La revolución de mayo de 1810 marcó el comienzo del camino hacia la independencia de Argentina de España. Este proceso fue difícil y complejo, con varios cabildos abiertos y disputas internas sobre el poder del virrey y la forma de establecer un nuevo gobierno. Finalmente, el 25 de mayo se formó la Primera Junta de Gobierno, sentando las bases para el autogobierno argentino.