La fisiología del aparato digestivo comprende, una serie de fenómenos motores, secretores y de absorción, que tienen lugar desde el momento de la ingesta del alimento, hasta la eliminación final de los residuos no útiles para el organismo. Para ello ha de pasar el alimento por la boca, la faringe, el esófago, el estómago, el intestino delgado y el intestino grueso, para terminar con la defecación, para la cual existe el ano o esfínter anal.
Nuestro organismo necesita ingerir sustancias nutritivas externas (alimentos) que nos permitan mantener las diferentes funciones celulares básicas para mantener la vida. El tubo digestivo, mediante sus secreciones (ácido gástrico, bilis, secreciones pancreáticas), facilita la absorción intestinal de los metabolitos de estas sustancias, que llegan así a la sangre y de ahí pasan al hígado, donde serán nuevamente modificados (metabolizados) para poder ser utilizados por las células.
El tubo digestivo aporta al organismo agua, electrólitos, vitaminas y nutrientes de forma continuada, lo que exige: 1) el tránsito de los alimentos por el tubo digestivo; 2) la secreción de jugos digestivos y la digestión de los alimentos; 3) la absorción de los productos digeridos, el agua, los electrólitos y las vitaminas; 4) la circulación de la sangre para transportar las sustancias absorbidas, y 5) el control nervioso y hormonal de todas estas funciones.
En el presente trabajo monográfico se ha llegado a la conclusión que el tubo digestivo posee su propio sistema nervioso, denominado sistema nervioso entérico que se compone fundamentalmente de dos plexos: El plexo mientérico o de Auerbach y el plexo submucoso o de Meissner.
La inervación parasimpática del tubo digestivo se compone de las divisiones craneal y sacra: Los parasimpáticos craneales inervan, a través de los nervios vagos, el esófago, el estómago, el intestino delgado, el páncreas y la primera mitad del intestino grueso.
Los parasimpáticos sacros inervan, a través de los nervios pélvicos, la mitad distal del intestino grueso. Las regiones sigmoidea, rectal y anal.
El control gastrointestinal depende de tres tipos fundamentales de reflejos:
Reflejos integrados por el sistema entérico
Reflejos que van del intestino a los ganglios simpáticos pre vertebrales y regresan al tubo digestivo
Reflejos que van del intestino a la medula espinal o al tronco del encéfalo para volver al tubo digestivo
La fisiología del aparato digestivo comprende, una serie de fenómenos motores, secretores y de absorción, que tienen lugar desde el momento de la ingesta del alimento, hasta la eliminación final de los residuos no útiles para el organismo. Para ello ha de pasar el alimento por la boca, la faringe, el esófago, el estómago, el intestino delgado y el intestino grueso, para terminar con la defecación, para la cual existe el ano o esfínter anal.
Nuestro organismo necesita ingerir sustancias nutritivas externas (alimentos) que nos permitan mantener las diferentes funciones celulares básicas para mantener la vida. El tubo digestivo, mediante sus secreciones (ácido gástrico, bilis, secreciones pancreáticas), facilita la absorción intestinal de los metabolitos de estas sustancias, que llegan así a la sangre y de ahí pasan al hígado, donde serán nuevamente modificados (metabolizados) para poder ser utilizados por las células.
El tubo digestivo aporta al organismo agua, electrólitos, vitaminas y nutrientes de forma continuada, lo que exige: 1) el tránsito de los alimentos por el tubo digestivo; 2) la secreción de jugos digestivos y la digestión de los alimentos; 3) la absorción de los productos digeridos, el agua, los electrólitos y las vitaminas; 4) la circulación de la sangre para transportar las sustancias absorbidas, y 5) el control nervioso y hormonal de todas estas funciones.
En el presente trabajo monográfico se ha llegado a la conclusión que el tubo digestivo posee su propio sistema nervioso, denominado sistema nervioso entérico que se compone fundamentalmente de dos plexos: El plexo mientérico o de Auerbach y el plexo submucoso o de Meissner.
La inervación parasimpática del tubo digestivo se compone de las divisiones craneal y sacra: Los parasimpáticos craneales inervan, a través de los nervios vagos, el esófago, el estómago, el intestino delgado, el páncreas y la primera mitad del intestino grueso.
Los parasimpáticos sacros inervan, a través de los nervios pélvicos, la mitad distal del intestino grueso. Las regiones sigmoidea, rectal y anal.
El control gastrointestinal depende de tres tipos fundamentales de reflejos:
Reflejos integrados por el sistema entérico
Reflejos que van del intestino a los ganglios simpáticos pre vertebrales y regresan al tubo digestivo
Reflejos que van del intestino a la medula espinal o al tronco del encéfalo para volver al tubo digestivo
LA PEDAGOGIA AUTOGESTONARIA EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJEjecgjv
La Pedagogía Autogestionaria es un enfoque educativo que busca transformar la educación mediante la participación directa de estudiantes, profesores y padres en la gestión de todas las esferas de la vida escolar.
2. Ingestión
La ingestión es la introducción del alimento al aparato
digestivo, y se realiza a través de la boca. Para conseguir el
alimento existen diversas clases o tipos de nutrición.
Básicamente se ajustan a dos tipos, que son la nutrición
autótrofa y la nutrición heterótrofa.
La ingestión es el proceso mediante el cuál se realizan
funciones por medio de conductos, como lo hacen la boca y
el esófago para la digestión, los alvéolos para la respiración y
las arterias para la circulación. La absorción es el mecanismo
que se realiza por medio de membranas permeables y
semipermeables, para captar la necesidad de nutrientes, de
oxígeno, de sangre, entre otras, y así realizar las diferentes
funciones biológicas de nuestro organismo.
3. Digestión bucal
• La digestión se inicia en la boca, donde los alimentos sólidos son
desmenuzados con una prolijidad que depende de la costumbre.
Son, luego, embebidos con saliva y amasados por la lengua y por
la musculatura de las mejillas, para formar el bolo alimenticio.
Este bolo es empujado hacia la pared posterior de la faringe por
la contracción voluntaria de los músculos de la lengua. En la
faringe se inicia la etapa refleja de la deglución. Una compleja
secuencia de contracciones de la faringe y esófago lleva el bolo y
los líquidos ingeridos, desde la faringe, a través del esófago,
hasta el estómago. El bolo alimenticio no cae, sin embargo, sólo
por su peso al estómago. Su paso de la faringe al estómago es el
resultado de la contracción coordinada de la musculatura del
esófago, de modo que un tubo que reemplace al esófago, no
transporta los alimentos de la boca al estómago.
4. Deglución
• La deglución es el paso del alimento desde la boca a
la faringe y luego hasta el esófago. Los alimentos
masticados por los dientes, amasados por la lengua y
humedecidos por la saliva , toman forma de una bola
de consistencia pastosa, el bolo alimenticio. Una vez
formado el bolo alimenticio , la lengua lo empuja hacia
atrás y entonces ingresa en la faringe. El pasaje del
bolo alimenticio desde la boca hacia la faringe se
denomina deglución. A través de esta el bolo continua
su camino hasta llegar al esófago (tubo de
aproximadamente 25cm de longitud que conecta la
faringe con el estómago)
5. Digestión gástrica
• Tan pronto como el bolo alimenticio llega al estómago y se pone en contacto con la
mucosa se produce la secreción del jugo gástrico, al tiempo que la musculatura de
sus paredes provoca contracciones de mezcla de los alimentos con los enzimas
digestivos del jugo. Las acciones digestivas que se llevan a cabo por medio del jugo
gástrico son las siguientes:
• El HCl tiene escasa misión digestiva, su función principal consiste en activar al
pepsinógeno al transformarlo en pepsina.
• La pepsina es una enzima que hidroliza las proteínas originando péptidos de bajo
peso molecular. Para actuar, la pepsina requiere un pH muy bajo proporcionado por
el HCL.
• La Lipasa gástrica, digiere muy parcialmente los lípidos.
• Mucus que lubrifica la mucosa gástrica y de esta forma impide el ataque del HCl.
Por otra parte, continúa la acción de la ptialina de la saliva sobre el almidón,
transformándose en maltosa un 30 % más. Al final de la digestión gástrica los
alimentos forman una masa, más o menos líquida y parcialmente digerida,
denominada quimo, que avanza, a medida que se produce, a través del estómago
por las contracciones peristálticas. dichas contracciones son más intensas cerca del
píloro, favoreciendo de esta forma el paso del quimo al intestino. Sin embargo, el
vaciamiento del estómago no se realiza de forma global, sino gradualmente. Otro
fenómeno presente en este tramo del tubo digestivo es la absorción de ciertas
sustancias, tales como el alcohol y los fármacos a través de la mucosa gástrica.
6. Digestión intestinal
En el intestino delgado se lleva a cabo la mayor parte de las transformaciones
digestivas. Su puerta de entrada es un músculo en forma de anillo, llamado
píloro, que cada ocho segundos permite la entrada de una pequeña cantidad
de quimo proveniente del estómago para ser transformado en quilo por medio
de procesos químicos. En la fase química, actúan tres tipos de jugos digestivos
sobre el quimo: la bilis, el jugo pancreático y el jugo intestinal. La bilis se
produce en el hígado y vesícula biliar; tiene la función de romper las grasas,
transformándolas en pequeñas gotas. El jugo pancreático se produce en el
páncreas, y el jugo intestinal en las células de las paredes del intestino. Los
jugos pancreático e intestinal contienen enzimas que ayudan a transformar los
almidones en azúcares simples; las proteínas, en aminoácidos; y los lípidos, en
ácidos grasos y glicerol. La digestión intestinal es completada con una fase
mecánica, caracterizada por las o contracciones de las paredes intestinales que
empujan al quilo por todo el intestino delgado para la absorción de nutrientes
que éste contiene, por medio de las vellosidades intestinales.
Todo el proceso digestivo, desde que se ingiere el alimento hasta que se
excretan las heces, dura doce y veinticuatro horas.
7. Absorción
• Absorción es la operación unitaria que consiste en la
separación de uno o más componentes de una
mezcla gaseosa con la ayuda de un solvente líquido con el
cual forma solución (un soluto A, o varios solutos, se
absorben de la fase gaseosa y pasan a la líquida). Este
proceso implica una difusión molecular turbulenta o una
transferencia de masa del soluto A través del gas B, que no
se difunde y está en reposo, hacia un líquido C, también en
reposo. Un ejemplo es la absorción de amoníaco A del aire
B por medio de agua líquida C. Al proceso inverso de la
absorción se le llama empobrecimiento o deserción;
cuando el gas es aire puro y el líquido es agua pura, el
proceso se llama des humidificación, la des humidificación
significa extracción de vapor de agua del aire.
8. Eliminación
• El proceso de eliminación es simplemente la expulsión de los residuos de
la digestión, las heces, del tracto digestivo. La formación de heces es la
función principal del colon. El acto de expulsar las heces se denomina
defecación; ésta es un reflejo desencadenado por la estimulación de los
receptores de la mucosa rectal. El recto suele estar vacío hasta que el
peristaltismo de masa traslada el material fecal del colon al recto. Esto
distiende el recto y produce el deseo de defecar. También estimula el
peristaltismo colónico e inicia el reflejo de relajación del esfínter interno
del ano. Como consecuencia del deseo de defecar, pueden realizarse los
esfuerzos voluntarios de tensión y relajación del esfínter anal externo.
Nótese que se trata de un reflejo que sólo está en parte bajo el control
voluntario. Si se inhibe voluntariamente, los receptores rectales empiezan
pronto a deprimirse y la urgencia de defecar se pospone hasta horas
después, cuando actúe nuevamente el peristaltismo de masa.