El documento describe a Santa María Eufrasia Pelletier, una mujer humilde y bondadosa que fundó el Instituto de las Hermanas del Buen Pastor en Francia para acoger a mujeres de vida ligera. La nueva congregación se llamó Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor y se basó en tratar a todas las personas por igual y con los mismos sentimientos de compasión que Jesús mostró hacia las ovejas perdidas.