La teoría del procesamiento de la información surge en los años 1960 como una explicación psicológica del aprendizaje desde una perspectiva científico-cognitiva influenciada por la informática y las teorías de la comunicación. Según esta teoría, el ser humano es un procesador activo de información que recibe, elabora y actúa en función de la información, procesándola a través de etapas como la atención, codificación, almacenamiento y recuperación.