Los templos griegos eran estructuras construidas para albergar imágenes de culto en santuarios griegos. No se usaban principalmente para culto o sacrificios, sino para almacenar ofrendas votivas. Se situaban en zonas sagradas separadas de las áreas civiles y teatrales. La parte principal era la cella, donde se guardaba la estatua del dios. Las columnas eran el elemento arquitectónico más importante, y su número y disposición definían los diferentes tipos de templos.