El documento discute el mensaje de Jesús de que los cristianos deben "ser sal y luz del mundo". Jesús usa estas imágenes para enseñar que la comunidad cristiana existe no para sí misma, sino para servir a los demás iluminando el camino con sus buenas obras. Originalmente, este mensaje era difícil para las primeras comunidades cristianas debido a las circunstancias de la época en que Mateo escribió su Evangelio.