Este documento ofrece una reflexión sobre el significado y propósito del tiempo de Cuaresma. Señala que Cuaresma es un tiempo para adentrarse en uno mismo y renovar la relación con Dios, los demás y la creación. Describe la Cuaresma como un desierto que hay que atravesar para acercarse a Dios y su reino. Finalmente, invita a usar este tiempo para profundizar el encuentro con Cristo y convertirse más plenamente siguiendo su ejemplo de amor.
Este documento describe la pedagogía de Jesús y cómo se aplica a la catequesis. Explica que la catequesis busca iniciar a las personas en la fe y ayudarlas a crecer en ella a través de una comunidad, anunciando y transmitiendo los valores del Evangelio. Se usa a Jesús como modelo para enseñar como él lo hizo, a través de palabras y obras, formando a las personas en la fe e invitándolas a la conversión.
Este documento presenta una visión general de los elementos esenciales para la formación de catequistas. Explora temas como la evangelización y la catequesis, la personalidad del catequista, la metodología catequética, el proceso catecumenal, el mensaje cristiano y el Reino de Dios. También discute las razones para ser catequista desde una perspectiva pastoral y personal, y define el ministerio del catequista como una forma de servir a la Iglesia y comunicar la Palabra de Dios.
El documento describe una actividad para trabajar con jóvenes durante la Cuaresma que involucra dividirlos en grupos, hacer que escriban sobre el significado personal de la Pascua y cómo esperan vivirla, y completar un camino hacia la cruz superando tentaciones sugeridas y usando citas bíblicas como guía. Luego los grupos comparten sus reflexiones y hay una discusión plenaria sobre sentimientos y lecciones aprendidas durante la dinámica.
El documento es una oración dirigida a Dios donde se pide ser testigo de su enseñanza y amor a través de la catequesis con humildad, confianza y entrega gozosa. Se pide que la catequesis sea un servicio a los demás y que el Espíritu Santo guíe la vida del catequista para buscar a Dios y comunicar su mensaje, unido a la Virgen María.
Este documento describe los siete sacramentos de la Iglesia Católica. Explica brevemente cada uno de los sacramentos, incluyendo sus orígenes bíblicos y desarrollo doctrinal. También analiza conceptos teológicos clave como la presencia real de Cristo en la Eucaristía y el poder de perdonar los pecados. El documento proporciona una visión general de la comprensión católica de los sacramentos como medios eficaces de gracia instituidos por Cristo para santificar a los
La Comisión Diocesana de Evangelización y Catequesis presenta materiales para la Cuaresma 2009 con el tema "Llamados a ser discípulos de Jesús". El material incluye retiros para adultos y niños que pueden usarse en grupos parroquiales. El objetivo es que los niños escuchen la invitación de Jesús a ser sus amigos y discípulos y respondan siguiéndolo y cambiando su vida cristiana. Se incluye una oración, lectio divina de un pasaje bíblico, y dinámicas para
El documento habla sobre la vocación del catequista y las consideraciones que deben tener al respecto. Explica que muchos no tienen claro por qué se hicieron catequistas y es importante reflexionar sobre las razones y circunstancias que los llevaron a elegir ese camino. El catequista es un llamado de Dios que se da en las circunstancias normales de la vida.
El documento habla sobre la oración de Jesús en Getsemaní. Propone una meditación en tres momentos sobre este pasaje bíblico, poniéndose en el lugar de Jesús, los discípulos y entregándose a la voluntad de Dios. El objetivo es profundizar en la experiencia de Jesús en Getsemaní e inspirar la conversión a través de la oración y reflexión sobre este misterio pascual.
Este documento describe la pedagogía de Jesús y cómo se aplica a la catequesis. Explica que la catequesis busca iniciar a las personas en la fe y ayudarlas a crecer en ella a través de una comunidad, anunciando y transmitiendo los valores del Evangelio. Se usa a Jesús como modelo para enseñar como él lo hizo, a través de palabras y obras, formando a las personas en la fe e invitándolas a la conversión.
Este documento presenta una visión general de los elementos esenciales para la formación de catequistas. Explora temas como la evangelización y la catequesis, la personalidad del catequista, la metodología catequética, el proceso catecumenal, el mensaje cristiano y el Reino de Dios. También discute las razones para ser catequista desde una perspectiva pastoral y personal, y define el ministerio del catequista como una forma de servir a la Iglesia y comunicar la Palabra de Dios.
El documento describe una actividad para trabajar con jóvenes durante la Cuaresma que involucra dividirlos en grupos, hacer que escriban sobre el significado personal de la Pascua y cómo esperan vivirla, y completar un camino hacia la cruz superando tentaciones sugeridas y usando citas bíblicas como guía. Luego los grupos comparten sus reflexiones y hay una discusión plenaria sobre sentimientos y lecciones aprendidas durante la dinámica.
El documento es una oración dirigida a Dios donde se pide ser testigo de su enseñanza y amor a través de la catequesis con humildad, confianza y entrega gozosa. Se pide que la catequesis sea un servicio a los demás y que el Espíritu Santo guíe la vida del catequista para buscar a Dios y comunicar su mensaje, unido a la Virgen María.
Este documento describe los siete sacramentos de la Iglesia Católica. Explica brevemente cada uno de los sacramentos, incluyendo sus orígenes bíblicos y desarrollo doctrinal. También analiza conceptos teológicos clave como la presencia real de Cristo en la Eucaristía y el poder de perdonar los pecados. El documento proporciona una visión general de la comprensión católica de los sacramentos como medios eficaces de gracia instituidos por Cristo para santificar a los
La Comisión Diocesana de Evangelización y Catequesis presenta materiales para la Cuaresma 2009 con el tema "Llamados a ser discípulos de Jesús". El material incluye retiros para adultos y niños que pueden usarse en grupos parroquiales. El objetivo es que los niños escuchen la invitación de Jesús a ser sus amigos y discípulos y respondan siguiéndolo y cambiando su vida cristiana. Se incluye una oración, lectio divina de un pasaje bíblico, y dinámicas para
El documento habla sobre la vocación del catequista y las consideraciones que deben tener al respecto. Explica que muchos no tienen claro por qué se hicieron catequistas y es importante reflexionar sobre las razones y circunstancias que los llevaron a elegir ese camino. El catequista es un llamado de Dios que se da en las circunstancias normales de la vida.
El documento habla sobre la oración de Jesús en Getsemaní. Propone una meditación en tres momentos sobre este pasaje bíblico, poniéndose en el lugar de Jesús, los discípulos y entregándose a la voluntad de Dios. El objetivo es profundizar en la experiencia de Jesús en Getsemaní e inspirar la conversión a través de la oración y reflexión sobre este misterio pascual.
El documento describe los principios fundamentales de la metodología catequística cristocéntrica, incluyendo la importancia de la presencia de Jesucristo, la mediación de la Palabra de Dios a través de la enseñanza, celebración, servicio y relación con las realidades humanas, y el papel del magisterio y la comunidad. También discute conceptos como la oración, el testimonio, los símbolos, el diálogo, el juego, los sentidos, la voluntad, la memoria, la libertad, la motivación
Este documento describe las finalidades y tareas de la catequesis. La finalidad principal es llevar a los cristianos a tener una fe madura a través de la instrucción catequética, el fortalecimiento de la fe, el cultivo de la vida con el Espíritu de Cristo, y la promoción de la acción apostólica. Las tareas incluyen enseñar sobre la fe, fortalecer la fe a través de la oración y los sacramentos, vivir según el Espíritu de Cristo, e inducir a los niños a una
La vocación y la formación del catequistaDaniel Scoth
El documento describe los tipos de vocación de catequista y la necesidad de formación para cumplir con esa vocación. Existen diferentes tipos de vocación como sentir el llamado de Dios, tener el deseo de compartir la fe, o ser llamado por el párroco. Para ser un buen catequista se requiere formación básica en teología, ciencias humanas, espiritualidad y práctica catequética. La vocación y la formación continua son necesarias para llevar a cabo de manera excelente la labor de catequista.
El documento describe la vocación y misión del catequista. La vocación es un llamado de Dios que se descubre a través de la fe y la escucha. El catequista continúa la obra de Jesús al llevar a los demás a seguirlo y vivir su mensaje. Para lograr esto, el catequista debe ser un servidor de la Palabra de Dios, un discípulo comprometido con su propia formación y un maestro que enseña para la vida.
Este documento presenta una guía para catequistas de niños. Explica que la guía tiene el objetivo de ayudar a los catequistas en su formación espiritual, conocimientos y métodos de enseñanza. Describe que la guía incluye un itinerario de iniciación cristiana de dos años con temas para cada año, así como sugerencias para cómo enseñar cada tema utilizando el catecismo como libro de texto principal.
El documento describe lo que significa ser santo según la Biblia y la Iglesia católica. Explica que la santidad implica vivir apartado del pecado y de acuerdo a la voluntad de Dios. Luego enumera los siete pecados capitales y las virtudes opuestas a cada uno. Finalmente, resume los pasos del proceso de canonización en la Iglesia católica, incluyendo los títulos de venerable, beato y santo.
Este documento resume los principales aspectos de la Eucaristía. Explica que la Eucaristía conmemora la Última Cena de Jesús y su sacrificio en la cruz, renovando la alianza entre Dios y la humanidad. También describe la presencia real de Cristo en la Eucaristía a través de la transubstanciación, y las disposiciones necesarias para recibir la sagrada comunión dignamente.
El documento describe los sacramentos de ordenación sacerdotal y matrimonio. La ordenación sacerdotal requiere que el candidato sea varón, responda al llamado de Jesús, se prepare a través de estudios, sea aceptado por la Iglesia y reciba el sacramento de manos del obispo. Los sacerdotes ordenados anuncian el Evangelio, celebran los sacramentos y guían a la comunidad cristiana. El matrimonio es el sacramento a través del cual un hombre y una mujer se comprometen a amarse y respetarse por toda
El documento describe un proyecto para formar catequistas capacitados para impartir una catequesis "vivencial" basada en la conjunción de la historia de salvación de Dios y la historia humana. Explica que la formación de catequistas es necesaria para mejorar la calidad de la enseñanza de la fe y propone capacitar a los catequistas para transmitir el Evangelio de manera que toque los centros vitales de los catequizandos y provoque una auténtica conversión.
GUIÓN DE LAS MISA DE NIÑOS. CRISTO REY. CICLO C. DIA 20 DE NOVIEMBRE DEL 2016federico almenara ramirez
El documento presenta la celebración de la Fiesta de Cristo Rey. Incluye las lecturas, oraciones y una dramatización sobre el hallazgo de un cofre que perteneció a Jesús cuando era niño y contenía objetos que representaban sus enseñanzas.
Este documento presenta una guía para una Hora Santa de adoración al Santísimo Sacramento. La guía incluye oraciones, lecturas bíblicas, cánticos y meditaciones para alabar a Dios y reflexionar sobre el amor de Cristo presente en la Eucaristía.
El documento resume la primera exhortación apostólica del Papa Francisco, "Evangelii Gaudium", en la que anima a la Iglesia a una renovación misionera y a salir a anunciar el Evangelio con alegría. Se divide en cinco capítulos que tratan sobre la transformación misionera de la Iglesia, los desafíos del mundo actual y las tentaciones de los agentes pastorales, el anuncio del Evangelio por parte de todo el Pueblo de Dios, la dimensión social de la evangelización y la necesidad de ser evangelizadores con esp
El documento describe el sacramento de la Eucaristía en la Iglesia Católica. Explica que la Eucaristía es un signo visible que representa la presencia real de Jesucristo bajo las especies de pan y vino. Detalla los requisitos para la materia, la forma, el ministro y la persona que recibe la Eucaristía. Finalmente, enfatiza que la Eucaristía es la invitación de Jesús a unirnos a Él a través del pan y el vino consagrados.
Este documento resume un sermón sobre las condiciones del seguimiento de Jesús y la necesidad de cimentar la vida en el evangelio. El sermón explora cuatro temas: 1) Jesús invitó a la gente a convertirse y seguirle, aunque el seguimiento implicaba sacrificios. 2) A pesar de los sacrificios, los discípulos se alegraron al descubrir el reino de Dios. 3) Jesús enseñó que aquellos que siguen sus enseñanzas edificarán su vida sobre roca firme. 4) La llam
El documento habla sobre el rol del padrino en la confirmación. Explica que el padrino debe asegurarse de que la persona confirmada actúe como un verdadero testigo de Cristo y cumpla con los deberes de este sacramento. También enfatiza la importancia del diálogo entre padrinos y ahijados, y propone actividades como rezar uno por el otro y asistir juntos a misa. El objetivo es que ahijados y padrinos tengan un apoyo mutuo en su fe.
Este documento describe un acto penitencial de la parroquia La Merced. Incluye un llamado a la conversión, un examen de conciencia que explora los pecados de pensamiento, palabra, obra y omisión, y una dinámica usando una caja para ilustrar cómo el pecado atrae pero ensucia. Finaliza con una oración y la invitación a la confesión individual.
El documento explica que:
1) La Iglesia es el Cuerpo Místico de Cristo, al que el Espíritu Santo da vida.
2) Jesús tiene un Cuerpo físico y un Cuerpo espiritual formado por todos los creyentes bautizados, que es la Iglesia.
3) El Espíritu Santo es el alma del Cuerpo Místico de Cristo, que es la Iglesia, dándole vida y guiándola a través de los siglos.
El documento describe la fiesta de la Trinidad y cómo revela el misterio de Dios como tres personas en una. Explica que las lecturas de la Biblia dan pistas sobre la Trinidad aunque el concepto no se conocía completamente. Finalmente, invita a los creyentes a renovar su compromiso bautismal para reflejar la comunión de la Trinidad en sus vidas.
El documento habla sobre el Espíritu Santo. Explica que el Espíritu Santo es la tercera persona de la Santísima Trinidad y que Jesús lo envió a su Iglesia en el día de Pentecostés en forma de lenguas de fuego. También describe los siete dones del Espíritu Santo que son sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios. Finalmente, menciona los doce frutos del Espíritu Santo que incluyen caridad, gozo, paz y
El documento describe las cualidades de un catequista al estilo de Jesús. Indica que un catequista debe ser un discípulo convencido que transmite su fe con obras y palabras. También destaca la importancia de que un catequista viva su fe de manera auténtica para poder transmitirla efectivamente a otros.
6 reflexion teol y past. mujer, vih y sida[1]Pastoral Salud
El documento presenta una reflexión teológico-pastoral sobre la mujer y el VIH-SIDA. Discute la historia de la subordinación y estigmatización de la mujer, y cómo Jesús las trató con dignidad e igualdad. También analiza el VIH-SIDA como un signo de los tiempos que requiere una respuesta compasiva e inclusiva, así como una atención pastoral centrada en la prevención, la promoción de la justicia y el apoyo emocional y espiritual a las mujeres afectadas.
Este documento presenta los temas para las catequesis cuaresmales de este año sobre la reconciliación y la paz. Incluye cinco temas elaborados a la luz de los textos evangélicos de la Cuaresma y la exhortación pastoral "Que en Cristo, nuestra Paz, México tenga vida digna". El primer tema se titula "Jesús nos abre a la reconciliación y la paz" y propone reflexionar sobre cómo Jesús en el desierto nos muestra el camino a la reconciliación y la paz para vivir la Pascua
El documento describe los principios fundamentales de la metodología catequística cristocéntrica, incluyendo la importancia de la presencia de Jesucristo, la mediación de la Palabra de Dios a través de la enseñanza, celebración, servicio y relación con las realidades humanas, y el papel del magisterio y la comunidad. También discute conceptos como la oración, el testimonio, los símbolos, el diálogo, el juego, los sentidos, la voluntad, la memoria, la libertad, la motivación
Este documento describe las finalidades y tareas de la catequesis. La finalidad principal es llevar a los cristianos a tener una fe madura a través de la instrucción catequética, el fortalecimiento de la fe, el cultivo de la vida con el Espíritu de Cristo, y la promoción de la acción apostólica. Las tareas incluyen enseñar sobre la fe, fortalecer la fe a través de la oración y los sacramentos, vivir según el Espíritu de Cristo, e inducir a los niños a una
La vocación y la formación del catequistaDaniel Scoth
El documento describe los tipos de vocación de catequista y la necesidad de formación para cumplir con esa vocación. Existen diferentes tipos de vocación como sentir el llamado de Dios, tener el deseo de compartir la fe, o ser llamado por el párroco. Para ser un buen catequista se requiere formación básica en teología, ciencias humanas, espiritualidad y práctica catequética. La vocación y la formación continua son necesarias para llevar a cabo de manera excelente la labor de catequista.
El documento describe la vocación y misión del catequista. La vocación es un llamado de Dios que se descubre a través de la fe y la escucha. El catequista continúa la obra de Jesús al llevar a los demás a seguirlo y vivir su mensaje. Para lograr esto, el catequista debe ser un servidor de la Palabra de Dios, un discípulo comprometido con su propia formación y un maestro que enseña para la vida.
Este documento presenta una guía para catequistas de niños. Explica que la guía tiene el objetivo de ayudar a los catequistas en su formación espiritual, conocimientos y métodos de enseñanza. Describe que la guía incluye un itinerario de iniciación cristiana de dos años con temas para cada año, así como sugerencias para cómo enseñar cada tema utilizando el catecismo como libro de texto principal.
El documento describe lo que significa ser santo según la Biblia y la Iglesia católica. Explica que la santidad implica vivir apartado del pecado y de acuerdo a la voluntad de Dios. Luego enumera los siete pecados capitales y las virtudes opuestas a cada uno. Finalmente, resume los pasos del proceso de canonización en la Iglesia católica, incluyendo los títulos de venerable, beato y santo.
Este documento resume los principales aspectos de la Eucaristía. Explica que la Eucaristía conmemora la Última Cena de Jesús y su sacrificio en la cruz, renovando la alianza entre Dios y la humanidad. También describe la presencia real de Cristo en la Eucaristía a través de la transubstanciación, y las disposiciones necesarias para recibir la sagrada comunión dignamente.
El documento describe los sacramentos de ordenación sacerdotal y matrimonio. La ordenación sacerdotal requiere que el candidato sea varón, responda al llamado de Jesús, se prepare a través de estudios, sea aceptado por la Iglesia y reciba el sacramento de manos del obispo. Los sacerdotes ordenados anuncian el Evangelio, celebran los sacramentos y guían a la comunidad cristiana. El matrimonio es el sacramento a través del cual un hombre y una mujer se comprometen a amarse y respetarse por toda
El documento describe un proyecto para formar catequistas capacitados para impartir una catequesis "vivencial" basada en la conjunción de la historia de salvación de Dios y la historia humana. Explica que la formación de catequistas es necesaria para mejorar la calidad de la enseñanza de la fe y propone capacitar a los catequistas para transmitir el Evangelio de manera que toque los centros vitales de los catequizandos y provoque una auténtica conversión.
GUIÓN DE LAS MISA DE NIÑOS. CRISTO REY. CICLO C. DIA 20 DE NOVIEMBRE DEL 2016federico almenara ramirez
El documento presenta la celebración de la Fiesta de Cristo Rey. Incluye las lecturas, oraciones y una dramatización sobre el hallazgo de un cofre que perteneció a Jesús cuando era niño y contenía objetos que representaban sus enseñanzas.
Este documento presenta una guía para una Hora Santa de adoración al Santísimo Sacramento. La guía incluye oraciones, lecturas bíblicas, cánticos y meditaciones para alabar a Dios y reflexionar sobre el amor de Cristo presente en la Eucaristía.
El documento resume la primera exhortación apostólica del Papa Francisco, "Evangelii Gaudium", en la que anima a la Iglesia a una renovación misionera y a salir a anunciar el Evangelio con alegría. Se divide en cinco capítulos que tratan sobre la transformación misionera de la Iglesia, los desafíos del mundo actual y las tentaciones de los agentes pastorales, el anuncio del Evangelio por parte de todo el Pueblo de Dios, la dimensión social de la evangelización y la necesidad de ser evangelizadores con esp
El documento describe el sacramento de la Eucaristía en la Iglesia Católica. Explica que la Eucaristía es un signo visible que representa la presencia real de Jesucristo bajo las especies de pan y vino. Detalla los requisitos para la materia, la forma, el ministro y la persona que recibe la Eucaristía. Finalmente, enfatiza que la Eucaristía es la invitación de Jesús a unirnos a Él a través del pan y el vino consagrados.
Este documento resume un sermón sobre las condiciones del seguimiento de Jesús y la necesidad de cimentar la vida en el evangelio. El sermón explora cuatro temas: 1) Jesús invitó a la gente a convertirse y seguirle, aunque el seguimiento implicaba sacrificios. 2) A pesar de los sacrificios, los discípulos se alegraron al descubrir el reino de Dios. 3) Jesús enseñó que aquellos que siguen sus enseñanzas edificarán su vida sobre roca firme. 4) La llam
El documento habla sobre el rol del padrino en la confirmación. Explica que el padrino debe asegurarse de que la persona confirmada actúe como un verdadero testigo de Cristo y cumpla con los deberes de este sacramento. También enfatiza la importancia del diálogo entre padrinos y ahijados, y propone actividades como rezar uno por el otro y asistir juntos a misa. El objetivo es que ahijados y padrinos tengan un apoyo mutuo en su fe.
Este documento describe un acto penitencial de la parroquia La Merced. Incluye un llamado a la conversión, un examen de conciencia que explora los pecados de pensamiento, palabra, obra y omisión, y una dinámica usando una caja para ilustrar cómo el pecado atrae pero ensucia. Finaliza con una oración y la invitación a la confesión individual.
El documento explica que:
1) La Iglesia es el Cuerpo Místico de Cristo, al que el Espíritu Santo da vida.
2) Jesús tiene un Cuerpo físico y un Cuerpo espiritual formado por todos los creyentes bautizados, que es la Iglesia.
3) El Espíritu Santo es el alma del Cuerpo Místico de Cristo, que es la Iglesia, dándole vida y guiándola a través de los siglos.
El documento describe la fiesta de la Trinidad y cómo revela el misterio de Dios como tres personas en una. Explica que las lecturas de la Biblia dan pistas sobre la Trinidad aunque el concepto no se conocía completamente. Finalmente, invita a los creyentes a renovar su compromiso bautismal para reflejar la comunión de la Trinidad en sus vidas.
El documento habla sobre el Espíritu Santo. Explica que el Espíritu Santo es la tercera persona de la Santísima Trinidad y que Jesús lo envió a su Iglesia en el día de Pentecostés en forma de lenguas de fuego. También describe los siete dones del Espíritu Santo que son sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios. Finalmente, menciona los doce frutos del Espíritu Santo que incluyen caridad, gozo, paz y
El documento describe las cualidades de un catequista al estilo de Jesús. Indica que un catequista debe ser un discípulo convencido que transmite su fe con obras y palabras. También destaca la importancia de que un catequista viva su fe de manera auténtica para poder transmitirla efectivamente a otros.
6 reflexion teol y past. mujer, vih y sida[1]Pastoral Salud
El documento presenta una reflexión teológico-pastoral sobre la mujer y el VIH-SIDA. Discute la historia de la subordinación y estigmatización de la mujer, y cómo Jesús las trató con dignidad e igualdad. También analiza el VIH-SIDA como un signo de los tiempos que requiere una respuesta compasiva e inclusiva, así como una atención pastoral centrada en la prevención, la promoción de la justicia y el apoyo emocional y espiritual a las mujeres afectadas.
Este documento presenta los temas para las catequesis cuaresmales de este año sobre la reconciliación y la paz. Incluye cinco temas elaborados a la luz de los textos evangélicos de la Cuaresma y la exhortación pastoral "Que en Cristo, nuestra Paz, México tenga vida digna". El primer tema se titula "Jesús nos abre a la reconciliación y la paz" y propone reflexionar sobre cómo Jesús en el desierto nos muestra el camino a la reconciliación y la paz para vivir la Pascua
Este documento resume la experiencia de un retiro espiritual de grado 11 en 2013. Describe el viaje al hotel, las actividades realizadas como compartir reflexiones, hacer ejercicios en grupo y proyectos de vida. También habla de las enseñanzas aprendidas sobre valorar a los padres, admitir errores y aprovechar cada experiencia para mejorar.
Este documento proporciona información sobre los eventos y servicios ofrecidos por la Comunidad Cristiana de la Inmaculada en Valladolid, España. Anuncia que durante la Cuaresma se realizará el Vía Crucis en lugar del rosario habitual los miércoles, viernes y domingos. También promueve la lectura y reflexión de los Evangelios y ofrece encuentros quincenales para iniciar este estudio. Finalmente, lista varios encuentros y seminarios de formación que tendrán lugar en las próximas semanas.
El documento presenta una serie de oraciones y reflexiones para cada domingo de Cuaresma, centradas en temas como el ayuno, la justicia alimentaria, la solidaridad con los pobres y necesitados, y el cuidado de la creación. También incluye un cuestionario sobre problemas de hambre y desnutrición en el mundo, así como historias de personas cuyas vidas han mejorado gracias a proyectos de desarrollo apoyados por Manos Unidas. El objetivo general es promover la reflexión y el compromiso durante la Cuaresma con quienes pasan
Este documento analiza el evangelio de Juan sobre el ciego de nacimiento al que Jesús cura. Resalta que debemos acudir a Jesús para que nos dé una nueva visión como lo hizo con el ciego, lavar nuestros ojos en las aguas del bautismo para descubrir nuestra dignidad y aceptar a Jesús como profeta de Dios.
Este documento resume un sermón que invita a la conversión como un proceso de revisar y ajustar la perspectiva para vivir de manera más plena y humana según el plan de Dios. Jesús llamó a la conversión al anunciar que el reino de Dios está cerca, lo que significa vivir con justicia, paz, verdad y amor. La conversión requiere un cambio para seguir a Jesús fuera de las estructuras viejas que no acogen su mensaje.
El documento habla sobre el significado del Adviento y cómo prepararse para la venida de Jesús. Explica que el Adviento implica tres miradas: hacia el pasado para celebrar la encarnación de Dios, hacia el presente para descubrir la presencia de Dios en la vida actual, y hacia el futuro con esperanza en la venida definitiva de Dios. También enfatiza que el Adviento requiere esfuerzo y conversión para recibir plenamente el don de Dios.
El documento describe cómo vivir desde la realidad del bautismo significa vivir de manera más consciente y auténtica, guiados por el Espíritu Santo en lugar de nuestras propias fuerzas. Vivir desde el bautismo implica preguntarse sobre el significado de la vida cristiana y la propia identidad, y dejarse conducir por los dones del Espíritu Santo como la sabiduría, el entendimiento y la caridad.
Este documento resume las enseñanzas de Clara de Asís sobre cómo vivir una vida de fe en tiempos de cambio y conflicto. Clara exhorta a mantener la mirada siempre puesta en Dios, a permanecer enraizados en Él como Jesús lo estaba en el Padre, y a ser colaboradores de Dios cuidando a los demás con paciencia, mansedumbre y esperanza.
Este documento presenta las ideas principales de un curso para catequistas. Enfatiza la importancia de hacer memoria del camino recorrido con Dios para experimentar Su fidelidad, y de prepararse bien para enriquecer mutuamente a la comunidad. También destaca la necesidad de los catequistas de conocer profundamente a Jesucristo para servir como Sus discípulos y dar testimonio con sus vidas y acciones.
Este documento describe cómo los jóvenes de la Arquidiócesis de Yucatán se preparan para la Pascua meditando sobre la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. Incluye oraciones y preguntas de reflexión para confrontar su propia vida con lo que Jesús vivió. El objetivo es que los jóvenes anuncien con alegría la Resurrección y continúen preparando el proceso sinodal hacia una peregrinación diocesana.
El documento habla sobre el amor de Cristo y cómo Pablo consideró todo conocimiento inferior a este amor. Pablo recibió este conocimiento directamente de Jesús y lo proclamó al mundo. Al leer las cartas de Pablo, podemos profundizar en este amor más allá del conocimiento e identificarnos con un Cristo vivo que nos llama a ser testigos suyos a través de nuestra vida diaria y testimonio.
El documento habla sobre la importancia de la misericordia de Dios y de practicar las obras de misericordia corporales y espirituales, especialmente durante este Año Santo de la Misericordia. Alienta a los lectores a dejar de juzgar y condenar, a perdonar, y a donarse a los demás como una forma de renovar sus fraternidades y vivir plenamente su vocación franciscana.
El documento habla sobre la Cuaresma y la preparación para la Pascua. Señala que Jesús ayuda a la humanidad a superar las tentaciones y caminar hacia Dios a través del desierto espiritual. Dios ofrece un pacto de amor y respeto mutuo para que trabajen juntos a favor de la vida. La Cuaresma busca prepararnos para el abrazo eterno de Dios a través de Jesucristo.
El documento describe los siete dones del Espíritu Santo que los apóstoles recibieron el día de Pentecostés después de la resurrección de Jesucristo. Los siete dones son: sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios. Cada don otorga una capacidad diferente para vivir mejor y seguir los impulsos del Espíritu Santo.
El documento describe los siete dones del Espíritu Santo que los apóstoles recibieron el día de Pentecostés después de la resurrección de Jesucristo. Los siete dones son: sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios. Cada don otorga una capacidad diferente para vivir mejor y seguir los impulsos del Espíritu Santo.
El documento describe los principios espirituales que permiten a los seres humanos mantener una relación con Dios, como la oración, la vida espiritual, la santidad, el estado de gracia y el compromiso. Explica que la relación personal con Dios comienza al admitir que somos pecadores y pedirle a Jesús que entre a nuestros corazones. También habla sobre el amor de Dios por la humanidad y el regalo de la vida eterna a través de la muerte y resurrección de Jesucristo.
Orar en semana 2 del tiempo de adviento 2011rpazgrau
El documento presenta la segunda semana de Adviento, invitando a preparar el camino para el encuentro con Dios a través de la figura de Juan Bautista. Juan Bautista propone un modo de vida sencillo y desprendido para encontrarnos con lo más profundo de nosotros mismos. El desierto es un lugar para la transformación interior y para reconsiderar nuestra vida con nuevos ojos. El arrepentimiento requiere cambiar el rumbo de nuestra vida hacia la autenticidad y comprometernos con el bienestar de los demás. Juan Bautista guía
El documento habla sobre cómo Jesús, como la luz y la verdad, ofrece el camino hacia la paz, el amor y la felicidad a través de su resurrección. Siguiendo el ejemplo de Jesús y permaneciendo unidos a él a través de la fe y el amor, los seres humanos pueden dejar atrás las tinieblas de los pensamientos y sentimientos negativos para vivir de acuerdo con los valores divinos.
Este documento define la santidad como lo que nos identifica como hijos de Dios y nos distingue del mundo. Explica que la santidad proviene de la verdad de Dios y nos ayuda a alcanzar la unidad en el Espíritu Santo. También discute algunos métodos que Dios usa para santificar a su iglesia, como la adversidad y la disciplina espiritual, y enfatiza la importancia de arrepentirse sinceramente para alcanzar la salvación y santificación.
El documento resume el pasaje bíblico del primer domingo de Cuaresma sobre la llamada de Jesús a la conversión. Explica que la conversión significa revisar la perspectiva y liberar la vida de miedos y esclavitudes para vivir de forma más plena. Jesús fue tentado en el desierto para fortalecer su sensibilidad hacia Dios y los demás. Luego anunció la Buena Noticia del Reino de Dios, que significa que la paz y la justicia reinan entre los seres humanos.
El documento presenta tres ideas principales:
1) Jesús nos invita a renunciar a nuestro egoísmo y seguirlo cargando nuestra cruz, imitando su entrega y sacrificio hasta la muerte.
2) Pedro no entendió este llamado a renunciar al yo, pero Jesús nos pide transformar nuestra mentalidad y adoptar los pensamientos de Cristo.
3) Al seguir a Jesús de esta manera, enfrentaremos tensiones pero podremos alcanzar equilibrio y paz interior como verdaderos discípulos.
El Papa Francisco destaca en su mensaje la alegría de la Resurrección de Cristo y cómo su amor venció al pecado y a la muerte. Alienta a los cristianos a acoger la gracia de la Resurrección para transformar sus vidas y llevar la misericordia de Dios a otros. También enfatiza el testimonio de las mujeres sobre la Resurrección y anima a los jóvenes a llevar adelante la esperanza en Cristo resucitado.
El documento presenta el plan de un grupo de reflexión para un curso sobre psicogeriatría y cuidados somáticos. El plan incluye sesiones sobre el alimento para el camino, lo que Dios es, vitaminas para el alma, el año paulino y la reconciliación. Cada sesión explorará temas espirituales a través de reflexiones bíblicas para guiar a los participantes en su caminar hacia Dios.
AMEN
CATEQUISTA: EL SEÑOR
ESTÉ CON USTEDES
ASISTENTE: Y CON TU
ESPIRITU
CATEQUISTA: LEVANTEMOS
EL CORAZÓN
ASISTENTE: LO TENEMOS
PUESTO EN EL SEÑOR
CATEQUISTA: DEMOS
GRACIAS AL SEÑOR
NUESTRO DIOS
ASISTENTE: ES JUSTO Y
NECESARIO
CATEQUISTA: ES
VERDADERAMENTE JUSTO Y
SALUDABLE, DARTE
El documento describe un retiro de Cuaresma para 140 Agentes de Pastoral de la Salud en Xalapa, Veracruz. El tema del retiro fue sobre no ser indiferentes hacia los demás basado en el mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma de 2015. Los participantes reflexionaron sobre la misericordia de Dios a través de la Parábola del Hijo Pródigo y cómo Jesús no fue indiferente hacia los necesitados. El retiro concluyó con agradecimiento a Dios y a los organizadores del evento.
7 criterios teologicos para una correcta organización de pastoral de la saludPastoral Salud
Este documento establece criterios teológicos para la organización de la pastoral de la salud desde una perspectiva trinitaria y cristocéntrica. Señala que la pastoral de la salud debe referirse primordialmente a Dios y estar guiada por el Espíritu Santo, teniendo a Cristo como único mediador de salvación. Asimismo, debe manifestar el amor misericordioso de Dios y acompañar a las personas en su proceso de curación y liberación integral.
El documento discute la importancia de promover y defender la vida desde la concepción hasta la muerte natural según las enseñanzas de Aparecida. Resalta que la vida es un don sagrado y que debemos oponernos a prácticas como el aborto y la eutanasia. También enfatiza la necesidad de buscar el sentido de la vida en Cristo y promover estilos de vida que protejan la dignidad humana.
El documento describe los pasos de una Hora Santa por la Vida que incluye una procesión, oraciones iniciales, lecturas bíblicas, una homilía, oraciones universales y letanías por la vida. El sacerdote expone el Santísimo Sacramento y da una homilía sobre la dignidad de toda vida humana antes de concluir con oraciones por los no nacidos, moribundos y víctimas de la cultura de muerte.
El documento explica el significado de que los seres humanos fueron creados a imagen y semejanza de Dios. Esto implica que: 1) cada persona manifiesta un aspecto de la grandeza infinita de Dios y está destinada a la eternidad feliz; 2) el hombre tiene libre albedrío y puede conocer y amar a Dios; 3) tanto el alma como el cuerpo participan de la imagen de Dios y la persona es un todo unido. Además, el ser imagen de Dios fundamenta la dignidad humana, la orientación hacia Dios y las otras
Este documento resume la vida y obra de San Juan de Dios, fundador de la Orden Hospitalaria. Resalta cómo trascendió el dolor a través de su contacto con los enfermos y moribundos, ofreciéndoles misericordia. También destaca cómo su legado de caridad cristiana y servicio a los demás continúa hasta hoy a través de la Orden que fundó.
Este documento lista varias fechas importantes de marzo relacionadas con la salud y causas sociales, incluyendo el Día de San Juan de Dios como patrono de la salud, el Día Internacional de la Mujer, el Día Mundial del Riñón, el Día Mundial del Agua, el Día Mundial de Lucha contra la Tuberculosis, y el Día Mundial de la Defensa de la Vida.
El documento habla sobre la necesidad de humanizar la atención médica y el trato a los pacientes. Argumenta que tratar a los pacientes como personas y no solo como casos médicos es fundamental. También destaca la importancia de que los profesionales de la salud cuiden a los pacientes con compasión y que las instituciones médicas pongan al ser humano en el centro.
El Papa Francisco habla sobre la "sabiduría del corazón" y cómo esta se manifiesta en servir a los necesitados como si fueran nuestros ojos y pies. La sabiduría del corazón significa servir al prójimo con compasión, estar presente con ellos en su sufrimiento de manera desinteresada, y ser solidarios sin juzgar.
Discuro de apertura encuentro de enfermeras en irlandaPastoral Salud
La Unión Europea ha propuesto un nuevo paquete de sanciones contra Rusia que incluye un embargo al petróleo ruso. El embargo se aplicaría gradualmente durante los próximos seis meses, dando tiempo a los países de la UE para encontrar fuentes alternativas de suministro. Sin embargo, Hungría se opone firmemente al embargo al petróleo, ya que depende en gran medida de las importaciones rusas.
El documento resume un salmo que describe cómo todo el esfuerzo humano es en vano sin la ayuda de Dios. El salmo contrasta la vanidad del trabajo humano sin Dios con la prosperidad y fecundidad que se tiene con Él. El autor del documento explica que los antiguos autores espirituales usaban este salmo para enfatizar que sólo la comunión con Dios puede proteger nuestras vidas y sociedades.
El Papa resume la Jornada Mundial del Enfermo de 2013, instando a los fieles a ser como el Buen Samaritano al ayudar a los que sufren, como Jesús hizo al asumir la forma humana y acercarse al dolor humano. También honra a figuras como Teresa de Lisieux y Madre Teresa que unieron su sufrimiento al de Cristo al servir a los necesitados.
Este documento presenta información sobre el Adviento, incluyendo oraciones y lecturas bíblicas para cada domingo. Explica que el Adviento es un tiempo para preparar el corazón para la Navidad y recibir a Jesús, así como compartir el amor de Dios. También describe una corona de Adviento como símbolo para reunir a la familia en oración mientras se encienden velas antes de la Navidad.
El documento establece normas para el establecimiento, funcionamiento, mantenimiento, actualización o supresión de dispensarios de salud anexos a templos bajo la custodia o propiedad de la Arquidiócesis de México. El Cardenal Rivera Carrera decreta estas normas después de considerar la responsabilidad de la Iglesia de atender a los enfermos y la necesidad de regular los dispensarios existentes y futuros para asegurar su operación legal y de acuerdo con la doctrina de la Iglesia.
Información de la enfermedad del ébola arq mx.Pastoral Salud
El documento proporciona información sobre la postura de la Iglesia Católica ante la epidemia del ébola. Señala que el ébola no es un castigo divino sino una enfermedad natural, y que la Iglesia ofrece guía espiritual y práctica para la prevención y atención de la enfermedad. También detalla precauciones recomendadas para las comunidades y templos católicos en caso de brotes de ébola, e informa sobre cursos de capacitación disponibles.
El documento resume una reunión de la Pastoral de la Salud y Humanización del CELAM a la que asistieron personas de 14 países de Latinoamérica. Los participantes reflexionaron sobre estrategias de intervención basadas en la humanización, ética y bioética de los servicios de salud. Se presentaron proyectos de diferentes países que promueven la atención integral, la formación del personal de salud y los cuidados paliativos centrados en la persona. Los asistentes confirmaron que es posible humanizar la gestión de las instituciones de salud.
Este documento resume el XI Curso y XIV Encuentro Nacional de la Pastoral de la Salud que tuvo lugar en Mérida, Yucatán, México del 20 al 24 de octubre de 2014. Aproximadamente 230 sacerdotes, religiosos, laicos y laicas de varias diócesis de México participaron en el evento con el objetivo de fortalecer la formación de agentes y compartir experiencias pastorales. Algunos de los temas discutidos incluyeron la actitud sanadora de Jesús, la Iglesia y la evangelización, y
Este documento describe la Congregación de Siervas de María, una orden religiosa fundada por Santa María Soledad para cuidar a los enfermos. La orden sigue el carisma de servir a los enfermos como Jesús y María, y actualmente opera en 4 continentes con 122 casas. También describe la Fraternidad de Hijos Laicos de Santa María Soledad, una asociación laica afiliada a la orden que comparte su misión de servicio.
Este documento describe la vida y el legado de San Juan de Dios como un modelo de atención compasiva que trasciende el tiempo. Explora cómo Juan de Dios continuó sirviendo a los enfermos y pobres a través de su orden religiosa y cómo sus enseñanzas de misericordia, hospitalidad y preocupación por los demás siguen siendo relevantes hoy.
Esta guía es una ayuda para hacer por tu cuenta el retiro mensual, allí dónde te encuentres, especialmente en caso de dificultad de asistir en el oratorio o iglesia donde habitualmente nos reunimos para orar.
La inerpretación del Evangelio de san Lucas.pdfadyesp
El piadoso Lucas era antioqueño por nacimiento y por oficio médico y en la sabiduría helénica fue un grande erudito, así como en la ordenanza judía iba sobrado. Luego cuando había resucitado Cristo de entre los muertos, él junto con Cleofás iba de camino a Emaús y se encontraron con Jesús. Mas tarde Lucas se convirtió en compañero de viaje y seguidor del maravilloso apóstol Pablo, y solo quince años después de la ascensión de Cristo, san Lucas escribió Su evangelio con todo detalle.
SANTA CONVOCATORIA tema DESCANSO PARA SUBIR AL MONTE
Temas cuaresmales
1.
2. POR LA RECONCILIACION A LA PAZ
Restablecer relaciones saludables con Dios, con los hermanos y con la creación, para vivir
en paz
ORACIÓN
Concédenos, Dios todopoderoso, que las prácticas anuales propias de la
Cuaresma nos ayuden a progresar en el conocimiento de Cristo y a llevar una
vida más cristiana. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
1. Cuaresma, un desierto, un tiempo de esperanza
Comenzamos ya el tiempo de Cuaresma. Cada año el ciclo litúrgico nos ayuda a vivir el encuentro con el
Señor y la comunión con los hermanos de manera más profunda. Por eso este tiempo que comenzamos
permite que nos adentremos en nuestro ser, hasta llegar a los rincones más hondos de nuestro vivir
cotidiano, allí donde se gestan nuestras inquietudes e intenciones, nuestros pasos, que tienen una única
meta, el amor, cada vez más ferviente, más libre, más comprometido, más encarnado, según el ejemplo de
Jesucristo, nuestro Maestro.
Comenzamos la Cuaresma con la imposición de la ceniza y en la escucha atenta y fiel de la Palabra de Dios
para comprometer la determinación de convertirnos sinceramente a Dios y renovar nuestra vida y nuestras
actitudes hacia Él, hacia los hermanos, hacia nosotros mismos, y hacia el medio ambiente en que nos
desenvolvemos.
La Palabra proclamada el primer domingo nos ubica también en un «desierto», un espacio casi tan inmenso e
imponente como el mar, donde el horizonte no cambia ante nuestra mirada, como una línea simple que
separa la tierra del cielo, una línea en apariencia inalcanzable. Esta primera experiencia ya nos hace sentir
nuestra vulnerabilidad, nuestra debilidad, nuestra pequeñez e impotencia ante la vida misma. Nada podemos
hacer por nosotros mismos que nos pueda salvar, que pueda cambiar radicalmente esta sensación. La
realidad nos sobrepasa. Algo parecido a lo que sentimos ante las experiencias tan cercanas de inseguridad, de
miedo, de soledad en lo cotidiano, del cansancio en la rutina del trabajo, de la falta de creatividad y gozo en
la vida familiar, de relaciones fracturadas por un enfrentamiento con los más cercanos, con nuestros prójimos
más próximos, esposos, hijos, familiares, amigos, compañeros de trabajo.
3. También podemos imaginar la aridez de este desierto, la sequedad, la falta de agua que vivifica y reverdece,
que limpia y genera novedad por donde pasa. Aquí no hay más que colores ocres, marrones, grises. No hay
nubes que nos traigan la sombra y la lluvia frescas. Si a esto le sumamos que el camino produce fatiga,
porque los pies se entierran en la arena o se lastiman en las rocas; que nada se mueve a la vista más que
nosotros; que el calor y el viento nos resecan la piel durante el día; que el silencio y el frío nos cala al pasar de
las horas en la noche; seguramente nos preguntaríamos: ¿cómo lo soportó Jesús cuarenta días con sus
noches, con hambre y tentado por el enemigo?, y ¿cómo pudo un pueblo vivir allí cuarenta años?, ¿qué
sentido tiene semejante experiencia?, ¿podemos evitarla?
Todo aquello que nos hace percibir esta sensaciones en el aquí y ahora de la vida, es nuestro desierto
cuaresmal, el desierto que tenemos que atravesar para llegar a la meta esperada. ¿Cuál es esa meta? Nos
dice Jesús: “El Reino de Dios está cerca” (Mc 1,14-15). Y esto adquiere un valor completamente novedoso en
Jesús: se puede sofocar la fuerza del mal, del pecado, del Maligno, abriéndose y dejándose llevar por la
Palabra de Dios con humildad filial y confiada y con verdadera apertura a su gracia y su presencia.
Allí está el sentido de este desierto que “me toca atravesar”; es que el Reino de Dios, es que Dios mismo está
cerca, muy cerca…, y está en lo más profundo de nuestra intimidad (San Agustín); y pasar por el desierto es
prepararnos para ver, para oír, para tocar a Dios. Se trata de un ejercicio de esperanza que afina nuestros
sentidos interiores, que ensancha el corazón, que aclara la mente, que abre nuestros labios para la alabanza.
Nos preparamos para contemplar el misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. Entonces no es
para menos que el Espíritu nos lleve al desierto como a Jesús (Mc 1,12); y más aún, para que nuestra
participación en la Eucaristía de Jesucristo sea la seguridad de participar plenamente en su Pascua, su triunfo,
razón de nuestra fe y nuestra esperanza.
Entrar en el desierto no es solamente tratar de compartir las incomodidades y la soledad de Jesús en los
hermanos; tratar de apartarnos para rezar más; tratar de renunciar a ciertos placeres (tal vez para probarnos
a nosotros mismos cuánto soportamos) y tratar de compartir nuestros bienes con los que no los tienen.
Entrar en el desierto es entrar en el proyecto de Dios para mi vida; es saber cuál es el ayuno, la limosna y el
servicio que Dios nos exige para estar en sintonía con Jesús, su Persona, su Palabra y su obra amorosa y
misericordiosa. Es caminar con los pasos del Espíritu en la fe para llegar a ver el Reino que ya está presente
en nosotros y entre nosotros. Es aprender a mirar a través de la realidad más allá de ella, lo que se gesta en el
silencio, todo el bien que hay a nuestro alrededor y en nosotros mismos y en cada ser humano sea cual sea su
estado y situación en este mundo. Por eso el desierto es esperanza; es un aliado que nos abre al optimismo,
porque nos abre a Dios mismo que es todo bien, es todo amor, es el Amor.
Ahora bien, sólo quien se atreve a hacer esta experiencia de dejarse llevar por el Espíritu al desierto puede
trascender el aquí y ahora y transmitir esta esperanza a los demás. Como discípulos misioneros de Jesucristo,
¿qué transmitiremos en nuestros encuentros sobre la esperanza del desierto? ¿Qué aseguraremos para que
nuestro pueblo en Cristo tenga vida plena? Dependerá de nuestra docilidad al Espíritu que vive en nosotros,
nos inspira, nos santifica, y nos hace nuevas criaturas.
4. (Para la reflexión personal y en grupo:
• ¿Cómo actúa el mal en nuestra vida? ¿Cómo reaccionamos ante el mal, el pecado?
• ¿Qué sucede cuando excluimos a Dios, a Jesucristo, y su Palabra? ¿Verdad que también excluimos al hermano de
nuestra consideración?
• ¿A qué te llama Jesús y la experiencia del desierto?)
ORACIÓN POR LA PATRIA
Señor, Tú que guías al universo con sabiduría y amor, escucha las oraciones
que te dirigimos por nuestra patria, a fin de que la prudencia de sus
gobernantes y la honestidad de los ciudadanos mantengan la concordia y la
justicia y se alcancen el verdadero progreso y la paz. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
5. POR LA RECONCILIACION A LA PAZ
Restablecer relaciones saludables con Dios, con los hermanos y con la creación, para vivir
en paz
ORACIÓN
Señor, Padre santo, que nos mandaste escuchar a tu amado Hijo, alimenta
nuestra fe con tu Palabra y purifica los ojos de nuestro espíritu, para que
podamos alegrarnos en la contemplación de tu gloria. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
2. Cuaresma, tiempo para reavivar la santidad
Toda la Cuaresma es una invitación a la conversión; es un recordarnos que Dios nuestro Padre nos quiere a
cada uno plenamente santos. La santidad es una realidad a la que nosotros no podemos renunciar. Porque
hace a la esencia de nuestro ser hijos de Dios; el día de nuestro bautismo hemos sido santificados por el
Espíritu Santo, por lo tanto fuimos llamados a vivir la santidad y, en Jesús, a convertirnos en complacencia del
Padre y a ser mensajeros de fe y esperanza para todos nuestros hermanos. San Pablo nos lo recuerda en sus
cartas: “Vivan de acuerdo a la vocación que han recibido. Sean humildes, amables” (Ef 4,1-2ss).
Vivir la santidad no quiere decir que nos alejemos del mundo, de lo cotidiano; al contrario, implica que nos
asumamos a nosotros mismos cómo somos, que asumamos la realidad concreta que vivimos cada día. La
respuesta es atrevernos a discernir en nuestro interior aquellas situaciones que tal vez puedan estar
obstaculizando una auténtica conversión.
Y, ¿qué implica o en qué consiste la conversión? Fundamentalmente es una transformación absoluta del
propio ser, no se trata de realizar una serie de actos externos (limosna, ayunos, sacrificios, etc.): la conversión
es el camino del corazón. Y cuando nos enfrentamos a esta dimensión de la conversión del corazón, nos
estamos enfrentando a algo que muchas veces no se puede medir con nuestra medida, sino ser asumido con
todas sus consecuencias a semejanza de Jesucristo: el amor. Y el amor, nos dice Jesús, hace que el hermano
sea el destinatario más próximo de nuestra atención y consideración: “No hay mayor amor que dar la vida
por sus amigos” (Jn 15,13-15). En esto consiste precisamente la conversión del corazón: en amar como Jesús
ama, haciendo nuestros sus pensamientos, sus sentimientos y sus gestos, desbordando el amor que Dios nos
ofrece en Él y dejándonos transformar para que nuestro discipulado misionero signifique, ante todo, el haber
llenado de su presencia nuestro corazón y toda nuestra existencia.
6. La Transfiguración del Señor, contemplada singularmente el segundo domingo de la Cuaresma, manifiesta
claramente que el nuevo rostro de Jesús significa la superación de las incertidumbres y la confirmación del
Padre de que su vida y obra tienen sentido. “Es mi Hijo, mi escogido: escúchenlo”.
Los discípulos de Jesús (Pedro, Juan y Santiago), sobrecogidos por la duda y el temor, les son dirigidas esas
palabras como clara revelación del Padre acerca de quién es Jesús. Jesús está en medio de la Ley (Moisés), y
los Profetas (Elías). Él es el Mesías, el Escogido, el Centro y Modelo a seguir.
Muchas veces, cuando nos acostumbramos a observar rostros atemorizados por la violencia y la inseguridad,
angustiados por el desempleo, desesperados por las injusticias y el hambre, tristes por la soledad y la
marginación, perplejos por la desesperanza. El Evangelio de la Transfiguración advierte que, si ponemos la
mirada en Jesucristo y lo escuchamos, no nos alejaremos de los problemas y la dramática realidad, sino que
volveremos a ella transfigurados por Él para anunciarlo, como Buena Noticia, a todos nuestros hermanos.
Jesucristo, el Maestro, el Buen Pastor, nos llama a nosotros sus discípulos misioneros, sus ovejas, a enfrentar
con valor evangélico la vida y todas las situaciones que propician o condicionan su desarrollo, las crisis y los
conflictos, con un nuevo rostro, el rostro de los hijos amados y escogidos por Dios.
Pidamos al Señor la gracia para que nuestra Cuaresma, sea una experiencia de encuentro con Jesucristo vivo,
el Hijo predilecto, amado del Padre, a quien siempre hemos de escuchar.
(Para la reflexión personal y en grupo:
• El don del amor de Dios, es una experiencia que sana y devuelve la inocencia a la mirada: ¿Cuáles son los signos de
maldad y violencia en la vida personal, en las relaciones comunitarias y en la vida social?
• Si con Jesús nos preparamos para vivir su Pascua, ¿cómo experimentas la confianza en Dios y la preocupación por
todos tus hermanos? ¿Cómo experimentas que Cristo te rescata del poder del mal, del pecado y de la muerte y te abre a una
existencia nueva, transfigurada por Él y su Pascua?
• Tomar la cruz de Cristo es vivir el mandamiento del amor, estableciendo con Dios y con el prójimo, nuestro hermano,
relaciones saludables para vivir en paz.)
ORACIÓN POR LA PATRIA
Señor, Tú que guías al universo con sabiduría y amor, escucha las oraciones
que te dirigimos por nuestra patria, a fin de que la prudencia de sus
gobernantes y la honestidad de los ciudadanos mantengan la concordia y la
justicia y se alcancen el verdadero progreso y la paz. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
7. ORACIÓN
Dios nuestro, fuente de toda bondad y misericordia, que nos otorgas un
remedio para nuestros pecados en el ayuno, la oración y la limosna, recibe con
agrado la confesión que te hacemos de nuestra debilidad y, ya que nos oprime
el peso de nuestras culpas, levántanos con el auxilio de tu misericordia. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
3. Cuaresma, un camino fecundo de crecimiento espiritual
Es un camino fecundo y no como la estéril existencia de una higuera sin fruto, en el cual nos vamos
encontrando cada vez más en profundidad con Cristo. Y esto es lo que le da sentido a todas las cosas que
hacemos. En definitiva el camino que Dios quiere para nosotros es un camino de búsqueda de Él, a través de
todas las circunstancias que nos toca vivir.
Jesús camina a nuestro lado; simplemente debemos saber mirar, debemos saber buscarlo, percibir su
presencia (cf. Mt 25,31-46). Y cuando damos de comer al hambriento, o vestir al desnudo, o cuando
denunciamos comprometidamente el mal, no es que simplemente hagamos una obra buena, sino que vamos
mucho más allá. Nos está hablando de una búsqueda interior que para encontrarnos a Cristo; y esta
búsqueda es de todos los días, para escapar de Cristo en ningún momento de nuestra vida. ¿Por qué nos
cuesta reconocer a Cristo? ¿Buscamos a Cristo? ¿Cómo? ¿Hasta dónde somos capaces de descubrir a Cristo
en nuestra vida cotidiana? Jesús nos alerta a que no se trata sólo de hacer el bien, porque el bien lo hacen
hasta los que no creen, sino que se trata de reconocer a Dios y saber encontrar a Cristo y seguirlo en todos
los momentos y situaciones de nuestra vida.
Este tiempo de Cuaresma debe ayudarnos a preguntarnos sobre la apertura de nuestro corazón, cerrado a
veces por nuestra libertad, que no quiere reconocer a Cristo en los demás. Abramos nuestro corazón de par
en par, no sea que nuestro corazón sea el sediento y hambriento por estar cerrado en sí mismo. Hagamos de
esta Cuaresma un camino hacia Dios.
El pecado es una ruptura con Dios y con nuestros hermanos y fractura la integridad de nuestra vida y de
nuestra dignidad como hijos de Dios. En sus primeros capítulos, la Biblia habla de los orígenes del mundo y
del hombre: todo allí es armonía y paz: con Dios, entre el hombre y la mujer, con la creación y con todas las
criaturas. Cada ser ocupa su lugar en un contexto de complementariedad y de interdependencia. En medio de
la diversidad y especificidad de las relaciones no hay asomos de ningún desorden. Nadie se aprovecha del
otro y cada cual es reconocido y respetado en lo que es.
8. Este cuadro armonioso dejó de ser tal por iniciativa del hombre. Por él entró el desorden en todos los frentes.
La ruptura de su relación con Dios repercutió en todos los ámbitos. El hombre y la mujer se acusan
recíprocamente, y la tierra se vuelve dura y hostil a la mano del hombre, rebelándose. En medio del escenario
de paz, interrumpido por el pecado del hombre, se anuncia la gran Promesa: la reconciliación con Dios y con
la creación puede rehacerse y el hombre y el universo se encaminan a un nuevo destino y una nueva
condición. A partir de este momento la narración de los comienzos puede ser leída con ojos de futuro. Las
grandes profecías del Antiguo y del Nuevo Testamento anuncian por anticipado una nueva condición para el
hombre y para la creación. En efecto, existe entre ambos una estrecha relación. «La revelación afirma la
profunda continuidad de destino entre el mundo material y el hombre.
“Pues la creación en ansiosa espera desea vivamente la revelación de los hijos de Dios... en la esperanza de
ser liberada de la servidumbre de la corrupción...”. Y se sigue insistiendo: “también el universo visible está
destinado a ser transformado, si bien no sabemos cómo se transformará» (Catecismo de la Iglesia católica
1046-1048).
Jesús de Nazaret anuncia el Reino venidero, a la vez que con palabras y obras anticipa esa nueva realidad. Los
milagros que realiza, antes que signos probatorios de su divinidad, son anticipo de este mundo venidero que
concernirá no sólo al alma sino al hombre entero, a la humanidad toda y al mismo universo. «Nosotros
esperamos según la promesa de Dios, cielos nuevos y tierra nueva, un mundo en que reinará la justicia» (2Pe
3,13).
La violencia no es ningún elemento fatal e irreversible, al punto que lo único que cabría es aceptarla y
resignarse. Todos, mujeres y varones, estamos llamados a avanzar por los caminos de la paz y de la no
violencia, a mejorar la naturaleza, valiéndose positivamente de los conocimientos científicos y de los
adelantos tecnológicos, a no depredar a los animales sino a domesticarlos, a ir aprendiendo a resolver
positivamente los conflictos que la humanidad inevitablemente provoca en su andar. Claro que todo esto es
imposible si el hombre no cambia para bien desde lo profundo de su corazón. La violencia que hay en él
repercute en el universo y en todo lo que contiene. Para revertir la lógica de la violencia hay que partir del
hombre, de modo que la reconciliación con Dios lleve a estar en paz con los hombres y con la creación.
El llamado evangélico a la conversión (cambio, regreso) permite y exige pasar de la violencia a la paz, del
egoísmo al amor. El Reino de Dios se abre camino desde ya, allí donde los hombres y las mujeres obran de
acuerdo con las bienaventuranzas evangélicas: paz, justicia, mansedumbre, misericordia, perdón. Son
palabras, valores y perspectivas que claman por su concreción a través de opciones privadas y públicas. Quien
se compromete a luchar contra la violencia y el uso de la fuerza en las relaciones humanas, con la creación y
con sus criaturas, anticipa el futuro prometido. Este es el propósito del plan de Dios y quien entra en él
colabora con la gran obra de Dios. En cambio, quien fomenta o tolera la violencia en sí y fuera de sí, se opone
al plan de Dios y atrasa su realización.
9. Estamos llamados a una vida fecunda con obras y frutos de amor, y no un amor cualquiera, sino el que se
experimenta del mismo amor con que Dios nos ama, el amor con el que Cristo se entrega fructuosamente por
nosotros. Vivir la comunión con Dios, con Cristo y su Iglesia, con todos los hermanos, no es una expresión
más, sino la consciente apertura al don de Dios y la salvación que nos viene en Jesucristo, su Hijo. Así, buscar
la reconciliación y la paz supone una vida concretamente saludable en las relaciones con Dios y con los
hermanos; es decir, todos nuestros pensamientos, sentimientos, lenguaje y gestos, han de ser expresión del
encuentro con Cristo, y en Él, hacia nuestros hermanos y toda la creación.
(Para la reflexión personal y en grupo:
• Si vivimos encerrados en nosotros mismos, egoístas y soberbios, ¿qué percibimos que nos predispone al mal, al
pecado?
• Si recuperamos una mirada y un pensamiento de inocencia, de pureza, ¿qué advertimos que nos dispone a vivir en
comunión y preocupación por nuestras relaciones saludables con Dios y con nuestros hermanos?
• Para recuperar una vida fecunda ante Dios y los hermanos, ¿qué valor personal y comunitario damos al Sacramento
de la Reconciliación?)
ORACIÓN POR LA PATRIA
Señor, Tú que guías al universo con sabiduría y amor, escucha las oraciones
que te dirigimos por nuestra patria, a fin de que la prudencia de sus
gobernantes y la honestidad de los ciudadanos mantengan la concordia y la
justicia y se alcancen el verdadero progreso y la paz. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
10. POR LA RECONCILIACION A LA PAZ
Restablecer relaciones saludables con Dios, con los hermanos y con la creación, para vivir
en paz
ORACIÓN
Señor Dios, que por tu Palabra hecha carne has reconciliado contigo
admirablemente al género humano, haz que el pueblo cristiano se apreste a
celebrar las próximas fiestas pascuales con una fe viva y con una entrega
generosa a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
4. La Eucaristía y la reconciliación con Dios y nuestros hermanos
Para reconciliarnos con Dios debemos reconciliarnos también con nuestros hermanos. «Por lo tanto, si al
presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda
ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda» (Mt 5, 23-24).
Al alimentarnos del Pan de Vida recibimos la gracia necesaria para reconciliarnos con el otro, para construir la
paz, para lograr la unidad de la sociedad. Quizá no hemos reflexionado suficientemente que la gracia recibida
no actúa por sí sola: Dios quiere que hagamos crecer esa gracia, que tengamos intención de modificar
nuestras actitudes, que nos pongamos en camino, que realicemos obras concretas.
Celebrar la Eucaristía nos compromete a buscar la unidad, a ser «sacramento de reconciliación» en medio de
un mundo que promueve la división y donde las relaciones personales y entre naciones están dirigidas por el
egoísmo y no por el reconocimiento de que todos somos hijos de Dios. Ser «sacramento de reconciliación» es
un desafío para los cristianos. ¿Nos reconocen en nuestro trabajo, en nuestra familia, entre nuestros
conocidos y vecinos por ser sembradores de unidad?
En muchas ocasiones escuchamos discursos de autoayuda en los cuales la sola voluntad personal permite el
cambio de conducta. Sin embargo, Jesús nos enseña otra cosa, nos llama a ser uno en la diversidad, en la
aceptación amorosa del otro. La instauración del Reino de Dios no se realiza por hechos aislados producidos
por personas que actúan solas. Somos un pueblo que camina al encuentro del Padre, alimentado por el Pan
de Vida y que vive como hermano. Cada uno aporta los dones recibidos por Dios para el bien común,
formando un solo cuerpo.
11. La Eucaristía es fuente de amor y de diálogo para el que quiere alimentarse de ella. Los que participamos de
la Eucaristía nos comprometemos a escuchar a Dios que habla al hombre. Es tarea de la Iglesia hacer que la
voz de Dios pueda ser escuchada y respondida. ¿Cómo dialogamos con Dios y con los que nos rodean?
¿Escuchamos al otro realmente o estamos atentos sólo a lo que nos pasa a nosotros?
Cuando Jesús nos invita a su mesa quiere que vivamos como hermanos. Con esta convicción es que vivimos la
comunión con Él. Sin embargo, necesitamos siempre reconciliarnos con nosotros mismos, perdonándonos
nuestras fallas, queriéndonos y aceptándonos como somos. Necesitamos reconciliarnos con los demás y
formar realmente un solo cuerpo como Iglesia, como familia, como Nación. Necesitamos reconciliarnos con el
mundo y asumir la responsabilidad que significa ser el centro de la creación. Necesitamos reconciliarnos con
Dios y aceptarlo como un Padre misericordioso. Pongámosnos en camino, que Jesús nos alimenta y el Padre
nos espera con los brazos abiertos.
La Eucaristía anuncia eficazmente la reconciliación con el Padre. Cuando compartimos la Eucaristía, memorial
de la Cena del Señor, Jesús parte el Pan, su propio Cuerpo, y lo ofrece a los discípulos que están con Él. Jesús
quiso sentarse junto a los que lo han recibido como Maestro y Salvador.
La mesa familiar es un lugar de encuentro, de intimidad. No sólo se comparte el alimento, se comunica la
vida. Es así como Zaqueo se convirtió durante la cena y no mientras estaba subido al árbol. Quizás ahí sintió el
llamado, pero la verdadera conversión que lo llevó a cambiar de vida, se produjo durante una comida
fraternal en compañía de Jesús. ¿Quiénes son hoy, en la sociedad, en la familia, en el trabajo, entre los
amigos, aquellos con los que no nos sentaríamos a comer?
Existen respuestas diversas a esta pregunta. Las personales, nos las debemos hacer todos los que queremos
participar de la Eucaristía. En cuanto a la sociedad, la respuesta es bastante evidente y, cada vez que nos
acercamos a recibir a Jesús en la Eucaristía, tendríamos que revisar si guardamos rencor en nuestro corazón o
si sentimos el amor que sentía Jesús hacia los más despreciados.
Nos alejamos de Dios como consecuencia de nuestras acciones y él nos llama continuamente a regresar a su
lado. En la parábola del Padre misericordioso, Jesús nos revela a un Dios que quiere perdonar nuestros
errores y recibirnos en su casa, nos habla de un padre que se reencuentra con su hijo, que sale a su
encuentro, que se conmueve, que lo abraza y le organiza un banquete. Sin embargo hay algo que no
podemos pasar por alto en esta parábola. El hijo reconoció su error, sintió dolor por su pecado y decidió
volver. El padre perdona al hijo que regresa arrepentido.
Para celebrar el banquete, es necesario el arrepentimiento y, para esto, es indispensable educarse también
en una efectiva enmienda. ¿Cuántos exámenes de conciencia hemos hecho a lo largo de nuestra vida?
Seguramente hemos realizado una revisión de nuestros pecados para no dejar olvidado ninguno, intentando
recordar la cantidad de veces que hemos cometido cada uno de ellos.
12. Analizar nuestra vida significa reconocer las faltas de amor y los dones que hemos recibido. Descubrir en ella
la acción de Dios que nos sigue amando a pesar de nuestra infidelidad. Experimentar verdaderamente el
encuentro con el Padre misericordioso que nos llama a su lado. Dios nos ha hecho a cada uno de nosotros la
promesa de la Vida Eterna, nos ha regalado la posibilidad de encontrarnos cara a cara con Él y disfrutar de su
compañía para siempre, de colmar nuestras necesidades e inquietudes. Sabemos que el camino es largo y
presenta ciertas dificultades. ¿No habrá sembrado Dios, Padre misericordioso, en el corazón de cada uno los
elementos necesarios para recorrer este camino? Analizar la vida es reconocer, más que nuestras faltas, la
grandeza de Dios que nos ha hecho a su imagen para darnos la posibilidad de llegar a Él construyendo el
Reino de Dios en este mundo.
Dios nos ha señalado con la Encarnación el camino para llegar a Él: Él mismo se ha hecho hombre y aceptado
esta condición hasta el extremo de dar la vida. Él nos ha demostrado la grandeza de ser hombres, de vivir y
de morir como tales. Jesús nos reconcilia con Dios y con los demás. Así, «siendo enemigos, fuimos
reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo» (Rom 5, 10). Así, no sólo se experimenta la reconciliación a
nivel personal, sino que se abre a la experiencia de la reconciliación comunitaria, a saber pedir perdón y
también a saber perdonar.
(Para la reflexión personal y en grupo:
• Tras el arrepentimiento, ¿tu corazón se llena de fuerza para confiar en el perdón misericordioso del Padre?
• ¿Experimentas el Sacramento de la Reconciliación como un verdadero signo del amor misericordioso del Padre que
te recibe incondicionalmente?
• La experiencia del perdón, ¿te lleva eficazmente a amar íntegramente a tus hermanos?)
ORACIÓN POR LA PATRIA
Señor, Tú que guías al universo con sabiduría y amor, escucha las oraciones
que te dirigimos por nuestra patria, a fin de que la prudencia de sus
gobernantes y la honestidad de los ciudadanos mantengan la concordia y la
justicia y se alcancen el verdadero progreso y la paz. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
13. POR LA RECONCILIACION A LA PAZ
Restablecer relaciones saludables con Dios, con los hermanos y con la creación, para vivir
en paz
ORACIÓN
Te pedimos, Señor, que enciendas nuestros corazones en aquel mismo amor
con que tu Hijo ama al mundo y que lo impulsó a entregarse a la muerte por
salvarlo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
5. La Eucaristía, Misterio de Comunión y solidaridad
Existe un vínculo indisoluble entre Cristo, la Eucaristía y la comunión fraterna. Cada vez que nos acercamos a
contemplar y «comulgar» la presencia de Cristo en la Eucaristía expresamos nuestra fe en su presencia real;
pero también nos comprometemos a conformar nuestra vida con la de Jesús, a quien reciben en la Comunión
sacramental. «Comulgar con Cristo», o «recibir la Comunión del Cuerpo y de la Sangre de Cristo», exige una
disposición a la conversión de vida, a reformar la mente y el corazón según su Evangelio, a sanar y educar las
inclinaciones desordenadas, y a orientar la vida según la voluntad de Dios, imitando la existencia entera de
Jesús, cuyo alimento fue «cumplir la voluntad del Padre» (Jn 4,34).
Jesús, Pan de vida, recibido en la Eucaristía, abre la puerta de este misterio de comunión. Nos hace pueblo
que peregrina en busca de la casa del Padre en donde no habrá más hambre ni más sed; en donde no habrá
divisiones; en donde podremos contemplar al misterio del amor que en nuestra imperfección no podemos
entender ni experimentar.
La justicia humana para ser auténticamente justa debería ajustarse a la justicia y, por supuesto, también la
misericordia. Porque, si es verdad que la misericordia es la plenitud de la justicia, también es verdad que sin
justicia no puede haber misericordia.
Y ya sabemos que, sin verdadera justicia, no puede haber sociedad. Si el que trabaja, invierte, estudia,
construye, inventa, es eficaz, inteligente, no tiene derecho a lo suyo, y los funcionarios del Estado disponen
de sus bienes a su voraz arbitrio; si la ley protege al delincuente y maniata al honesto y aún le impide
defenderse; si los encargados de administrar justicia se someten a otros poderes y lucran con ella; si es la
ignorancia, la incapacidad, la prepotencia, la insubordinación, la inmoralidad, lo que da derechos y no la
14. honestidad, la capacidad y el trabajo; si el país es manejado por un pequeño grupo de hombres encaramados
en el poder..., es improbable que pueda hablarse de justicia y, mucho menos, de misericordia. De igual modo,
cuando se legitima una manera de entender la «justicia social» que, a la larga, ha promovido la injusticia y
creado muchísimo más pobreza que la que decía querer erradicar. Pero cuando la aparente justicia trabaja
apoyada por la mentira, por la falsificación de los hechos, creando culpables entre inocentes y declarando
víctimas a los delincuentes, la justicia se transforma, no sólo en monstruosa revancha y venganza de
derrotados vueltos al poder, sino en mentira diabólica llena de mezquindad que envenena el corazón y
produce odios y resentimientos.
El Evangelio de Jesús y la mujer adúltera nos traslada al otro extremo de este ambiente asfixiante y perverso.
El gesto de Jesús de pasar el dedo por el suelo, sentado sobre sus piernas cruzadas como estaba, es
simplemente un gesto de ensimismamiento, como refugiándose en su interior y su contacto con el Padre
para respirar aire puro, en medio de esa turba más maloliente de suciedad interior que exterior, que lo
embargaba de tristeza. Pero por ellos mismos daría su vida días después, asumiendo en su cuerpo y su
corazón, todo ese odio, toda esa malevolencia: la mujer debía ser apedreada.
No hay que buscar palabras escritas en el suelo ni signos esotéricos. Es la majestad y bondad que irradia la
figura de ese hombre inclinado hacia el suelo; es el silencio avergonzado de los discípulos que lo rodean; es
quizá la visión de la pobre mujer avergonzada y obligada a estar de espectáculo allí parada a la vista de todos;
es, por fin, la frase cortante y afilada de Jesús que penetra sus endurecidos corazones, lo que finalmente
despierta en esos hombres -pasado el momento de regocijo exaltado de los acusadores-rescatando esa
chispa de bondad que nunca deja de latir en el fondo de ningún hombre, aún el más corrompido, lo que los
lleva a retirarse poco a poco, empezando por los más ancianos. Ellos, que también fueron alguna vez jóvenes
y que han visto tanta maldad en el mundo y quizá se han malacostumbrado a ella, y que saben que hay
pecados adultos muchísimo más perversos que los de las debilidades adolescentes.
No necesitan decirse nada. También ellos miran al suelo y se van retirando. Pero todavía, cuando se han ido
todos, Jesús y la adúltera frente a frente, deja claro que no son los hombres los que impartirán justicia: es el
corazón de Cristo, transido por la justicia de Dios que es, ante todo, misericordia. Y allí, finalmente, se
encuentran solos, como dice San Agustín, «la miseria» y «la misericordia». La suprema justicia de Dios.
La justicia de los hombres crucificará a Cristo. El responderá con la justicia de Dios: «Padre, perdónalos,
porque no saben lo que hacen». «Vete, mujer, yo tampoco te condeno, y no peques más».
Y, sin embargo, Jesús de ninguna manera está tomando a la ligera la culpa de la mujer, tanto es así que sus
últimas palabras son no peques más, como prueba de la misericordia extrema de Cristo justamente frente a
uno de los peores entre los pecados. Pero Cristo va mucho más allá, reprocha la indignidad de todo ese
espectáculo machista que ofrecen estos israelitas que empujan a la mujer a la vergüenza en una especie de
morboso exhibicionismo, y en donde, más que proteger la institución del matrimonio, lo que se quiere es dar
cauce a su insana sed de escándalo, de espectáculo subido, de venganza. Jesús, inclinado y escribiendo
distraídamente en el suelo, es signo de la distancia enorme que existe entre la visión compasiva del pecado
por parte de Dios y la crueldad inmisericorde con que el hombre suele juzgar las culpas de los demás, en
condenas casi sin juicio ni defensa ni apelación, que destruyen famas, hogares, reputaciones, convivencias.
15. Uno a uno, empezando por los más ancianos, frente a la actitud llena de dignidad y humanidad de Jesús, se
fueron retirando en silencio. Esa extraña sensación que tenemos los hombres de que no somos del todo
malas personas; pero que, en la locura colectiva, de grupo, de espectadores en simbiosis con la televisión o
los espectáculos, somos capaces de realizar y tolerar las peores cosas, sacar de nosotros el aspecto más
perverso. Jesús, con su palabra y sus actitudes, logra romper esa red de complicidades en el mal que ha
hecho de esos hombres un grupo de verdugos, y los ha vuelto a su individualidad, a su interioridad, al fuero
de sus conciencias, a su personalidad auténtica. Allí esos hombres han recuperado la cordura y la vergüenza y
dejan a Jesús solo con la desgraciada pecadora como dueña de su pecado y -después de hablar con Jesús-, de
su arrepentimiento.
Pero es evidente que la escena, más allá del episodio particular, tiene, en su integración al Evangelio, una
fuerte proyección simbólica. Así como el adulterio es la figura misma del pecado, de la traición a la promesa
de amor de Dios, así la adúltera se transforma en símbolo de todo pecador. Ese pecado que no es una
cuestión de reprobación o juicio público de los demás, tampoco el miedo que pueda producirnos la amenaza
del castigo divino, sino la íntima conciencia de nuestra infidelidad, de la falta de respuesta al amor
incondicionado de Jesús, del que ha entregado y entrega constantemente su vida por nosotros, del que en
nuestro bautismo nos ha dado para siempre su palabra de amor, y que vivimos en continuas grandes y
pequeñas infidelidades y, muchas veces, despreocupado, incluso, por la certeza de su seguro perdón.
(Para la reflexión personal y en grupo:
• Cada vez que recibo el perdón por el Sacramento de la Reconciliación, el sacerdote me dice: «Vete en paz y no
vuelvas a pecar, ¿es suficiente esa experiencia para marcar decididamente un nuevo rumbo a mi vida y actuar según la justicia
y la misericordia de Dios?
• Frente al pecado flagrante de mis hermanos, ¿adopto la actitud de aquellos verdugos para condenarlos lanzando la
piedra de mi desprecio y me quedo en un silencio ajeno a la solidaridad?
• Frente a las injusticias que se atestiguan en distintos medios informativos, ¿mi actitud es sólo la de un espectador, o
acaso se suscitan en mí actitudes que me comprometen a denunciar y actuar en consecuencia?
• Antes de «tirar la piedra», ¿reconozco que puedo actuar más eficazmente y comprometerme a una verdadera
justicia expresada en la solidaridad con mis hermanos?).
ORACIÓN POR LA PATRIA
Señor, Tú que guías al universo con sabiduría y amor, escucha las oraciones
que te dirigimos por nuestra patria, a fin de que la prudencia de sus
gobernantes y la honestidad de los ciudadanos mantengan la concordia y la
justicia y se alcancen el verdadero progreso y la paz. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.