1. TENDENCIAS PEDAGÓGICAS: APRENDIZAJE POR PROYECTOS
Elizabeth Cardona Betancur
c.c. 21628875
La época acelerada, el mundo globalizado, las miles y miles de “distracciones” que
se presentan lleva a que los docentes constantemente tengan que “reformular” las
estrategias pedagógicas implementadas en las clases, dichas estrategias tienen
que ir en función de la motivación y la capacidad de asombro que se pueda
despertar en los estudiantes, pues son ellos los principales consumidores de la
oleada de información que recorre la gran red.
Enfoco la misión de mi quehacer pedagógico en darles protagonismo a los
estudiantes, ser mediadora entre el conocimiento y la introspección que hacen los
jóvenes de él, ser el vínculo que motive el acercamiento al aprendizaje y a la
práctica del mismo en la sociedad. Con esta visión, el aprendizaje por proyectos
ha sido la gran fórmula para suscitar el diálogo, la colaboración, las relaciones
interpersonales, el respeto por la diferencia, por los puntos de vista… de igual
manera es un mecanismo de inclusión efectivo pues resalta las capacidades del
ser en un contexto determinado. Sería muy difícil fraccionar sólo una clase para
evidenciar esta tendencia pedagógica, pues el sólo término “proyecto” abarca
diferentes lugares, conceptos, tiempos, roles, interpretaciones y maneras de
percibir las situaciones; así mismo, al tener una meta común, se establecen
relaciones horizontales de empatía, armonía, motivación y apoyo.
El aprendizaje por proyectos permite retomar aspectos de otros aprendizajes con
el fin de buscar el mejor desarrollo de las actividades, pues se pueden vivir
experiencias que fortalecen el aprendizaje (aprendizaje vivencial); realizar debates
de videos y otros textos llegando a la resolución de problemas (aprendizaje
invertido); enfocarse en el trabajo colaborativo como una manera de darle
protagonismo a cada uno de los estudiantes por medio del juego de roles y así
solucionar efectivamente los retos o situaciones que se presenten (aprendizaje
2. basado en retos). Esta forma de trabajo genera más interacción y confianza entre
el docente y el estudiante creando así puentes comunicativos de respeto y
argumentación. Así mismo, los estudiantes adquieren mayor autonomía, se
flexibilizan ritmos, lugares, maneras y contenidos llevando así a fortalecer los
“autos” tan necesarios para su vida en sociedad, a saber: autoconocimiento,
autodinamismo, autocontrol, entre otros.
El cambio es un concepto que la mayoría de los docentes (y las personas en
general) temen, pero que se hace cada vez más necesario para producir efectos
positivos en los estudiantes y lograr así sacarlos de ese marasmo de clases
tradicionales, descontextualizadas y repetitivas. Es aquí en donde las nuevas
tecnologías entran a ser protagonistas, pues son las herramientas que permiten
salir de la rutina, interconectarse con cualquier persona en cualquier parte del
mundo y compartir experiencias de distintos procesos; es a través de ellas que se
buscan posibilidades, se relacionan vivencias y se comparan maneras de
resolución de problemas, permitiendo superar muchos desafíos que se presentan
en la sociedad.
En conclusión, el trabajo por proyectos, apoyado o no en las TIC, es sinónimo de
integridad, dinamismo y autonomía.