María Carvajal es la propietaria de un micromercado exitoso en Ibarra llamado Micromercado Pichincha. A pesar de la competencia de grandes supermercados, ella ha mantenido su negocio gracias a su constancia y buscando formas innovadoras de atraer clientes, como cambiando regularmente la decoración y ofreciendo productos frescos. Ella atiende su tienda de 8 am a 11 pm todos los días para satisfacer las necesidades de los clientes y turistas.
Te compartimos nuestra edición del mes de diciembre ¡muchas gracias por leernos! Este mes hablamos de la importancia de cerrar bien el año, con fuerza.
Índigo Energía e Industria No. 16 |Tradicionalmente, las estaciones de servicio han sido vistas sólo como puntos de suministro de combustible para vehículos. Sin embargo, en la actualidad, estos espacios experimentan una transformación significativa hacia la sostenibilidad y la incorporación de tecnologías verdes.
En este ejemplar también encontrarás:
#Entrevistas
Ignacio Contreras Andrade, director del área oil and gas de Vicer
Carlos León Martín, presidente de Onexpo Puebla
Oscar Del Cueto, presidente de CPKC México.
José Luis del Corral, vp ejecutivo de STRACON y director de operaciones en Dumas.
#Opinión
Dra. Alicia Zazueta Payán, presidenta de la AMPES
Dr. Leonardo Ramos, subgerente operativo de anteproyectos hidroeléctricos de la CFE
Por Julio Zugasti, asociado senior de Hogan Lovells
Coberturas
BYD SHARK: potente, eficiente y amigable con el medio ambiente
IV Foro de Biogás fomentan el uso de Biometano
Takeda celebra 60 años de presencia en México con inauguración del ICC
AMID presenta decálogo para mejorar la salud y la economía de México
#Noticias
CFE adquiere crédito para desarrollar la primera central solar flotante de Latam
Sempra Infraestructura dona 7 mdp a la Cruz Roja Mexicana
Histórica multa de COFECE a gasolineras
Mantenimiento garantiza el óptimo funcionamiento de estaciones de servicio: Petrogas
Destacada participación de AMPES en UNITI Expo 2024
Gilbarco mostrará equipos y soluciones en los GVR Tech Days
1. · BLACK · CYAN · MAGENTA · YELLOW ·
Enero del 2005 / Su tienda / 5
PERFIL
A los turistas no solo les vende artículos, también les habla de los atractivos de su ciudad y su provincia.
María Carvajal
Los clientes la
ven continua-
mente arre-
glando de dis-
tintas formas
los artículos.
Quiere ofrecer
siempre una
cara nueva y
atractiva.
‘Estoy aquí por mi constancia’
Esta exitosa tendera de Iba-
rra reconoce que la llegada
de los grandes supermerca-
dos ha disminuido la cliente-
la, pero eso no le quita el en-
tusiasmo para buscar formas
de innovar en su negocio.
L
os tiempos no son los mis-
mos, pero si hay algo que do-
ña María Mercedes Remache
sabe que no cambia en el manejo de
una tienda es una característica fun-
damental: la perseverancia.
Esa ha sido la cualidad que hizo
crecer a su pequeña tienda, que em-
pezó hace 30 años en la casa de su
mamá, hasta convertirse en el Mi-
cromercado Pichincha, uno de los
más concurridos de Ibarra.
Actualmente, trabaja en un amplio
local en la avenida Atahualpa y José
Miguel Leoro, ubicado en el barrio
Yacucalle. Aunque no tiene vista di-
recta a la calle, porque está al fondo
de la planta baja de un edificio de
cuatro pisos, sus clientes llegan ‘sin
perderse’ a comprarle.
De todo, pero en chiquito
Para dar comodidad a los compra-
dores, doña María Mercedes ha dis-
puesto las estanterías para que ellos
puedan tomar los artículos que ne-
cesitan. Como si fuera un supermer-
cado, todo está en orden y bien divi-
dido en distintos lugares: conser-
vas, condimentos, artículos de lim-
pieza, golosinas, etc.
Las legumbres, hortalizas y frutas,
que todos los días llegan del merca-
do, se aprecian completamente fres-
cos y están colocados en un exhibi-
dor limpio donde no les da directa-
mente la luz.
Hasta hace un par de años, conta-
ba con dos empleados que le ayuda-
ban a atender, pero desde que su es-
poso Julio se jubiló es él quien se en-
carga de que no falte nada. Al entrar,
da la impresión de que ahí trabajan,
por lo menos, cinco o seis personas.
‘Aquí no hay días de fiesta’
En cuanto a sus vecinos, todos ya
conocen su horario: de 8:00 a 23: 00
de la noche. “Aquí tienen por cos-
tumbre comprar cosas para el desa-
yuno o las loncheras de los niños la
víspera”, cuenta.
No dejarse ganar del gigante
Esta amable comerciante dice que
antes de la construcción de un cono-
cido centro comercial en Ibarra, en
el que hay un gran supermercado, el
negocio le iba mejor.
Pero ella está decidida a continuar
con el negocio que le ha permitido
subsistir y ofrecer una buena educa-
ción a sus dos hijos.
Afirma que, tratando a todos con
la mayor amabilidad, los conserva
como clientes fieles. Les ofrece or-
den, aseo, buen precio y además
confianza: aunque hagan compras
donde ese enorme competidor,
siempre tendrán un pretexto para
buscarla. Por eso piensa en grande
para su micromercado: está muy
pendiente de cambiar continua-
mente la decoración para que lo que
más se necesite en cada temporada
esté a la vista de los clientes.
Dice que aprovecha todas las reco-
mendaciones que encuentra en re-
vista Su tienda. “Prométanme que
van a poner que estoy muy agrade-
cida por su ayuda”, dice sonriendo.
Sus ideas de éxito
Á Doña María Mercedes
prepara distintos tipos de co-
mida (sánduches, fritada, hu-
mitas, etc.), y sale a la vereda
para ofrecerlos durante el pre-
gón de las fiestas de octubre,
y en la celebración de San
Juan a medio año. “La gente
que desfila ya me conoce, y
salen buenas ganancias”.
Á Tiene un pequeño surtido
de artículos de plástico, como
lavacaras, pequeños tanques,
etc. Se trata de una mercade-
ría que no se descompone, y
más de una persona ha caído
en cuenta de que le hace falta
uno de ellos cuando ha ido a
comprar los alimentos.
Á Se ha propuesto aprender
cada vez más sobre la mejor
forma de acomodar los artícu-
los en las estanterías. Dice
que, para que el negocio me-
jore sin necesidad de subir el
precio, hay que ingeniarse
formas de vender sin necesi-
dad de gastar mucho, ¡y mu-
cho menos endeudarse!
Este micromercado no cierra en
nungún feriado. Debido al gran nú-
mero de turistas que llegan a Ibarra
en todas estas fechas, cerrar es casi
un pecado para ellos. Siempre hay
alguien que necesita comprar algo
para picar mientras viaja por la ca-
rretera, agua, papel higiénico o has-
ta una hoja de afeitar.