Un terrario es un espacio cerrado que imita el entorno natural para plantas, insectos o reptiles. Se construye con un recipiente transparente, como cristal o vidrio, y se llena con grava o piedras pequeñas en la parte inferior para drenaje. Se escogen plantas apropiadas como suculentas para terrarios secos o bromelias y helechos para terrarios húmedos. Se usa un sustrato como tierra o turba para retener nutrientes para las plantas.