El documento narra la historia de Alfredo Martin, un mayor de la policía nacional de Perú que está en el hospital en estado de coma después de haber sido baleado. Mientras está inconsciente, recuerda los eventos que lo llevaron a su actual situación, incluyendo su papel en la protección de un asesor presidencial que luego lo traicionó disparándole. También recuerda cuando una enfermera entra a su habitación y trata de asfixiarlo con una almohada, aparentemente para terminar el trabajo.
Algunas historias de San Antonio Huista, Huehuetenango, que he encontrado en Internet bajo una inmensa búsqueda detenidamente.... Espero les sea de su agrado y les sirva...
Por Elder Exvedi Morales Mérida. 4 de noviembre de 1997.
http://huista.blogcindario.com/2012/09/01027-leyenda-del-extrano-anciano-por-elder-exvedi-morales-merida-4-de-noviembre-de-1997.html
Cost of Not Ranking on Page 1 of Google (how to calculate) - IMS SF June, 2012DemandWave
Presented by Paul Taylor, CEO of Webmarketing123, this presentation walks you through how to calculate the annual cost associated with not ranking on page 1 of Google. In this B2B example, we use a study conducted with a Semiconductor Manufacturer.
Algunas historias de San Antonio Huista, Huehuetenango, que he encontrado en Internet bajo una inmensa búsqueda detenidamente.... Espero les sea de su agrado y les sirva...
Por Elder Exvedi Morales Mérida. 4 de noviembre de 1997.
http://huista.blogcindario.com/2012/09/01027-leyenda-del-extrano-anciano-por-elder-exvedi-morales-merida-4-de-noviembre-de-1997.html
Cost of Not Ranking on Page 1 of Google (how to calculate) - IMS SF June, 2012DemandWave
Presented by Paul Taylor, CEO of Webmarketing123, this presentation walks you through how to calculate the annual cost associated with not ranking on page 1 of Google. In this B2B example, we use a study conducted with a Semiconductor Manufacturer.
Museum- A Connecting Link Between Growing Present & Valuable PastAntilog Vacations
Grow your historical knowledge and interest with an appreciable artwork of museums. It is a way to stay-in-touch with your past generations and enhance your curiosity.
YouTube presentation: https://www.youtube.com/watch?v=LiAnfgcx7VQ
We’ve been in a rapid release cycle with Sitecore Email Experience Manager (EXM). Come see how we’ve overhauled this workhorse solution, and how to enable your Sitecore environment with email, marketers’ perennial favorite. Find out how you can benefit from the new and improved Sitecore Email Experience Manager from a leading partner practitioner and a Sitecore product expert.
Speakers:
Roland Villemoes, CTO - Alpha Solutions
Semion McAlice, Senior Software Architect - Alpha Solutions
Anthony Hook, Principal Product Strategist - Sitecore
This presentation is the second of a two part strength training series in which I cover: basic muscle physiology, different styles of training, and some steps to get started.
Sangre y Mentiras | Parte 3 | KHALID B. T.Khalid B. T.
Tercera parte del primer capitulo.
Mike y Frank, siguen buscando cómo cerrar esas muchas preguntas que quizás la respuesta no esta al alcance de ninguno de los dos.
Sinopsis:
Ella, era la hija de un matrimonio acomodado. Italiana, dieciséis años, bailarina de ballet y pronta heredera a la suma millonaria de sus ausentes padres.
Él, de situación económica media. Norteamericano, veintitrés años, vocalista de una banda de rock.
Dos personas opuestas.
Dos almas desconocidas.
Dos individuos que han encontrado lo que jamás se habían dispuesto a encontrar… el amor.
Novela llena de tragedias, drogas, dramatismos, muertes… Una historia donde el amor, nunca será color de rosa.
Antología Z-Sides: Preámbulo de la I Antología Hispano-parlante del Apocalips...LuisJoelCortez
Antología zombie con relatos de:
12 horas: Infección - Autor: José García Montón
Noche Vieja Zombi - Paqui García
Folle con Ella - Franco DiMerda
Declaración - Santiago Sánchez Pérez
Aztlan - Jesús Valenzuela
El fin (Segundos) - Luis Joel Cortez
Cristina Z - Josefa González Cuesta
Coordinado por Luis Joel Cortez.
Una edición EATER.
Siete relatos nos son presentados como previo de la I Antología Hispano-Parlante del Apocalipsis Zombie que se espera este a la venta el año próximo Siete relatos llenos de historias no tan comunes. Primero Korvec con su magistral uso de la palabra para narrarnos a un protagonista atormentado dando una declaración de su lucha en la guerra contra los muertos vivientes. José García quien nos narra el inicio del apocalipsis dentro de un hospital ¿Cual sera la causa? ¿Como habrá iniciado todo esto? ¿Es esto un sueño, una premonición o la realidad?
También esta la macabra historia de Mary, quien es devorada por su padre en presencia de su mejor amiga Sam, quien tiene que huir por la ciudad para sobrevivir al fin, sin embargo nunca imagino encontrarse a mas gente con las mismas características de "papá", y tampoco supuso que alguien estaba planeando, de cierto modo, todo esto, mismo que vigila gran parte de la ciudad para poder llevar a cabo su malévolo plan, todo narrado por el más joven de todos los escritores aquí: Luis Joel Cortez.
Ademas de relatos de Jesus Valenzuela, un gran homenaje a Max Brooks y los imprescindibles relatos de Paqui García, un centro de llamadas de emergencias trabajando en noche buena cuando comienzan a recibir extrañas llamadas, hasta el punto que las llamadas se convierten en golpes en las puertas del recinto donde los paramedicos tienen que refugiarse para sobrevivir al fin del año y de los tiempos. Josefa Gonzalez. después de derrotar al virus, nos presentan la manera en que Cristina encontró la cura causante del desastre y el levantamiento de los muertos.
Por ultimo y como el humor no puede faltar, Franco DiMerda nos presenta una España en guerra contra los levantados, donde nuestro protagonista se encuentra con nada mas y nada menos que Marta Sánchez en su relato nombrado "Folle Con Ella" ¿Mas pistas de lo que habla el relato?
Entra en este mundo apocalíptico lleno de historias de autores Españoles, Peruanos y Mexicanos. EL fin, literalmente, del mundo se encuentra aquí. Cada rincón del planeta sufriendo por una raza incansable, la humanidad esta ya perdida, los muertos son insaciables, incansables pero sobre todo... Son demasiados.
1. Testigo Ocular
Alfredo Martin del Arroyo Soriano
(EE.UU.)
Las gotas de suero bajaban lentamente por el cordón conectado a
la vena de mi brazo derecho. No sabía porqué estaba allí. Tenía
conciencia de lo que me rodeaba. Mis ojos entreabiertos me lo
decían. No podía moverme, ni pronunciar palabra. En una
esquina, sobre un sillón verde oscuro, como el color de mi antiguo
uniforme, ví una silueta. Era mi esposa que dormía acurrucada en
posición fetal. Se puso muy contenta cuando hace unos años, con
el cambio de gobierno, me ascendieron a Mayor de la Policía
Nacional. Dejé de patrullar las calles y colgé el uniforme.
Trabajaría vestido de civil y detrás de un escritorio. Al menos eso
es lo que ella pensó. Cuán equivocada estaba.
Con la caída de Abimael Guzmán y el fin del terrorismo, me sentía
más seguro. El peligro ha pasado. Ya hasta había olvidado los días
de la obediencia debida. Cuando tuve que acatar la órden de
disparar contra esa gente indefensa que luego supe que solo
celebraba una fiesta en el centro de Lima. Pero eso quedó atrás.
Ahora sólo me encargaba de proteger al “asesor”. Era tarea fácil.
Siempre andaba bien resguardado en el Pentagonito o en su
búnker de la playa. Nadie se atrevería a hacerle daño.
Tocaron a la puerta. Mi esposa despertó. Era el neurocirujano.
2. Pude ver por la puerta entreabierta a dos uniformados. ¿Estarían
ahí para protegerme? El doctor le explicó a mi mujer:
-La bala penetró el cráneo a la altura del lóbulo parietal izquierdo,
con orificio de salida a la altura del lóbulo frontal derecho, en
sentido diagonal.
-¿Se recuperará?- preguntó Silvia, mi esposa.
- Aún es muy pronto para saberlo-dijo el doctor-. Lo peor ya pasó-agregó-.
Pero todavía es cuestión de tiempo. Puede haber
secuelas. Pérdida del habla y la memoria. Dificultad en el sistema
nervioso y motríz. Su recuperación será lenta y requerirá de
muchos cuidados, pero sobrevivirá.
testigo ocular n 2
Postrado en la cama del Hospital de Policía y en estado de coma.
Poco a poco caía en cuenta de mi situación. Trataba de recordar.
No podía moverme. No podía darle una señal a Silvia, una señal
que aliviara su dolor, el dolor de verme postrado en ésta cama
con la cabeza vendada. Se acercó, me besó la mejilla y me dijo lo
mucho que me amaba. Silvia había estudiado un curso de control
mental años atrás y sabía que la música era una buena terapia en
casos de pacientes comatosos como yo.
-He traído música para que te relajes-. Me dijo Silvia con cariño.
Colocó un disco compacto en un tocadiscos portátil. Suaves
melodias de pajaritos cantando y hojas rebotando entre sí al paso
del viento, y finos punteos de guitarra, me transportaron
3. mentalmente a imágenes de bosques con árboles gigantescos
atravezados por rayos de sol. Acariciándome la mano, Silvia
anunció que iría a la cafetería del hospital a buscar algo de comer.
No podía ver sufrir así a la mujer que amaba, la que me había
apoyado siempre, la que me alentaba cuando me sentía
desmoralizado, la madre de mis hijos, mi fiel compañera.
Parpadeé los ojos y moví levemente el dedo índice de la mano
derecha. Pero no se dió cuenta. Besó mi mano izquierda y salió de
la habitación. Al abrir la puerta noté que los guardias que me
custodiaban ya no estaban. Quizás fueron a almorzar, pensé.
La siguiente canción traía melodias de gaviotas volando al
murmullo de las olas del mar, lo cual me transportó a las playas
de nuestro litoral. A La Punta para ser exacto. Entonces recordé.
Los videos habían empezado a aparecer uno tras otro en la
televisión. El presidente inició una cacería para encontrar y
apresar a su “acesor”. El mar, la playa, las olas, las gaviotas, el
Yatch Club. Yo estaba a cargo de protejer al “Doc”. Con la venia
del señor presidente habiamos conseguido el yate Carisma para
que el “Doc” pudiera escapar. No podía haber testigos. Salvo unos
cuantos de absoluta confianza, entre los que me encontraba yo. O
al menos eso creí hasta que escuché el disparo retumbar en mis
oídos detrás de mi cabeza. Maldito traidor. Yo que lo había
protegido tantas veces. Hubiera dado hasta la vida por él, y me
4. pagaba de ésta manera. Para mi suerte unos pescadores me
encontraron aún con vida.
Escuché unos pasos acercarse hasta la puerta. Pensé que sería
Silvia y me sentí aliviado. La perilla de la puerta se movía lenta,
sigilosamente. No podía moverme. No podía gritar. Me asusté. La
enfermera que entró era bonita. Diminuta y de baja estatura. Su
fino rostro de tez trigueña denotaba algunos rasgos indígenas. El
uniforme blanco de enfermera moldeaba su hermosa figura.
Tendría unos veintitantos años pero parecía de dieciséis. Me hizo
recordar a una sexo servidora que contraté tiempo atrás e hice
que se disfrazara de colegiala para satisfacer una de mis fantasías
sexuales. Se me acercó. Pude sentir el olor de su perfume barato.
Sentí también una leve erección. Cogió mi mano para tomarme el
pulso y el roce de su piel hizo que éste se acelerara, o al menos
eso creí. Con su estetoscopio escuchó los latidos de mi corazón,
luego me tomó la presión.
Levantó las sábanas que cubrían mi cuerpo. A lo mejor se cumple
mi fantasía, pensé. Me levantó la bata y chequeó el pañal que
traía puesto dejando mi sexo al descubierto. Lo miró con desgano,
imagino que notó la erección. El pañal estaba seco. Me volvió a
cubrir. Dió vueltas a la manecilla de la cama de modo que quedé
más erguido, casi medio sentado. Quitó una de mis almohadas.
Gracias, pensé, ahora me siento más cómodo. Caminó hacia la
puerta y con tristeza creí que ya se iría. Miró para ambos lados del
5. pasillo. Volvió y cerró la puerta con seguro para que nadie
entrara. De un salto se avalanzó sobre mí como si me fuera a
violar. Ahora sí, pensé, se va a cumplir mi fantasía, creí. Colocó
violentamente la almohada sobre mi cara. Sentí una fuerte
presión. El bip de los latidos de mi corazón se iba haciendo cada
vez más lento. La música del disco compacto se detuvo y la radio
se encendió automáticamente. El locutor anunció que el
presidente acababa de renunciar por fax desde Japón.
6. pasillo. Volvió y cerró la puerta con seguro para que nadie
entrara. De un salto se avalanzó sobre mí como si me fuera a
violar. Ahora sí, pensé, se va a cumplir mi fantasía, creí. Colocó
violentamente la almohada sobre mi cara. Sentí una fuerte
presión. El bip de los latidos de mi corazón se iba haciendo cada
vez más lento. La música del disco compacto se detuvo y la radio
se encendió automáticamente. El locutor anunció que el
presidente acababa de renunciar por fax desde Japón.