de Dios, si no
estás seguro acerca de algo entonces pregunta a tu hermano, “Haz pues frutos
dignos de arrepentimiento”, sí tú has ofendido a alguien y lo sabes, y sabes que
ese alguien se enojó contigo por haberle ofendido, pues deja el sacrificio allí
delante del altar, anda y arréglalo. Sí hay alguna manera de que tú puedas
arreglar algo que has hecho mal, pues anda y hazlo, no lo ignores, sí hay algo
que tú puedes hacer pero no quieres hacerlo, entonces no estás en el lugar que
agrada a Dios, ni dentro de Su voluntad, ¡Arréglalo!
Cuando escuchas la voz de Dios, a veces esa voz te habla y te pregunta “¿Qué de
esto, lo recuerdas?, anda y arréglalo”. Esa es la evidencia, ese es el fruto del
verdadero arrepentimiento, sí estás haciendo algo malo, sí estas obrando mal y
lo sabes, arréglalo, cambia, si sabes que Dios quiere que hagas algo y sigues
postergándolo, mejor atiéndelo, sé digno de la Sangre, no te llenes de orgullo.
Romanos 2:14-16:”Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por
naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí
mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando
testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos,
en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres,
conforme a mi evangelio”….
La ley de Dios está escrita sobre el corazón de cada hombre, haz lo que tú sabes
que es lo correcto, lo que es bueno; hay lo malo y hay lo bueno, haz entonces lo
4. bueno, sé honesto, sé fiel, sé leal, haz lo que es digno para Él, ten paciencia para
con los de afuera. Nos maravillamos de cuan misericordioso es Dios para con
nosotros, podríamos haber nacido en medio de la selva, andando desnudos,
cazando monos, buscando comida, pero en vez de eso no criamos con la Biblia,
escuchando acerca de la Palabra de Dios, sin embargo, no lo entendimos y no
escuchamos. Pero Dios siguió hablándonos y un día decidimos que queríamos
escuchar, cuan misericordioso y bondadoso es el Señor.
No debemos enojarnos con alguien porque ese alguien no sigue a Dios, no
tenemos sangre propia suficiente para ofrecer como un símbolo de una virgen
pura delante de Dios, servíamos a Su enemigo por nuestra propia voluntad, y de
la misma manera queremos servir a Dios por nuestra propia voluntad.
Que Dios bendiga Sus Palabras
Por David Keeling
“Sabiendo que fueron rescatados de su vana manera de vivir, la cual
recibisteis de sus padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino
con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin
contaminación”. 1 Pedro 1:18-19
“Porque el Señor soportó entregar su carne a la destrucción, a fin de que
fuéramos nosotros purificados por la remisión de nuestros pecados, lo que se
nos concede por la aspersión de su sangre”. Bernabé (70-130 d.C.)
“Pongamos nuestros ojos en la sangre de Cristo y démonos cuenta de lo
precioso que es para su Padre, porque habiendo sido derramada por nuestra
salvación, ganó para todo el mundo la gracia del arrepentimiento.” Clemente
de Roma (30-100 d.C.)