El documento enumera 7 tareas fundamentales del teólogo contemporáneo: 1) Afrontar los temas de la existencia cristiana de forma nueva para orientarlos en el mundo moderno, 2) Avanzar desde la reflexión teológica sobre la naturaleza de Dios hacia su relación con los seres humanos y viceversa, 3) Elaborar una antropología auténticamente cristiana que una las diversas dimensiones del ser humano bajo la gracia.