Los agentes teratogénicos son sustancias que pueden causar defectos congénitos cuando una mujer embarazada está expuesta a ellos. Algunos ejemplos son medicamentos como la talidomida, radiaciones, infecciones como la rubeola y enfermedades maternas como la diabetes. Estos agentes interfieren con el crecimiento y desarrollo del embrión o feto y no todos los embarazos expuestos resultan en defectos, dependiendo de factores como la dosis, el momento de la exposición y la susceptibilidad individual.