El suelo se forma por la combinación de cinco factores: materia parental, clima, topografía, organismos vivos y tiempo. Está compuesto de materia mineral, materia orgánica, agua y aire. Los constituyentes minerales incluyen grava, arena, limo y arcilla. La materia orgánica proviene de plantas destruidas y recompuestas. El agua es importante porque es retenida en los poros y, junto con las sales disueltas, forma la solución del suelo que provee nutrientes a las plantas.