Genie fue una niña que vivió en cautiverio desde su nacimiento hasta los 13 años, privada de estímulos sociales y del lenguaje. Cuando fue descubierta actuaba como un bebé de 18 meses sin capacidad de caminar, hablar o valerse por sí misma. A pesar de su terrible pasado, Genie logró desarrollarse gracias a un ambiente educativo adecuado, aunque su capacidad del lenguaje quedó dañada de por vida debido a la falta de estimulación en sus primeros años críticos para el desarrollo.