El teatro romántico español exploraba conflictos existenciales y tensiones sociales ambientadas en el pasado histórico de España. Presentaba temas como el amor prohibido, la venganza y la fatalidad, a menudo con elementos sobrenaturales como fantasmas y bosques encantados. Las obras seguían la estructura pero no la regla de las tres unidades, y buscaban conmover al público más que educarlo.