La planificación tiene dos propósitos principales: minimizar el riesgo reduciendo la incertidumbre y elevar el nivel de éxito organizacional. Si no se planifica lo que se quiere hacer, puede terminar en desorden y no funcionar el proyecto. Un cronograma es importante en el desarrollo de un proyecto porque permite comunicar los plazos, planificar recursos, hacer seguimiento y calcular el flujo financiero.