Este subsidio contiene unas palabras de bienvenida del Padre Sergio Costilla, párroco de la Parroquia San José Obrero, una reflexión del Papa Francisco sobre las obras de misericordia, un estrato de la carta apostólica sobre el Rosario (Actividad 1) de San Juan Pablo II, una pequeña descripción de los talleres a realizar en el encuentro, una guía para realizar una exposición del Santísimo (Actividad 2), Un examen de conciencia de Papa Francisco (Actividad 3), una pequeña reflexión sobre la importancia de la misa, y una oración por las misiones.
LA NECESIDAD DE SER LLENOS DEL ESPIRITU SANTO.pptx
Subsidio de preparación para el encuentro misionero 2016
1. Oración por las Misiones
Padre de bondad, Tú que eres rico en amor y misericordia,
que nos enviaste a tu Hijo Jesús para nuestra salvación,
escucha a tu iglesia misionera. Que todos los bautizados
sepamos responder al llamado de Jesús:
"Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos".
Fortalece con el fuego de tu Espíritu
a todos los misioneros, que en tu nombre
anuncian la Buena Nueva del Reino.
María, Madre de la Iglesia y estrella de la evangelización,
acompáñanos y concédenos el don de la perseverancia
en nuestro compromiso misionero. Amén.
Decía San Bernardo: «el que oye devotamente una Misa en
gracia de Dios merece más que si diera de limosna todos sus
bienes».
«Los sacrificios de la Última Cena, el de la Cruz y el del altar,
son idénticos». / «Todos los fieles que asisten al Sacrificio
Eucarístico lo ofrecen también al Padre por medio del sacer-
dote, quien lo realiza en nombre de todos y para todos hace
la Consagración». Fuente: www.es.catholic.net
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“FELICES LOS MISERICORDIOSOS
PORQUE RECIBIRAN MISERICORDIA”
Encuentro misionero Arquidiocesano
de Acción Católica
Parroquia San José Obrero
2. Estimados hermanos los saludo fraternalmente en
nombre de la Comunidad Parroquial, del Padre Matías y el
mío propio.
La Iglesia de Cristo nació y es misionera, esto lo vemos
claramente en el Evangelio con el envío de los Apóstoles pri-
mero al pueblo de Israel y luego para anunciar la Buena No-
ticia a todo el mundo. El anuncio debía ser realizado con ale-
gría, entusiasmo, con mirada de misericordia hacia cada co-
munidad visitada. Llevar el saludo de la paz, sanar, compartir
lo recibido del Señor llevó a los discípulos a ser el rostro visi-
ble del Señor. Por eso al venir a realizar el encuentro Misio-
nero en la Parroquia San José Obrero nos llena de gozo y ve-
mos la oportunidad de salir nuevamente al encuentro de
nuestros hermanos para hablar de Dios, de su Iglesia, reali-
zar actos concretos de Caridad y Misericordia. Este año tan
especial, lleno de bendiciones para nuestra Diócesis, por lo
vivido en el Congreso, por el jubileo de la Misericordia y
ahora por la visita de ustedes, nos impulsa y renueva para
seguir trabajando comprometidamente por el Reino de Dios.
Le damos una cordial bienvenida y elevamos nuestras
súplicas al Señor y su Madre María por los frutos de la Mi-
sión.
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¿Cómo cumplo mi responsabilidad de la educación de mis
hijos? ¿Honro a mis padres? ¿He rechazado la vida recién
concebida? ¿He colaborado a hacerlo? ¿Respeto el medio
ambiente?
En relación a mí mismo
¿Soy un poco mundano y un poco creyente? ¿Cómo, bebo,
fumo o me divierto en exceso? ¿Me preocupo demasiado
de mi salud física, de mis bienes? ¿Cómo utilizo mi tiempo?
¿Soy perezoso? ¿Me gusta ser servido? ¿Amo y cultivo la
pureza de corazón, de pensamientos, de acciones? ¿Nutro
venganzas, alimento rencores? ¿Soy misericordioso, humil-
de, y constructor de paz?
Para descargar “Custodia el Corazón”, ingresa a:
https://www.aciprensa.com/Docum/CustodiaElCorazonPapaFrancisco.pdf
Fuente: https://www.aciprensa.com/recursos/examen-de-conciencia-1927/
La Misa es el acto más importante de nuestra San-
ta Religión, porque es la renovación y perpetuación del
sacrificio de Cristo en la cruz. / En la Misa se reactualiza el
sacrificio que de su propia vida hizo Jesucristo a su Eterno
Padre en el calvario, para que por sus méritos infinitos nos
perdone a los hombres nuestros pecados, y así podamos en-
trar en el cielo.
En la Misa se hace presente la redención del mundo. Por
eso la Misa es el acto más grande, más sublime y más santo
que se celebra cada día en la Tierra.
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3. 14
de los pecados al sacerdote, la satisfacción o cumplimiento
de la penitencia impuesta, y finalmente, con la alabanza a
Dios por medio de
una vida renovada”.
El examen de conciencia
A continuación las 30 preguntas pro-
puestas por el Papa Francisco para
hacer una buena confesión:
En relación a Dios
¿Solo me dirijo a Dios en caso de necesidad? ¿Participo re-
gularmente en la Misa los domingos y días de fiesta?
¿Comienzo y termino mi jornada con la oración? ¿Blasfemo
en vano el nombre de Dios, de la Virgen, de los santos? ¿Me
he avergonzado de manifestarme como católico? ¿Qué hago
para crecer espiritualmente, cómo lo hago, cuándo lo hago?
¿Me revelo contra los designios de Dios? ¿Pretendo que Él
haga mi voluntad?
En relación al prójimo
¿Sé perdonar, tengo comprensión, ayudo a mi prójimo?
¿Juzgo sin piedad tanto de pensamiento como con pala-
bras? ¿He calumniado, robado, despreciado a los humildes y
a los indefensos? ¿Soy envidioso, colérico, o parcial? ¿Me
avergüenzo de la carne de mis hermanos, me preocupo de
los pobres y de los enfermos?
¿Soy honesto y justo con todos o alimento la cultura del
descarte? ¿Incito a otros a hacer el mal? ¿Observo
la moral conyugal y familiar enseñada por el Evangelio?
El Papa Francisco en su homilía de la misa matutina celebrada
en la Capilla de la Casa de Santa Marta tras la pausa navideña
(07-01-2016), nos enseña:
“Discernir lo que sucede en nuestra alma”
Al preguntarse ¿Cuál es el criterio para “hacer un discerni-
miento correcto acerca de lo que sucede en mi alma?”. Res-
pondió que el Apóstol Juan da uno solo: “Todo espíritu que
reconoce a Jesucristo que vino en la carne, es de Dios, y to-
do espíritu que no reconoce a Jesús, no es de Dios” (1 Jn. 4,
2-3).
“El criterio es la Encarnación. Yo puedo sentir tantas cosas
dentro, incluso cosas buenas, ideas buenas. Pero si estas
ideas buenas, estos sentimientos, no me conducen a Dios
que se ha hecho carne, no me conducen al prójimo, al her-
mano; no son de Dios. Por esta razón, Juan comienza este
pasaje de su Carta diciendo: ‘Este es el mandamiento de
Dios: que creamos en el nombre de su Hijo, Jesucristo, y que
nos amemos recíprocamente’”.
“Las obras de misericordia están en el centro de nues-
tra fe”
Podemos hacer “tantos planes pastorales” e imaginar nue-
vos “métodos para acercarnos a la gente”, pero “si no segui-
mos el camino de Dios que vino en la carne, del Hijo de
Dios que se ha hecho hombre para caminar con nosotros,
no estamos en el camino del buen espíritu: es el anticristo,
es la mundanidad, es el espíritu del mundo”:
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4. “¡Cuánta gente encontramos en la vida que parece espiri-
tual!: ‘Pero, ¡qué persona espiritual, ésta!’; pero no hables
de hacer obras de misericordia. ¿Por qué? Porque las obras
de misericordia son precisamente lo concreto de nuestra
confesión, que el Hijo de Dios se ha hecho carne: visitar a
los enfermos, dar de comer a quien no tiene comida, cuidar
a los descartados… Obras de misericordia: ¿por qué? Porque
cada hermano nuestro, que debemos amar, es carne de
Cristo. Dios se ha hecho carne para identificarse con noso-
tros. Y con el que sufre, es Cristo quien lo sufre”.
“Si el espíritu viene de Dios me lleva al servicio a
los demás”
“No dar fe a todo espíritu y estar atentos – reafirmó el Papa
– poner a prueba a los espíritus para saber si provienen ver-
daderamente de Dios”. Y subrayó que “el servicio al próji-
mo, al hermano, a la hermana que tiene necesidad”, que
“tiene necesidad incluso de un consejo, que tiene necesidad
de ser escuchado”, “estos son los signos de que vamos por
el camino del buen espíritu, es decir, el camino del Verbo
de Dios que se ha hecho carne”:
“Pidamos al Señor hoy la gracia de conocer bien qué cosa sucede en
nuestro corazón, qué cosa nos gusta hacer, es decir, lo que a mí me
toca más: si el espíritu de Dios, que me lleva al servicio de los demás, o
el espíritu del mundo que gira en torno a mí
mismo, a mis cerrazones, a mis egoísmos, a
tantas otras cosas… Pidamos la gracia de co-
nocer qué cosa sucede en nuestro corazón”.
http://ow.ly/Ym7v304lJj34
Se puede invitar hacer unos minutos de silencio para pedir por las perso-
nas a las cuales anunciaremos a Cristo en este Encuentro Misionero.
Después se reza el Padre nuestro, 3 Ave María y 1 Gloria. / Agradecer a Dios,
por el momento de oración personal y comunitaria compartido. / Pedir de
forma espontánea por los frutos del Encuentro, por los misioneros y seguir
las oraciones de adoración debidas con bendición Final del sacerdote. / Se
puede concluir con algunos cantos misioneros y de animación.
Extraído de : http://www.movidamisionera.com.ar/
Actividad 3: Examen de conciencia - Misa
En la Cuaresma del 2015, el Papa Francisco obsequió
a los fieles en la Plaza de San Pedro un folleto espe-
cial titulado “Custodia el corazón”.
A la pregunta ¿por qué confesarse?, el folleto contesta:
“¡porque somos pecadores! Es decir, pensamos y actuamos
de modo contrario al Evangelio. Quien dice estar sin pecado
es un mentiroso o un ciego. En el sacramento Dios Padre
perdona a quienes, habiendo negado su condición de hijos,
se confiesan de sus pecados y reconocen la misericordia de
Dios”.
Para confesarse, prosigue el texto, es necesario comenzar
“por la escucha de la voz de Dios” seguido del “examen de
conciencia, el arrepentimiento y el propósito de la enmien-
da, la invocación de la misericordia divina que se nos conce-
de gratuitamente mediante la absolución, la confesión
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5. 12
Se puede cantar un canto misionero o rezar un Padre nuestro, 3 Ave María y
1 Gloria por la infinidad de pueblos que no conocen a Jesucristo y toda-
vía no escucharon la Buena Nueva. / Tiempo prudente de silencio…
Salir de los viejos esquemas: es preciso abandonar las
estructuras pasadas nos dice el documento hecho por los
obispos en Aparecida. Abrirse a la renovación del Espíritu
que hace nueva todas las cosas es urgente para salir de la
“pastoral de la conservación” y abrazar una nueva Evangeli-
zación más creativa, capaz de adaptarse a los cambios y
nuevos signos de los tiempos.
Leer Ef. 4,23-24 y meditar en silencio sobre los dones y talentos que Dios
colocó en nuestras vidas para ayudar a transformar la humanidad en un
mundo mejor.
Gesto: En un papelito Rojo en forma de corazón, escribir de forma anónima
aquellos talentos que Dios nos confió y que deseamos poner al servicio del
Encuentro Misionero y colocarlos luego en un recipiente.
Oración: Señor danos la docilidad para dejarnos moldear por tu Espí-
ritu y así poder estar abiertos a lo nuevo, que nuestra presencia Señor
sea en la comunidad signo de cambio, renovación y alegría misionera.
Que tu ejemplo de amor nos im-
pulse a pasar las barreras de la
diferencia que solo originan, gue-
rra y discordia en medio de tu
pueblo. ¡Haz de nosotros mujeres
y hombres nuevos! Amén.
Actividad 1: Rosario comunitario.
Proponemos a todos los participantes de este encuen-
tro misionero el rezo del Rosario en comunidad, como
una instancia de oración preparatoria al mismo y de ac-
ción misionera propiamente dicha.
EL ROSARIO, ORACIÓN CONTEMPLATIVA
12. El Rosario … es una oración marcadamente contemplati-
va. Sin esta dimensión, se desnaturalizaría, como subrayó
Pablo VI: «Sin contemplación, el Rosario es un cuerpo sin al-
ma y su rezo corre el peligro de convertirse en mecánica re-
petición de fórmulas y de contradecir la advertencia de Je-
sús: "Cuando oréis, no seáis charlatanes como los paganos,
que creen ser escuchados en virtud de su locuacidad" (Mt 6,
7). Por su naturaleza el rezo del Rosario exige un ritmo tran-
quilo y un reflexivo remanso, que favorezca en quien ora la
meditación de los misterios de la vida del Señor, vistos a tra-
vés del corazón de Aquella que estuvo más cerca del Señor, y
que desvelen su insondable riqueza».[14]
Es necesario detenernos en este profundo pensamiento de
Pablo VI para poner de relieve algunas dimensiones del Ro-
sario que definen mejor su carácter de contemplación cristo-
lógica.
Pedimos aquí hacerse de una guía que contenga las
citas bíblicas a reflexionar en cada misterio.
Puedes descargar una guía en http://ow.ly/lgjS304lNmc o en http://ow.ly/gnaB304lOpG
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6. ANUNCIAR A CRISTO CON MARÍA
17. El Rosario es también un itinerario de anuncio y de pro-
fundización, en el que el misterio de Cristo es presentado
continuamente en los diversos aspectos de la experiencia
cristiana. Es una presentación orante y contemplativa, que
trata de modelar al cristiano según el corazón de Cristo.
Efectivamente, si en el rezo del Rosario se valoran adecua-
damente todos sus elementos para una meditación eficaz,
se da, especialmente en la celebración comunitaria en las
parroquias y los santuarios, una significativa oportunidad
catequética que los Pastores deben saber aprovechar. La Vir-
gen del Rosario continúa también de este modo su obra de
anunciar a Cristo. La historia del Rosario muestra cómo esta
oración ha sido utilizada especialmente por los Dominicos,
en un momento difícil para la Iglesia a causa de la difusión
de la herejía. Hoy estamos ante nuevos desafíos. ¿Por qué
no volver a tomar en la mano las cuentas del rosario con la
fe de quienes nos han precedido? El Rosario conserva toda
su fuerza y sigue siendo un recurso importante en el bagaje
pastoral de todo buen evangelizador.
Carta Apostólica sobre el Santo Rosario - Al Episcopado, al Clero y a los Fieles.
S.S. Juan Pablo II _ Octubre 16 de 2002 - www.vatican.va
http://www.corazones.org/doc/rosarium_virginis_mariae.htm
María, Madre de gracia, Madre de misericordia,
defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
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Oración: Señor Jesús, te pedimos que seas el centro de
nuestras vidas. Que todo lo que pensamos y hacemos sea
para tu mayor gloria y bien de nuestros hermanos. Amén.
Se puede entonar un canto o rezar un Padre nuestro, 3 Ave María y 1 Gloria
para que la Iglesia tenga coraje de salir de la “sacristía y del templo”
para ir hacia las periferias, al encuentro de los marginados y mas ne-
cesitados. / Tiempo prudente de silencio…
Salir de la propia tierra: Jesús dejó su condición divina
de Hijo de Dios, se vació a sí mismo, se hizo hombre y escla-
vo hasta la muerte de cruz. Solo una profunda espiritualidad
misionera, un amor sin fronteras pueden llenar de coraje al
cristiano para ir a abrazar otros pueblos, tal como lo hizo el
Maestro.
Leer Gn. 12,1 y meditar en silencio las palabras de Dios a Abraham: “Deja tu
tierra”. ¿Qué provoca esta invitación en ti? ¿Conoces alguien que dejó su
tierra para ir a anunciar el Evangelio a otras partes del mundo? ¿Consideras
a esa persona feliz?
Oración: Oh Cristo, Misionero del Padre, te pedimos por to-
dos los misioneros y misioneras que están fuera de sus paí-
ses, acompáñalos en el cansancio, infúndeles perseverancia
y amor por el pueblo donde ellos trabajan. Suscita vocacio-
nes misioneras “ad gentes” en el corazón de los jóvenes para
que lleven tu consolación para los pueblos que todavía no te
conocen. Amén.
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7. Oración: Señor Jesús, ensancha nuestros corazones para
que podamos amar sin fronteras a nuestros hermanos que
están cerca y sobre todo aquellos que están lejos. Danos la
capacidad de entregarnos al servicio del Evangelio sin ata-
duras ni egoísmos preferenciales. Infunde en nosotros el fue-
go de tu amor para poder, al igual que los primeros discípu-
los, dejar “inmediatamente” nuestra “barca personalizada”
y seguirte solo a Ti. Amén.
Se puede entonar un canto, o rezar un Padre Nuestro, 3 Ave María y 1 Gloria
para que los cristianos en el mundo tomen consciencia de su vocación
misionera. / Tiempo prudente de silencio y luego…
Salir de Casa: dejar la familia, liberarse de la excesiva
“dependencia” de los lazos afectivos, amar más a Dios que a
los propios seres queridos implica cortar el “cordón umbili-
cal” que nos une a los proyectos de los otros y nos impide
realizar nuestro propio proyecto de vida. El misionero está
llamado a hacer de Cristo el centro de su vida sobre todas
las cosas. Salir de la casa es abandonar nuestras zonas de
“confort” para ponerse en el camino que Dios nos propone
para ir al encuentro de su pueblo.
Leer Lc. 14,26 y luego invitar al silencio
meditativo invitando a reflexionar sobre las
“preferencias personales” que se ante-
ponen a las “preferencias de Dios”.
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¿Qué se hace en cada taller?
Damos aquí una descripción general de las activida-
des a realizarse en torno a cada uno de los talleres del
encuentro misionero.
ROPERO SOCIAL (“Vestir al desnudo”): Consiste en la visita a
las familias más carenciadas de la comunidad, a quienes se
entregarán prendas de vestir y calzados. Se solicita a cada
parroquia de la arquidiócesis lleve ese mismo día ropas y
calzados en buenas condiciones para seleccionar y armar los
bolsones.
MESA COMPARTIDA (“Dar de comer al hambriento”): La
idea de este taller es cocinar y compartir el almuerzo de ese
día con hermanos de la comunidad. Cualquier donación es
bienvenida.
CUIDADO DEL MEDIO AMBIENTE (“Nuestra casa común”):
Se realizaran tareas comunitarias de limpieza de plazas, can-
chas, lotes, cordones y veredas; y de forestación. No estaría
demás llevar herramientas que puedan ser utilizadas para
tales fines.
FAMILIA (“La alegría del amor”): Junto con las familias de la
comunidad, se verá la importancia de la
contención de la familia, y de cómo esta
contención influye de manera significa-
tiva en el entorno.
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8. 8
MEDIOS DE COMUNICACIÓN (“No podemos callar lo que
hemos visto y oído”): Daremos a conocer en la comunidad
lo que se va trabajando durante la jornada, a través de dis-
tintos medios de comunicación: revista, radio, tv y redes so-
ciales. Igualmente se reflexionará sobre el buen uso de es-
tos medios.
MISIÓN (“Felices de anunciar tu misericordia”): el fin de es-
te taller es llevar el Evangelio -casa por casa- a las periferias
de nuestra comunidad. Como así también acercar a Cristo
Eucaristía a nuestros hermanos enfermos. Se pide a los mi-
nistros de la Eucaristía que presten sus servicios preferente-
mente en este taller.
MURAL ("Cristo es la imagen (visible) del Dios invisible”):
Mediante la pintura dejaremos plasmado en distintos luga-
res de la comunidad un mensaje de concientización misio-
nera.
¿QUIÉN SOY, QUIÉN
QUIERO SER? (“Hombre
y mujer los creó…” ): en
este taller se buscará
promover actitudes y
comportamientos en pos
de la dignidad humana.
Actividad 2: Exposición del Santísimo Sacramento.
Proponemos aquí invitar a toda la comunidad para
que se una -junto a todos los participantes del encuen-
tro- en este acto de adoración. A continuación se deta-
llan algunas reflexiones y actividades a modo de orien-
tación general.
Salir de Sí mismo: es lo que más cuesta para quien quie-
re embarcarse en la Misión de Cristo. Este es el primer desa-
fío para quien desea vivir la fe con coherencia evangélica.
“Salir” de sí mismo, comprometerse, despegarse, estar libre
de cualquier atadura interior es condición primordial para
todo bautizado. La misión más allá de las fronteras comien-
za con un “corazón sin fronteras”, vaciado de si mismo y
lleno de “gratitud”.
Leer Mt. 4, 21-22, después hacer un
momento de silencio invitando a los
adoradores a dialogar con Dios sobre
las ataduras que impiden salir de si
mismo.
Gesto: Invitar a los participantes a que en un papelito color rojo escriban
de forma anónima, aquellas cosas que los atan y le impiden seguir mejor a
Jesucristo, como un modo de ofrendárselas para que Él nos libere. Luego
disponer un recipiente adecuado abajo del altar o mesa a donde se expone e
Santísimo, para que los coloquen ahí.
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