El documento describe dos grandes etapas en la historia de la Educación para la Salud. La primera etapa incluyó enfoques informativo-prescriptivos donde los profesionales de la salud eran los únicos poseedores del conocimiento y las personas debían aceptar y cumplir sus indicaciones. Este enfoque tradicional no era funcional porque el aprendizaje del paciente no era efectivo, lo que podría tener consecuencias graves para la salud.