2. El silicio es uno de los componentes principales de los aerolitos, una clase de
meteoroides.
Medido en peso, el silicio representa más de la cuarta parte de la corteza
terrestre y es el segundo elemento más abundante por detrás del oxígeno.
El silicio no se encuentra en estado nativo; arena, cuarzo, amatista, ágata,
pedernal, ópalo y jaspe son algunos de los minerales en los que aparece el
óxido, mientras que formando silicatos se encuentra, entre otros, en el granito,
feldespato, arcilla, hornblenda y mica.
Se utiliza en aleaciones, en la preparación de las
siliconas, en la industria de la cerámica técnica y,
debido a que es un material semiconductor muy
abundante, tiene un interés especial en la industria
electrónica y microelectrónica como material básico
para la creación de obleas o chips que se pueden
implantar en transistores, pilas solares y una gran
variedad de circuitos electrónicos.
3. Fibra óptica.
Electrónica: radares y amplificadores de
guitarras eléctricas usados por músicos
nostálgicos del sonido de la primera época del
rock and roll; aleaciones SiGe en circuitos
integrados de alta velocidad. También se
utilizan compuestos sandwich Si/Ge para
aumentar la movilidad de los electrones en el
silicio (streched silicon).
Óptica de infrarrojos: Espectroscopios,
sistemas de visión nocturna y otros equipos.
Lentes, con alto índice de refracción, de
ángulo ancho y para microscopios.
Es un metaloide sólido
duro, cristalino, de color
blanco grisáceo lustroso,
quebradizo, que conserva el
brillo a temperaturas
ordinarias. Presenta la
misma estructura cristalina
que el diamante y resiste a
los ácidos y álcalis
4. El galio es un metal blando, grisáceo en estado
líquido y plateado brillante al solidificar, sólido
deleznable a bajas temperaturas que funde a
temperaturas cercanas a la del ambiente (como cesio,
mercurio y rubidio) e incluso cuando se sostiene en la
mano por su bajo punto de fusión (28,56 °C). El rango
de temperatura en el que permanece líquido es uno
de los más altos de los metales (2174 °C separan sus
puntos de fusión y ebullición) y la presión de vapor es
baja incluso a altas temperaturas. El metal se expande
un 3,1% al solidificar y flota en el líquido al igual que
el hielo en el agua.
En medicina nuclear se emplea el galio como
elemento trazador (escáner de galio) para el
diagnóstico de enfermedades inflamatorias o
infecciosas activas, tumores y abscesos ya que se
acumula en los tejidos que sufren dichas patologías.
El isótopo Ga-67 se inyecta en el torrente sanguíneo
a través de una vena del brazo en la forma de citrato
de galio realizándose el escáner 2 o tres días después
para dar tiempo a que éste se acumule en los tejidos
afectados. Posteriormente se elimina
principalmente en la orina y las heces. La exposición
a la radiación es inferior a la de otros
procedimientos como los rayos X o TAC.