El Imperio Bizantino y el Imperio Islámico surgieron en el siglo VII en Constantinopla y la Península Arábica respectivamente. Ambos imperios se expandieron geográficamente, con Bizancio controlando el Mediterráneo y el Islam extendiéndose por Oriente Medio, el norte de África y la Península Ibérica. Políticamente, Bizancio estaba gobernado por un emperador con poderes absolutos, mientras que el Imperio Islámico estaba dominado por un califa como má