Un sistema de puesta a tierra consiste en conectar equipos eléctricos y electrónicos a tierra para evitar daños en caso de corrientes peligrosas. Los factores que determinan un sistema de puesta a tierra incluyen la humedad, temperatura y composición del terreno, así como la superficie y profundidad de los electrodos. Las funciones principales son proteger contra descargas eléctricas y sobretensiones, mientras que las clases de polo a tierra y materiales usados incluyen electrodos horizontales y verticales.